Un evento sencillo, pero que quedará en la historia de la
industria automotriz nacional, este mediodía comenzó a fabricarse en La Matanza
el Sero Electric: el primer auto eléctrico argentino.
Demandó una inversión de cuatro millones de dólares y cuatro
años de trabajo. Y comenzó a producirse hoy, en la fábrica de motos Da Dalt,
con el objetivo de llegar a las 150 unidades para fin de año. El lanzamiento
comercial será en noviembre, con un precio estimado de diez mil dólares.
El Sero Electric es el sueño del empresario Pablo Naya,
propietario del concesionario La Voiture (Citroën), en sociedad con otros
inversionistas. Entre ellos se destaca Pierre Ianni, director de Calidad de PSA
Peugeot-Citroën para Argentina y Brasil.
El vehículo mide sólo 2,35 metros y su diseño está basado en
el Movitron Teener italiano.
Los responsables del proyecto están tramitando un permiso
especial para poder circular en el tránsito local.
Mientras tanto, el Sero Electric podrá ser utilizado en
ámbitos cerrados con fines industriales, de seguridad, traslado en barrios
privados y aeropuertos. Estos serán algunos de los usos que tendrá en Estados
Unidos, su primer mercado de exportación, a partir del año que viene.
La planta de Da Dalt en Villa Luzuriaga hoy continúa con la
producción de algunos triciclos motorizados de carga, pero está prácticamente
copada por el Sero Electric. En la actualidad trabajan 15 personas, pero se
espera formar un plantel de 50 empleados.
Hoy estamos trabajando con baterías de ácido de ciclo
profundo, pero esperamos en el futuro utilizar baterías de litio, pero eso
también incidirá en los costos. El motor tiene una potencia máxima de 8 kw
(10,8 cv) y tiene una autonomía de 65 kilómetros con batería de gel. Con
baterías de litio estimamos que llegará a los 120 kilómetros. La recarga es
sencillísima: se enchufa a un toma eléctrico doméstico y entre cinco y siete
horas se carga por completo.
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