Todas las voces y músicas de la Patria Grande

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martes, 2 de junio de 2015

Unión Latinoamericana de Agencias de Noticias (ULAN)

Posted: 01 Jun 2015 08:54 AM PDT
archivo_20150601091143_8273_672x503Argentina, 1 de Jun. 2015 (Télam).- El 2 de junio de 2005 se cerró el canje de deuda de un total de 81.800 millones de dólares, lo que dio origen a la creación del fideicomiso necesario para realizar los pagos al 76,07% de acreedores que ingresaron originalmente a la operación, una fecha considerada trascendental para la política de desendeudamiento que puso en marcha el ex presidente Néstor Kirchner.
Ese porcentaje trepó al 92,4% en 2010, con la reapertura del canje dispuesto por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En rigor, la reestructuración de deuda se había cerrado el 3 de marzo, pero una medida del juez Thomas Griesa a pedido de los fondos buitre, con Paul Singer a la cabeza, congeló el proceso de la transacción.
Luego, Griesa se retractó, pero no fue sino hasta tres meses después, cuando la Cámara de Apelaciones de EEUU convalidó la posición Argentina, con la que se llevó a cabo la reestructuración de deuda más grande de la historia, que obligó al FMI a enviar un comunicado de felicitación al gobierno argentino.
Había nacido así la primera política del desendeudamiento, que incluso antes de nacer tuvo a los fondos buitre revoloteando, que interpusieron demandas por títulos en situación de default desde el 2001, que compraron esos títulos a precio de ganga a inversores que no creían que el gobierno argentino podía cumplir con el nuevo compromiso de pago asumido con el canje.
El fideicomiso tiene una curiosa historia: se gestó a prueba de buitres, con los antecedentes del caso de Elliott -nuevamente-, contra Perú, a principios de la década del 2000.
Perú había tenido un embargo en sus cuentas de Nueva York, en plena operación de canje de bonos Brady, y el entonces ex presidente Alberto Fujimori, decidió arreglar con los fondos buitre para liberar los pagos.
Mucho se dijo de lo irregular de dicha operación, hasta el Congreso peruano inició una investigación con serias acusaciones hacia Fujimori, a quien le encontraron conexión con los fondos buitre, y otros denunciaron que la liberación de los pagos se produjo sospechosamente días antes de que el ex presidente planeara fugarse a Japón, en medio de su escándalo de corrupción.
El ex presidente de Perú necesitaba, para fugarse cómodamente en su avión presidencial, el camino liberado de eventuales embargos a la aeronave.
Por este antecedente, Argentina buscó un mecanismo de pago indirecto, a través del cual el Estado argentino paga en suelo argentino a los acreedores externos y luego se realiza el reparto entre las cuentas de los mismos desperdigadas por el mundo, precisamente para evitar cualquier interpretación ni quedar a merced de cualquier legislación internacional, que pudiera perjudicar los pagos a los acreedores.
Como en todo fideicomiso, se buscó un intermediario y agente de pago, que resultó ser el Bank of New York. La elección del Bank of New York merece otro capítulo aparte, debido a que a fines de 2004 la operación de canje estuvo a punto de naufragar, entre otras cuestiones, debido a que a nivel internacional nadie apostaba al éxito de la operación argentina. Este problema casi le cuesta el puesto al ex ministro de Economía, Roberto Lavagna.
El éxito del canje de deuda tuvo mucho que ver con estos resguardos en el pago, y motivó que los acreedores pidieran la reapertura del canje 2010, que realizó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a través del cual se logró reunir una mayoría de un 92,4%, que aceptó las condiciones de la Argentina y siguió cobrando a través del fideicomiso.
Este fideicomiso funcionó sin problemas, por exactamente 9 años, hasta que el 16 junio de 2014 la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a tratar una apelación de la Argentina, lo que activó la ejecución de una medida de Griesa, de febrero del 2012, que resultó tan controvertida a nivel jurídico internacional que motivó que el Financial Times bautizara el caso como “El juicio del Siglo”.
La falta de un sistema legal internacional para la resolución de quiebras de países provocó que la Argentina quedara sometida a juicio permanente desde el default del 2001.
De ese vacío legal también fue víctima Griesa quien, impotente para poner punto final a la controversia, forzó una interpretación inédita de tratamiento igualitario de los acreedores, y determinó que si no cobraban los demandantes (el 100%), el resto no cobraba. Le prohibió, además, al BONY y a cualquier intermediario, ayudar a la Argentina a evadir su sentencia, algo que resultó un abuso de autoridad y un ultraje a la soberanía nacional.
Así, el fideicomiso quedó en una suerte de limbo legal, la Argentina fue declarada en desacato, y los bonistas internacionales el canje se ven limitados de cobrar los pagos que realiza la Argentina.
Con todo, Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Economía, Axel Kicillof, resistieron la presión de Griesa y los fondos buitre, y lograron evitar un problema mayor: sumar a la cuenta de deuda externa argentina la friolera de al menos unos 120.000 millones de dólares.
Expiró la cláusula RUFO en diciembre de 2014, y el Estado argentino tiene mejores condiciones para negociar con los holdouts, de manera “justa, equitativa, y soberana” pero aún es una incógnita cuánto reclaman.
Lo único concreto es que la deuda en default nominal (sin contar intereses) es de cerca de U$S 6.000 millones y que Griesa ordenó un fallo para el 1% de acreedores del canje, para que cobren el 100% más intereses (hoy serían U$S 1.700 millones).
Este último viernes, Griesa convocó una audiencia, con los los “me too”, con el motivo de tener una cuenta final, que en términos de dicho fallo, y con “los otros mee too”, ascendería a U$S 25.000 millones.
La demora de Griesa en una definición de la deuda holdout es sospechosamente funcional a los tiempos de los fondos buitre, quienes especulan con tiempos electorales para sacar provecho de su sentencia.
Posted: 01 Jun 2015 08:42 AM PDT
Sucre, 1 Jun. 2015 (ABI).- El presidente Evo Morales posesionó el domingo a los nueve gobernadores del país en una solemne ceremonia que se realizó en la Casa de la Libertad de Sucre, donde se fundó Bolivia en 1825, y propuso un trabajo conjunto para el desarrollo de todas las regiones.
El presidente Evo Morales (Archivo, ABI)
El presidente Evo Morales (Archivo, ABI)Después de juramentar a  Alex Ferrier como Gobernador del Beni, Esteban Urquizo de Chuquisaca, Iván Canelas de Cochabamba, Félix Patzi de La Paz, Víctor Hugo Vásquez e Oruro, Luis Adolfo Flores de Pando, Juan Carlos Cejas de Potosí, Rubén Costas de Santa Cruz y Adrián Oliva de Tarija, el Jefe de Estado dijo que ya pasó la campaña electoral y las confrontaciones, y aseguró que ahora viene la gestión y el trabajo.
“Siento que debemos trabajar conjuntamente, acabó la campaña, acabó las confrontaciones, es como empezar una nueva gestión conjuntamente en plena coordinación”, remarcó en su discurso.
Para ese propósito ofreció una comunicación directa las 24 horas del día, revelando públicamente su número telefónico porque, a su juicio, es importante trabajar por el bien del pueblo boliviano.
“Quiero decirles hermanos, para esta clase de coordinaciones, dejo mi teléfono, anótense hermanos gobernadores, para que puedan llamarme las 24 horas, y si no atiendo, dejen mensaje para que pueda devolverles la llamada”, puntualizó.
“Que se acabe la confrontación”, insistió al puntualizar que es importante  acelerar el desarrollo y dijo que la tareas de las autoridades son fortalecer la economía nacional y regional, además de consolidar las autonomías, que están establecidas en la Constitución Política del Estado, para que los departamentos sean productores, generadoras de divisas, tarea para la que “se debe invertir de manera conjunta”.
“Quiero decir, las autoridades tenemos tiempo prestado para servir al pueblo, aprovechemos para bien de los departamentos”, refrendó.
Recordó que Bolivia ha mejorado su imagen internacional con la implementación de políticas de impacto social y ha mejorado también su situación económica, frente al país que recibió en 2005.
Dijo que en conjunto con los gobernadores y los alcaldes de Bolivia se tiene que seguir trabajando para reducir   la pobreza, para seguir planificando el crecimiento económico.
“Políticamente hemos dado pasos importantes en estas transformaciones, pero democráticamente con la participación del pueblo boliviano. Ahora viene consolidar los procesos autonómicos departamentales. Los departamentos decidirán su futuro en este proceso autonómico en los departamentos, pero la tarea, la obligación es como autoridades del llamado Órgano Ejecutivo: alcaldías, gobernaciones y el gobierno nacional como ampliar esta imagen que tiene Bolivia”, sustentó.
En esa propuesta de trabajar mancomunadamente, pidió a las gobernaciones y a las alcaldías asociarse con el gobierno  nacional para no buscar inversionistas extranjeros y para que los beneficios, las utilidades, se queden en los departamentos y en Bolivia.

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