Todas las voces y músicas de la Patria Grande

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sábado, 22 de octubre de 2016

No lo dudes

Gonzalo Carbajal afirma que los medios populares son los únicos que pueden ocupar un lugar para que el pueblo sea sujeto de su propio relato.

Por Gonzalo Carbajal *

No dudó Iván y apuntó a esos tipos de uniforme que estaban deteniendo a otros pibes como él. Con su celular los grabó, los fotografió y dejó pruebas hasta de la patente del móvil que usaban esos prefectos que olvidaron a quién tienen que cuidar.
Foto ilustrativa

No dudó en decirles a los mismos agentes que los habían torturado unos días antes que él era quien los había escrachado en la televisión, para que dejaran tranquilos a los otros. Semanas antes los habían arrastrado al borde del Riachuelo para enseñarles lo cerca que andan de la muerte, ¡cómo si ellos pudieran tener alguna duda! Les pegaron, les clavaron cuchillos en el cuerpo y gatillaron sobre sus cabezas con las armas que el pueblo les paga.

No dudaron los uniformados. Iván no podía tener una linda campera, tenía que ser robada. Y esa segunda visita era porque en lugar de arrugar y callarse la boca, este joven los había denunciado.

No dudan Iván y sus compañeros de La Garganta Poderosa en usar las armas que la sociedad puso en sus manos. Les dio cámaras, les enseñó a usarlas, les dio acceso a computadoras y aprendieron a editar. Les dio la posibilidad de formarse y de que existan medios populares y ellos tomaron los micrófonos.

No duda Silvana Giudici al ir contra los talleres de comunicación popular que se pudieron realizar en todo el país merced al financiamiento de los FOMECA. Es que les duele que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual haya puesto la vara tan alta y la comunicación popular tenga no solo legalidad sino también financiamiento.

No fue un acto de heroísmo el de Iván, fue en defensa propia. La forma que el pueblo tiene que defenderse de la violencia institucional es luchar hasta poder mostrarla, “cambiar las lógicas del poder que son también las lógicas de la comunicación hegemónica”, explica Marita Mata.

Les dijo el Indio Solari “Siempre hubo torturas, en algunas épocas menos y en otras más”. Macri asumió prometiendo cerrar la grieta. La grieta está a la vista porque ahora podemos verla y hablar de ella, también estaba antes pero no se veía. Eran tiempos en que no se hablaba de la violencia institucional, cuando las fuerzas de seguridad iban armadas a las marchas, cuando los agentes torturaban y apretaban pero no iban presos.


Cerrar la grieta es un eufemismo. Con la complicidad de los empresarios mediáticos planeaban dejar de mostrarla y cuando fuera inevitable usarían los mecanismos de desplazamiento del sentido que usaron toda la vida: la sentencia previa y el estigma. Los medios populares son los únicos que pueden ocupar ese lugar para que el pueblo sea sujeto de su propio relato. No les dio para eliminar los fondos de fomento a la comunicación popular hasta ahora, pero no hay dudas de que vendrán por ellos. Sin dudas ahí hay una batalla que nos debe encontrar organizados.

LA VENTANA › MEDIOS Y COMUNICACION - 20 de octubre

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