Todas las voces y músicas de la Patria Grande

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martes, 5 de mayo de 2015

Dramático testimonio del asesinato a Servando Picoli

SAENZ PEÑA (Agencia). “Lo engañaron, los militares le dijeron a Carlos Servando que mi madre estaba enferma, y el venia en bicicleta por un caminito vecinal y allí lo ejecutaron por la espalda”, comienza relatando a NORTE el profesor Mario Picoli, hermano de Carlos Servando, cuyos restos serán exhumados este lunes por orden de la jueza federal Zunilda Niremperger.
¿Cuál era el clima en el año ’79 cuando se ejecutó Servando?
Según testimonios se probó que en el patio de la comisaria seccional primera de la ciudad de Sáenz Peña en la madrugada y en los días subsiguientes a la muerte de mi hermano, se escucharon los comentarios que hacían distintos policías: “Carlos Piccoli fue asesinado la noche del 21 al 22 de Abril de 1979 por los agentes Carlos Chavez y Alcides Roberto Sanferraiter”, que integraban la brigada de investigaciones Nº 2 con sede en la seccional primera de policía de Sáenz Peña. En este operativo participaron más de 500 efectivos del ejército y la policía provincial.
Carlos Servando Picoli. Agricultor y dirigente de los Centros Juveniles Agrarios.
Durante esos años de persecución en forma casi cotidiana recuerdo que llegaba la policía o integrantes del ejército a mi casa en el campo, en Pampa Alegría, a 15 Km al Norte de la ciudad. Entonces revisaban toda la casa. Creaban un caos. Esto era en cualquier horario del día o la noche. Hicieron quemar fotos y elementos que sean de Carlos.¿Pudo vivir personalmente ese clima junto a su familia?
Nunca encontraban nada pero teníamos siempre miedo que nos pusieran algo. Ya que se sabía que en la casa de numerosos productores vinculados a las ligas agrarias colocaron en bolsas de sorgo granadas o armas de fuego que después ellos mismos “descubrían”.
A pesar de su edad, se había constituido en jefe de familia…
Particularmente aterrador era cuando en el patio de la casa aterrizaba el helicóptero y bajaban militares con armas largas. Tenían una actitud amenazante y burlona que nos daban pánico e indefensión. En ese momento yo tenía 14 años y era el responsable, delegado por la familia de cuidar a mi madre.
Frecuentemente estábamos los dos solos en el campo y cada vez que se producía esta situación no sabíamos si íbamos a salir con vida. Por ejemplo, nos apuntaban con armas de fuego o algún militar se encerraba con ella en la pieza. Presionándola en un continuo interrogatorio que podía durar toda la noche o el día. Tratando de sacarle información de Carlos, que ella no tenía. Indagaban si sabía dónde estaba? Cuándo iba a venir? Si recibió mensajes?
Algunos recuerdos familiares
En varias noches de invierno, cuando los militares invadían la casa, uno de ellos sentado en la mesa de la cocina frente a mí me exigía cebarle mates. El modo de enseñar y exigir que los mates sean todos de la misma temperatura, sabor y espumante, según su gusto, era apuntándome a la cabeza con una pistola 9 mm. Montando y desmontando la pistola. Yo no sabía si estaba cargada.
Y la actitud de los militares con su padre, ¿cómo fue?
A mi padre lo llevaban a un galpón en el patio de la casa y lo sometían al mismo interrogatorio. Le decían que había amenazas de los compañeros de Carlos sobre la familia, cosa que nunca existió. Mi papá dejó de hablar, de salir de estar con los amigos y la familia poco a poco se fue disgregando.
Los amigos y parientes se fueron retirando porque tenían miedo de lo que les pudiera pasar. De ser una familia numerosa y unida derivó en la soledad, en la difamación en el “algo habrán hecho” y un increíble espíritu de incomprensión.
Esta situación hizo que mi padre Luis Piccoli se suicidara el 11 de Marzo de 1977. En esos años se desarrolló un intenso operativo de inteligencia sobre la familia.
La noche de la muerte
21 de Abril mi madre estaba en casa de su hija, y fue el día que asesinaron a Carlos en la colonia Pampa Alegría, cuando se supone que él se dirigía a verla a mamá porque ella estaba muy grave según los dichos de los militares, cosa que no era verdad, comentó a NORTE Mario Picoli “A mi hermano lo mataron acorralándolo estos dos agentes que estaban esa noche de guardia en un camino vecinal: Chavez y Sanferraiter. Carlos venía trasladándose en bicicleta hacia la casa de mi madre”, narró. Era de madrugada.
Ellos le dispararon a quemarropa por la espalda. Tres tiros, pateándolo y golpeándolo sin piedad, y lo dejaron abandonado en medio de una agonía. Luego regresaron y tiraron su cuerpo agonizante en la parte de atrás de una camioneta policial, llevándolo a la comisaría de Sáenz Peña”, contó.

Según el comentario de testigos habría fallecido a la altura de la ciudad de Quitilipi, cuando era trasladado en una ambulancia a Resistencia. “Durante el velatorio hubo una gran cantidad de efectivos militares y policiales que merodeaban la zona”, comentó.

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