“Nos acostumbramos a la idea de que
cuando una persona es condenada pierde casi todos sus derechos; el sistema
penitenciario provincial viola derechos todos los días”, declamó el presidente
del Comité contra la Tortura del Chaco Mario Bosch. El abogado compartió mesa
con el presidente de la Asociación Pensamiento Penal Mario Juliano, que ante un
auditorio del fuero local pidió construir en la provincia un modelo
alternativo.
Para el juez de Necochea el ejemplo
a seguir es el Centro de Rehabilitación de “Punta de Rieles” en Uruguay, del
que abundó en detalles porque conoció y recorrió en varias oportunidades.
A la presentación fue invitado el candidato a gobernador por el Frente Chaco Merece Más, Oscar Domingo Peppo, que coincidió con algunos puntos de la propuesta de Pensamiento Penal y se pronunció en contra de un sistema penitenciario, apéndice de la Policía. “Tenemos el desafío de sumar voluntades para cambiarlo”, dijo
Juliano valoró la legislación chaqueña en materia de seguridad
y por contar con un comité contra la tortura, e instó a mejorar sus cárceles.
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El acto se hizo en el microcine del
Guido Miranda y comenzó con la proyección de un video que reprodujo imágenes y
denuncias periodísticas sobre deficiencias y conflictos típicos en los centros
de detención.
Un problema estructural y
conceptual
En su intervención, Bosch comparó
el antes y después de la inauguración de la alcaidía de Sáenz Peña para señalar
que, aunque haya un edificio nuevo, se naturaliza una concepción de retroceso
de derechos. “Me pregunto qué juez le diría a un procesado ‘Te condeno a doce
años de privación de la libertad, de la educación, de la salud y del trabajo’”,
propuso antes de reconocer que en el sistema hay mucha gente que trabaja y
mucho por garantizar en esos aspectos. “No hacemos un juicio de valor sobre el
personal penitenciario, ni creemos que se trata de buenos y malos; es un
problema estructural y conceptual”, aclaró antes de invitar a pensar en
mecanismos de admisión y de organización distintos.
El abogado instó a un cambio al
recordar que cuando una persona es condenada lo único que pierde es su libertad
ambulatoria en un espacio determinado, “todo lo demás son derechos: la salud y
la educación son lo mismo, a un lado y otro del muro”. De allí que consideró
necesario mirar el sistema uruguayo, donde la reincidencia es inferior al 2%.
El ejemplo uruguayo
Anoche el juez Mario Juliano invitó
a leer el proyecto en detalle en el sitio web de la asociación
(pensamientopenal.org.ar) y agrupó las propuestas en tres ejes: pacificación de
la vida carcelaria, recuperación de derechos para las personas privadas de su
libertad y políticas públicas pospenitenciarias destinadas a la integración
social.
Para el presidente de Pensamiento
Penal “no hace falta sancionar leyes especiales ni crear programas complejos,
sino determinación política y personas que estén dispuestas a llevar adelante
cambios”.
La exposición del penalista se
centró en contar cómo funciona el centro uruguayo Punta de Rieles, una
experiencia que la entidad propone imitar en la Argentina.
“Es un proceso maravilloso de
transformación del modelo penitenciario porque nos demuestra que, en un lugar
de encierro, se puede construir un espacio de libertad”, definió.
Juliano señaló que la
transformación en el vecino país fue posible gracias a un acuerdo interpartidario
en materia de seguridad pública. Entre las innovaciones mencionó que el actual
director del centro carcelario es un docente (Luis Parodi) y que hacia el
interior del perímetro custodiado el centro funciona como un barrio, con
personas deambulando en un espacio de 20 hectáreas. En Punta de Rieles funciona
un almacén, rotisería, peluquería, café, una emisora de radio y hasta un banco
que presta dinero para emprendimientos, todo administrado por internos. Y en
una institución donde los funcionarios rinden cuentas cada año ante los
destinatarios de las políticas, con objetivos propuestos, cumplidos y
pendientes. “Lo visité cuatro veces y sin las autoridades lo recorrimos
libremente, hay mucho de simbólico en un lugar de alojamiento donde se respeta
la dignidad de las personas”, valoró.
Casi todas las butacas del cine
estaban ocupadas y en las primeras filas estaban reconocidas figuras como la
integrante del Superior Tribunal Iride Grillo, el procurador Jorge Canteros, el
camarista Víctor Del Río, la jueza de Faltas Sandra Saidman y la jueza federal
Zunilda Niremperger, además de referentes de derechos humanos, legisladores
provinciales y nacionales, autoridades del Ejecutivo y del servicio
penitenciario provincial.
Fuente Diario Norte
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