El locutor y periodista de Radio
Nacional del Salvador, Otto Salamanca, conversó con el programa Núcleo Duro que
conduce Mona Moncalvillo, sobre la figura de Monseñor Romero y su beatificación
por parte de la Iglesia Católica, que tiene lugar hoy en la Plaza de las
Américas en la capital salvadoreña, 35 años después de su asesinato por los
militares.
Ahora es la etapa de conocer más
a fondo la verdad, y Monseñor Romero nos invita desde sus homilías a la
reconciliación”, aseguró Salamanca.
El periodista de la radio pública
salvadoreña explicó que desde sectores de la derecha de ese país, acusados
desde hace años de ser los autores el crimen, se han sacado comunicados sobre
la beatificación que hablan de reconciliación pero no ha habido un pedido de
perdón.
“Hay sectores que no entienden
que para llegar al perdón hay que conocer la verdad y conocerla a fondo y de
alguna manera pedir perdón. Necesitamos reconciliación como país pero la
reconciliación también pasa por un tipo de acuerdos en que ataquemos las causas
que provocan violencia”.
Y agregó: “Es verdad y justicia,
y la verdad pasa por reconocer que somos una sociedad estructurada de tal
manera que estamos produciendo pobres. Es una sociedad desigual, está diseñada
así en todas sus estructuras, también en la parte político-jurídica, que genera
a veces impunidad. Hay que revisar todo, todo lo que implique desigualdad porque
es la madre de toda la violencia”.
Sobre la ceremonia y el proceso
de beatificación, impulsado desde 1990, pero acelerado desde la llegada del
Papa Francisco, Salamanca afirmó que El Salvador vuelve a ser hoy el centro del
mundo.
“Se han alquilado dos satélites
para que esto esté en las pantallas de todo el planeta”, dio Salamanca. “Así
que es un acto donde el Salvador vuelve a ser centro del mundo y no por motivos
negativos sino ahora por la beatificación de Monseñor Romero, que 35 años
después nos dice a todos los que estábamos y a todos los que decíamos que era
un mártir, -a todos esos pobres harapientos, con olor a sudor, a los que
Monseñor Romero pues defendió y ahora seguiría defendiendo, por supuesto, a
todas estas clases oprimidas y empobrecidas, van a estar todos ellos
presentes-, 35 años después nos hacen decir a todos ‘teníamos razón’.”
El periodista centroamericano
hizo además referencia a la labor de Monseñor Oscar Arnulfo Romero con los
pobres y los desclasados en el Salvador y los retos que implica hoy seguir su
ejemplo.
“Monseñor Romero es víctima
también en estos momentos, en la medida en que el evangelio que lo movió hasta
la martirización, hasta su martirio, pues es también violentado a cada momento;
no sólo en el Salvador, sino en todo lugar donde existe violencia, donde
existen oprimidos. Ahí están también violándose esos principios que nos enseña
el evangelio. Tenemos muchos retos los Salvadoreños de acá para adelante, entre
ellos, uno de los más importantes es no dejar a Monseñor Romero en los
altares”.
Durante el diálogo, Mona
Moncalvillo recordó que el día antes de morir, Romero había hecho un dramático
llamado a los soldados a desobedecer las órdenes de disparar contra el pueblo y
durante su funeral en 1980 más de 100 mil fieles fueron dispersados a balazos
por los soldados. Allí murieron decenas de personas y fue el preludio de la
guerra civil salvadoreña que duró 12 años y que se cobró la vida de 75 mil
personas.
“Fue la concentración más grande
de personas hasta este día en la historia del Salvador, algunos estiman que
podrían llegar a ser alrededor 250 mil personas y aprovechó la ocasión por
parte de la izquierda para que hubiera un par de bombas, pero bombas de esas de
propaganda, no eran bombas ni incendiarias, ni diseñadas para matar ni hacer
daño, esto fue lo que detonó que las fuerzas de seguridad que estaban apostadas
en los alrededores de la Plaza Barrios que es la plaza que está frente a
Catedral Metropolitana de San Salvador, comenzasen a disparar contra la gente,
y eso provocó 22 personas fallecidas, en esa misa inconclusa que creo que llegó
a concluir el día de hoy”.
Muchas personas de todas partes
del mundo están hoy en la Plaza de las Américas en el El Salvador. Consultado
sobre los participantes, Salamanca expresó: “Yo creo que las visitas
importantes son las visitas de los fieles. A Monseñor Romero, no le hubiese
gustado que destacásemos este día dignatarios y ese tipo de personas. En tanto
son representantes de los pueblos, son importantes, pero los más importantes
son mis compatriotas de Latinoamérica que por lo menos tienen la posibilidad de
venir y estar con nosotros”.
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