Los actos previstos para celebrar
al Madero del milagro fundacional se desarrollaron con normalidad. Tras la
procesión, que abarcó siete cuadras de fieles, se ofició la Misa ante una
importante multitud. Reinó la emoción.
Miles de fieles se congregaron en
los festejos por el Día de la Cruz de los Milagros, integrándose en una
celebración de fe en una de las expresiones de la tradición religiosa correntina,
la procesión abarcó casi ocho cuadras.
Cada uno de los momentos
litúrgicos. Fue presidida por el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés
Stanovnik, poco antes de las 16 dio inicio la procesión, de la que formaron
parte numerosas Autoridades ,municipals y provinciales,parroquias y comunidades
educativas que integran la Arquidiócesis.
La procesión partió desde el
templo que guarda la reliquia del histórico símbolo de la fundación de la
ciudad y se encaminó por la calle Buenos Aires hasta la 25 de Mayo para, luego
de pasar por la iglesia La Merced, doblar por la calle Salta y volver al lugar
de partida donde, alrededor de las 17, el Arzobispo de Corrientes ofició la
Santa Misa.
Luego de una hora de recorrida,
la procesión llegó a la iglesia La Cruz, donde estaba dispuesto el altar mayor
en el predio ubicado junto al templo. Poco a poco, luego del ingreso de la
tradicional Cruz de los Españoles, hicieron lo propio las distintas comunidades
religiosas, las autoridades y también la ciudadanía en general para participar
de la Santa Misa prevista al aire libre.
LA CRUZ EN LA HISTORIA
Ante un predio colmado de
creyentes, Stanovnik resaltó en su homilía el valor del Madero para el pueblo
correntino, como símbolo de identidad. "Nos hace bien recordar de dónde
venimos y contar nuestra historia. Eso afianza nuestra identidad, nos fortalece
como familia y nos proyecta hacia el futuro", manifestó el Arzobispo en su
homilía.
Su mensaje se centró en la Cruz,
de la que resaltó lo que comprende para los cristianos, ya que indicó que
"la Cruz es la victoria del amor de Dios sobre el odio y la barbarie
humana", a lo que agregó que "la Cruz es el símbolo inequívoco de ese
amor".
Monseñor relató el signo de la
cruz utilizado en la historia del cristianismo, así como en la de los
correntinos, y como legado a las nuevas generaciones a las que se la transmite
como un gesto de amor. En este sentido, recalcó la necesidad de transmitir las
mismas lecturas de la historia.
"Es enorme la
responsabilidad que tenemos de transmitir bien la memoria a nuestros hijos.
Pero para ello es indispensable sanar espíritus y mentes, buscar caminos que
nos ayuden a superar indiferencias, resentimientos y odios. Una persona
resentida debería abstenerse de contar la historia hasta tanto no se libere de
la ceguera que le producen sus resentimientos. No es una utopía proponernos el
perdón y la reconciliación como horizonte para alcanzar la amistad social y la
paz", manifestó en su homilía.
No faltó la presencia del Papa
Francisco, a quien hizo referencia para hacer mención de la Cruz como el camino
para encontrarse con Jesús, destacando que el rezo de la novena hizo referencia
a una frase de la primera carta de Pedro, el apóstol, a Jesús.
Por último, invitó a la comunidad
a formar parte de la Primera Asamblea Arquidiocesana, que será en octubre, con
el tema Iniciación a la Vida Cristiana, una iniciación a la comunión y a la
misión.
Las celebraciones por la Cruz de
los Milagros concluyeron con un gran festival musical que también se desarrolló
para cerrar el Mes de Corrientes. El evento artístico se realizó cuando
concluyeron las actividades religiosas en el patio interno de la iglesia de la
Cruz de los Milagros.
Tras la tradicional procesión y misa, se
desarrolló el espectáculo con la actuación del joven chamamecero Alan Guillén y
la presentación de Entre el Cielo y la Tierra, una composición que contó con la
participación de la Orquesta, el Coro y los ballets estables del Municipio.
Entre el Cielo y la Tierra es un proyecto
surgido desde el Departamento de Artes Musicales y presentará un recital
totalmente inclusivo, conjuntamente con el Departamento de Danzas, ambos
dependientes de la Dirección General de Cultura y la Subsecretaría de Cultura,
Turismo y Grandes Eventos de la Municipalidad.
Se trata de una composición escénica de la que
participaron casi 200 artistas de la orquesta y el coro municipal Herminio
Giménez, ensambles musicales, ballets estables de la Comuna y de la Casa del
Bicentenario, el trío Selva Guaraní, Los del Paraná, Itatuguá, la fundación
Cocomarola, el taller Raíces Nuestras, el ballet El Fortín, entre otros.
FM Universo 94.3 MHz. Edid Medina - Ramón Bohle
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