La presidenta Cristina Fernández de Kirchner cerró con un
emotivo discurso en la Plaza de Mayo, los festejos conmemorativos del 205to.
aniversario de la Revolución de Mayo, en el marco de un multitudinario acto.
La presidenta Cristina Fernández comenzó el discurso de
clausura de los festejos de la Semana de Mayo en Plaza de mayo recordando el
discurso fundacional de Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003.
“Hace exactamente doce años un 25 de mayo como hoy, en una
hermosa mañana de sol, un hombre que había sido ungido como presidente de la
nación apenas con el 22 por ciento de los votos, pronunció un discurso ante la
asamblea legislativa y ante el pueblo de la Nación”.
“Algunos creyeron que era solo eso, un discurso. Es más,
desde alguna editorial se pronosticó que ese gobierno iba a durar apenas un
año. Un discurso fundacional. Tal vez, su concepto más recordado haya sido
cuando dijo que “no pensaba dejar sus convicciones en la puerta de la Casa
Rosada para gobernar el país”.
Ante la multitud, la presidenta agregó que según su opinión
“después vino otro concepto, que hoy, a doce años de ese día adquiere una
dimensión simbólica sin precedentes. Una frase que pasó un poco más
desapercibida. El dijo que “cambió es el nombre del futuro. El cambio no es
solo un cambio económico, social o cultural. También se pronunció sobre la
dirigencia política del país. Dijo que esa dirigencia debía ser juzgada por
nuestras conductas, por nuestras acciones, por nuestra eficiencia, pero sobre
todo por los resultados de las políticas que aplicáramos en el país”.
“Lo tildaron de setentista, de sobreideologizado. Ellos, son
los setentistas, lo que quieren volver a la Argentina del ajuste, el
autoritarismo y la represión. Nosotros en cambio, somos el gobierno de la
transformación y el cambio”.
Luego, la jefa del Estado expresó ante una Plaza de Mayo
colmada por la multitud que se dio cita, “Quisiera saber cuántos presidentes se
plantarían como se plantó él en la Cumbre de las Américas”.
“Él, contra todos los pronósticos se plantó frente a un
default que no había decretado. Pero se plantó diciendo que íbamos a pagar de
acuerdo a nuestras posibilidades. Se plantó y obtuvo la reestructuración de
deuda soberana más importante que hubo en el mundo”.
“No tengo nada de qué avergozarme. No tengo ninguna cuenta
en el exterior que me puedan descubrir.
“Lo primero que hizo en sus primeros días de gestión fue a
resolver el conflicto educativo de Entre Ríos, a rescatar a las provincias de
las cuasi monedas, y a reunir el Consejo del Salario”.
“Ese hombre fue también el que comenzó en su primera gestión
de gobierno a considerar a los más olvidados: nuestros jubilados”.
“Yo espero que a partir del 10 de diciembre, los mismos
dirigentes sindicales pongan la misma enjundia en defender el salario como lo
defendieron en el los últimos años”.
“Le digo a los trabajadores, como se lo dije a los gremios
esta semana en el Salón Eva Perón: espero que sigan pidiendo y luchando, porque
si no lo hacen, yo les voy a pedir a los trabajadores que cambien de dirigentes
para que sigan teniendo los mismos derechos y los mismos beneficios que
tuvieron en los últimos doce años”.
“Este es un proyecto colectivo: no depende de una sola
persona: depende de ustedes, para que siga ser llevado adelante”.
Al recordar la inauguración del sitio de la Memoria en el
Casino de Oficiales de la ex ESMA el día miércoles, la presidenta sentenció
“Hemos forjado una nueva identidad democrática. Los derechos humanos se han
incorporado definitivamente de esta identidad que nadie puede renegar. Es
patrimonio de la Nación y orgullo de la patria”.
Luego continúo
recordando el acto de restitución del sable corvo del General San Martin en el
Museo Histórico Nacional: “Diganme compatriotas, desde que tengan memoria,
desde que volvió la democracia, si recuerdan alguna vez tanta gente en las
calles, vivando a los granaderos, si recuerdan tantos niños vistiendo el sable
de San Martin”.“¿Cuántas veces vieron ese fenómeno de recuperar los
símbolos patrios y llevarlos con orgullo? Esa es la tarea de los que gestionan
el Estado. Que nuestros chicos lleven el uniforme de San Martin, y sepan su
historia”.
Y agregó: “Hemos contruido miles de escuelas, 5 millones de
computadoras, 15 millones de libro, 14 universidades nacionales, pero ayer
cuando difundíamos millones de personas se enteraron que el general San Martin
había legado en su testamento el sable al brigadier Juan Manuel de Rosas. La
historiografía liberal niega eso. Falta mucho en educación”.
“Es mala la subordinación política y la subordinación
económica, pero no hay nada peor que la subordinación cultural, la
desinformación que no nos permite elegir los caminos correctos”.
“Es difícil defender los intereses de la mayoría. Tenemos la
obligación, como dirigentes políticos nacionales y populares, que dirigir el
destino de un pueblo a una vida mejor tiene sus costos personales.
“Pero eso no importa, sabemos que esta Argentina no tiene
vuelta atrás. Este proceso de tranformación debe ser profundizado. Yo no
entiendo cuando hablan de ‘continuidad con cambio'”
“Muchos me miran inquisidores y me preguntan Qué va a pasar.
Yo les digo: Va a pasar lo que ustedes quieran. Ustedes son los empoderados,
ustedes son los sujetos de derecho. Ustedes son los verdaderos dueños de su
destino”.
“Derrumbar los mitos y las mentiras que les decían si los
trabajadores ganaban bien no iba a haber inversión ni trabajo, o que no había
posibilidad de apartarse del Fondo Monetario Internacional. Miren lo que pasó a
afuera, tenemos que quitarnos las anteojeras”.
“Tenemos patria, y estamos orgulloso de ella”
Y pidió a todos los argentinos que “Estemos atentos”.
“Tenemos que escucharnos los argentinos, y sobre todo
escuchar a los dirigentes que nos van a gobernar en los próximos años. Que no
tengo ninguna duda será el rumbo del cambio y la transformación que hemos
venido encarando en los últimos doce años. Ahora que escucho que todos están de
acuerdo con todo, que la AUH está muy bien, que no van a privatizar Aerolíneas
e YPF. Yo les quiero recordar que cada
vez que votamos alguna de estas lo hicimos en absoluta soledad”.
“Quiero darles las gracias a todos y cada uno de los
argentinos. A los que me quieren como ustedes, a los que me votaron, y también
a los otros. Quiero darles las gracias a los 40 millones de argentinos. Porque
yo se que aún en el fondo saben que las cosas que hicimos, que las decisiones
políticas que tomamos eran las más importantes para todos. Porque a todos, con
una mano en el corazón, piensen como estaban en el 2003. ¿Están un poco mejor
que en el 2003?”.
“No tengan miedo, van a venir muchos 25 de mayos más, en los
que van a ser felices, en los que todos, los 40 millones somos argentinos”.
Para concluir, Cristina Fernández se despidió en tono personal: “Quiero
agradecerles a todos, porque en estos doce años tuve los momentos más felices y
más tristes también. Partió el compañero, pero llegaron los nietos. Aquí
estamos, de pie, firmes, enarbolando la bandera y llevando la escarapela en el
corazón”.
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