El 10 de diciembre de 1991
Kirchner asumió la gobernación de Santa Cruz cuando la provincia, que aportaba
sólo el 1% del PIB nacional con sus discretas producciones del sector primario,
estaba azotada por la crisis económica, el paro y un déficit de sus cuentas
públicas que ascendía a los 1.200 millones de dólares al cambio. La receta
aplicada por el nuevo gobernador consistió en fuertes inversiones públicas para
estimular la actividad productiva, la contratación laboral y el consumo,
estrategia en favor del crecimiento que se situó en las antípodas del modelo
liberal ortodoxo, concentrado en la eliminación de la hiperinflación, en el
reajuste monetario y la desregulación del Estado, que estaba aplicando Menem en
el Gobierno nacional.
Toda vez que Kirchner hizo un
manejo eficiente del limitado presupuesto provincial, con eliminación de gastos
improductivos, y de las regalías de la explotación de los hidrocarburos,
principal riqueza del territorio y fuente de ingresos, la consecuencia de sus
políticas expansionistas y sociales fue que al cabo de una década Santa Cruz
exhibía un rostro de prosperidad que encima presumía de equilibrio fiscal,
incluso de superávit en algún ejercicio. La remota Santa Cruz saneó sus
finanzas y pasó a encabezar la lista de provincias, tras la capital federal,
con mejor distribución de la riqueza y menor índice de pobreza.
Kirchner se labró un perfil un
tanto singular de peronista de centro-izquierda, crítico tanto con el modelo
neoliberal de Menem como con la burocracia sindical del justicialismo, y que
otorgaba tanta importancia al control de la balanza fiscal como a un modelo de
crecimiento sobre bases
productivas, no especulativas, y
nacionales, no expuestas a los flujos y reflujos del capital foráneo. En lo referente
a los Derechos Humanos y la consideración de los años de la dictadura, Kirchner
estaba considerado progresista. Así, en diciembre de 1990 manifestó su repudio
a la decisión de Menem de indultar a los antiguos comandantes de las juntas y a
dirigentes de los Montoneros.
No sean tan burros y aprendan un
poco de historia contemporanea. Nestor Kirchner por conveniencia política y en
defensa de su provincia estuvo siempre en contra de Menem, a menos que le
pudiera sacar algo para su Provincia. Cuando llegó a la Gobernación era una de
las mas pobres del País . Fundo la OPEFI (Provincias petroleras) y obligó a
Menem y Cavallo a compartir regalías con estas Provincias. Cristina es otra
historia, aparte de hacer lo que le convenía para la Provincia de Santa Cruz,
fue "una piedra en el zapato" para el menemismo ( Publicado en La
Nación - 1996 y 2000), no votó las privatizaciones, se levantó y se fue, tuvo
serios encontronazos públicos con Corach, y terminó siendoechada del bloque menemista,
volviendo a Santa Cruz.-
Publicado:FM Universo 94.3 MHz. Edid Medina - Ramón Bohle
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