Chile 2015
El certamen se puso en marcha y
antes del encuentro entre el organizador y Ecuador en Santiago por el grupo A
se vivió un show corto y efectivo de danzas, luces y fuegos artificiales.
La fiesta inaugural comenzó
puntual, a las 19.15, con un presentador local que le dio la bienvenida a los
espectadores que llegaron temprano (a las 17.30 abrieron las puertas), ocuparon
al menos el 70 por ciento de la capacidad del estadio Nacional y recordó la
séptima ocasión de Chile como organizador. Luego presentó a cada uno de los
seleccionados participantes.
Los espectadores, muchos de ellos
liberados después del mediodía en sus respectivos trabajos, llegaron temprano
al evento y eso ocasionó complicaciones en el tránsito.
Cuando de la boca del presentador
se desprendieron los nombres de Perú, Bolivia y Argentina, la silbatina fue
estruendosa como señal del poco afecto que tienen los transandinos hacia
algunos de sus hermanos latinoamericanos.
Sin embargo, el respeto fue
unánime cuando se ejecutó el himno de Ecuador en los minutos previos al
partido. Cuando los asistentes buscaron sus asientos encontraron tarjetas
verdes con la leyenda: “América nos une, no hagas la diferencia y levantemos
esta tarjeta verde durante el himno de nuestro país hermano”; y así fue.
Como en toda ceremonia de estos
tiempos que corren hubo una pantalla gigante que exhibió un video cuyo
protagonista fue un oficinista chileno, quien despojado de su horario de trabajo,
utilizó el tiempo libre para patear una pelota que recorrió los 12 países que
integran la Copa América y las ocho sedes del certamen.
Poco después se apagaron las
luces del mítico estadio Julio Martínez Pradanos y dio comienzo en el escenario
montado en la tribuna Andes otro buen momento de la fiesta: a la altura de la
mitad de la cancha se produjo una danza ancestral típica de la Isla de Pascua
de Chile que congregó a 50 bailarines.
Desde entonces, el show de luces
se hizo colorido y luminoso con la aparición de 12 globos en representación de
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Jamaica, Mexico,
Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, mientras acróbatas bailaron sobre arneses
y finalizaron en la mitad de la cancha de manera sincronizada.
Un buen golpe de efecto fueron
los fuegos de artificio que se instalaron en la periferia del césped, en la
pista de atletismo, y fuera del estadio. A la hora señalada estallaron para el
deleite de los ojos emocionados de los espectadores.
Cuando la fiesta ingresaba en la
recta final hizo su aparición el cantante del grupo local ‘Noche de Brujas’
quien entonó el himno de Chile y cantó la canción oficial de la Copa América.
En ese mismo instante, para hacer completa la escenografía, apareció ‘Zincha’,
la mascota.
El desenlace se produjo a las
19.45, diez minutos más de lo estipulado, y poco después los hinchas
aprovecharon para calentar gargantas en la fría noche de Santiago y exclamar a
los cuatro vientos el clásico: “¡Chi, Chi, Chi, le, le, le, viva Chile!”, que
sirvió como recibimiento para los futbolistas en el calentamiento
precompetitivo.
La fiesta inaugural contó con la
presencia de la presidenta Michelle Bachelet quien a través de la televisión
pública chilena dio su mensaje, pero no hubo presentación para ella ni para el
presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile, Sergio
Jadue, por temor a abucheos y silbidos como producto de un descontento general
en el ámbito social y político.
El descontento también se
trasladó al bolsillo. El anuncio de 7.700 pesos chilenos para un sandwich y una
bebida generó el malestar en el público. De todas maneras, eso no eclipsó el
show efectivo y breve en la fiesta inaugural de la Copa América que llenó de
algarabía las gradas del estadio Nacional.
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