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jueves, 11 de agosto de 2016

Reconstruyen los días en el RI N°9 de una de las víctimas de la Masacre de Margarita Belén

11/08/2015 A través de una serie de testimonios, la Justicia Federal de Corrientes pudo reconstruir parte de lo que fueron los últimos días en que se vio con vida a la chaqueña Dora Noriega, una de las víctimas de la Masacre de Margarita Belén perpetrada el 13 de diciembre de 1976.
Fue en un requerimiento de instrucción fiscal que provocó el reciente procesamiento con prisión preventiva de doce exintegrantes de fuerzas de seguridad por su responsabilidad en crímenes de lesa humanidad cometidos en Corrientes durante la última dictadura.
El juez a cargo del Juzgado Federal N°1 de Corrientes, Carlos Soto Dávila, sostuvo que en los 102 casos bajo investigación las víctimas no sólo fueron privadas ilegalmente de sus libertades personales, sino que también fueron objeto de vejaciones y apremios ilegales al ser mantenidas en detención clandestinamente para extraerles declaraciones bajo esas condiciones.
Los testimonios recolectados permitieron reconstruir el destino de algunas de las víctimas, como es el caso de la chaqueña Dora Beatriz Noriega, detenida entre los meses de octubre y noviembre de 1976, alojada y torturada en el centro de detención que funcionó en el Regimiento de Infantería 9 “Coronel Pagola”. Aproximadamente, el 12 de diciembre de ese año fue trasladada y asesinada en el operativo conjunto del Ejército Argentino y la policía de Chaco conocido como “Masacre de Margarita Belén”.
“Entre otros pude reconocer interiormente a las siguientes personas: (…) 
Dora Noriga o Noriega, a quien conocí en una asamblea de delegados  estudiantiles de la Facultad de Arquitectura”, declaró Carlos Achar Carlomagno. “Dorita se encontraba embarazada y muy débil; después supe que a causa de las torturas el bebé había muerto y como no se lo sacaron se le pudrió adentro, ella también figura como desaparecida”, comentó.
Por su parte, Lilian Ruth Losada, al ser preguntada respecto de si tuvo oportunidad de reconocer alguna otra persona que estuviera detenida en el Regimiento N°9 respondió que si. “Vi a una persona que ya conocía en el baño. Puede decirnos quien era: Dora Noriega”, contó. ¿En que circunstancia la vio y como la vio a ella?, se le preguntó. “Nosotros cuando queríamos ir al baño llamábamos al soldado y el soldado venía a buscarnos, a veces nos decía que espere un momento, yo supongo que no podían ir dos personas juntas al baño, y un día coincidimos, tal vez haya sido un error el encuentro, nosotras vivimos casi 3 años juntas siendo estudiantes, y, ella estaba muy mal, muy lastimada, muy débil, hablamos pocas palabras, me dijo ‘mirá lo que me hicieron…’”, dijo.
 Por su parte, José Pedro Almirón, contó parte de la charla que tuvo con el compañero de militancia de Nora, el “Mono” Vargas, quien también había sido secuestrado por las fuerzas armadas. “Le digo ‘Mono que pasó, que te pasó’. Me dice: “Si, me agarraron, me pegaron mucho, me torturaron, me van a matar”, me dice. “No, Mono, que te van a matar, yo estoy vivo acá’, le digo, que pasó, me dice ‘la detuvieron a mi novia también, le detuvieron a mi novia, a la Dorita Noriega”.
La historia de Nora
Según recuerda el sitio de la Comisión Provincial por la Memoria del Chaco, Dora Noriega nació en General San Martín, el 13 de noviembre de 1952. Concurrió a la Escuela Primaria N° 44 de esa localidad. Cuando cursaba 3° grado comenzó a vender pastelitos, flanes y alfajores que preparaba su madre para ayudar a la situación económica humilde de la familia. Para su formación secundaria asistió al Bachillerato “Esteban Echeverría”, también de San Martín, de donde egresó con el título de Bachiller Biológico.
En 1972 fue a vivir a la ciudad de Corrientes con un grupo de amigas de la secundaria, y con algunas de ellas compartió una pensión por un tiempo. Si bien se inscribió en otras carreras, finalmente comenzó a estudiar Bioquímica en la Universidad Nacional del Nordeste. Visitaba a sus padres en General San Martín.
En el año 1974 decidió mudarse a un departamento situado en la zona céntrica de la ciudad de Corrientes.  En esa época, Dora comenzó a militar en la Juventud Universitaria Peronista, y luego en Montoneros.
En ese tiempo debieron abandonar el departamento, que días después fue allanado. Para mediados de dicho año, Dora estaba en pareja con un compañero de militancia, el “Mono” Vargas. En este período, Dora avanzó en su compromiso con la organización, pese a la situación difícil del país.
En septiembre de 1976 volvió a Corrientes, luego de visitar a su madre, y desde entonces no tuvo más contacto con su familia. Una versión indica que por esta época ella estaba recientemente embarazada. Posiblemente haya vivido en la clandestinidad en distintos lugares durante ese tiempo: Misiones, Resistencia, Córdoba. Desde esta última provincia envió a su madre una postal.
Fue secuestrada por fuerzas pertenecientes al Ejército Argentino entre octubre y noviembre de 1976. Estuvo detenida-desaparecida en dependencias del Regimiento 9 de Infantería “Coronel Pagola” en la ciudad capital de Corrientes. Allí la mantuvieron hasta los primeros días del mes de diciembre de dicho año. En este lugar fue vista por varias personas. Su antigua compañera de departamento, también detenida allí, la vio en el baño de ese lugar; se cruzaron en un momento y Dora le dijo: “Siempre juntas”.
Una detenida en el Regimiento relata en su testimonio judicial que conoció a Dora en el cautiverio. Destaca que a pesar de estar muy golpeada, cuando le preguntó a Dora cómo estaba ella respondió con fuerza que se encontraba bien. Esta compañera de detención cuenta que una noche, entre el 10 y 13 de diciembre de 1976, Dora fue sacada del Regimiento bajo las órdenes del oficial de Inteligencia Horacio Losito para un supuesto traslado. Desde esa noche no se supo más de ella.
El domicilio de sus padres sufrió varios allanamientos por parte del personal de la Gendarmería, incluso después de la desaparición de Dora; en ellos se llevaron todas las fotos y cartas de ella y de su hermano mayor. Dora y su compañero el “Mono” Vargas permanecen desaparecidos.

Chaco Día por Día

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