Alertan que la diabetes afecta a personas cada vez más
jóvenes por el sedentarismo y la mala alimentación
La diabetes, una enfermedad metabólica desarrollada cuando
el organismo pierde su capacidad de producir la insulina o de utilizarla en
forma eficaz, afecta a personas cada vez más jóvenes como consecuencia del
sedentarismo, la mala alimentación y la obesidad, aseguraron especialistas en
el marco de conmemorarse mañana el Día Mundial de la Diabetes.
dIABETES W“Existen dos tipos de diabetes: la 1, que es la
que se da en personas cuyo páncreas no fabrica insulina y, por tanto, siempre
estuvo presente en niños y jóvenes; y la tipo 2, que es la más frecuente y que
se da cuando la insulina no actúa bien, que antes era más característica de los
adultos mayores y ahora comenzamos a verla cada vez más en jóvenes”, aseguró
Fabio Massani, médico del Instituto de Diagnóstico e Investigaciones
Metabólicas.
Según el profesional, especialista en Osteología y Diabetes,
“la causa de este aumento de la prevalencia entre los mayores de 20 años es
consecuencia del incremento de la vida sedentaria, la obesidad y la mala
alimentación”.
En este sentido, la doctora María Inés Vera, coordinadora
del Centro de Diabetes del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, detalló
que “en la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo en la Argentina se
puede apreciar el incremento de situaciones de alto riego de padecer diabetes:
la obesidad aumentó entre 2005 y 2009 un 23,2 por ciento y al 2013 un 15,6 por
ciento y el índice de sobrepeso subió un 2,9 por ciento”.
La especialista sostuvo que en 2013 “casi la mitad de todas
las muertes debidas a la diabetes en adultos fueron en personas menores de 60
años”.
“La diabetes no sólo está estrechamente relacionada con el
aumento de la mortalidad por causas cardiovasculares, sino que tiene una alta
tasa de morbilidad por sus lesiones evolutivas o complicaciones crónicas”,
indicó.
Entre estas afecciones Vera enumeró la retinopatía (que
lleva a la disminución visual y ceguera), la neuropatía (es la alteración en la
conducción nerviosa, resultando determinante para las lesiones de pie
diabético) y la nefropatía (falla en la función de los riñones siendo la primer
causa de diálisis en Argentina).
Diversos estudios muestran que hay una mayor incidencia
(entre dos y cuatro veces más) de cardiopatía coronaria entre los diabéticos
que entre las personas que no sufren diabetes, en efecto, se considera que el
riesgo cardiovascular de una persona con diabetes sin infarto de miocardio se
iguala al de una persona que ha sufrido un infarto.
“Entre un 50 por ciento a 80 por ciento de las muertes en
pacientes diabéticos se deben a causas cardiovasculares”, detalló Vera. La
diabetes es un desorden de carácter metabólico y su principal patrón es el
aumento de azúcar en sangre.
“Se trata de una afección crónica que se desarrolla cuando
el organismo manifiesta limitaciones para producir insulina en cantidades
necesarias o bien, para utilizar los niveles disponibles correctamente”,
explicó, por su parte, la endocrinóloga Laura Maffei.
Añadió que “la insulina es una hormona que tiene una función
determinante en el proceso metabólico ya que facilita el traslado de la glucosa
de los alimentos a las células del organismo. Mediante este pasaje el cuerpo
obtiene la energía necesaria para activar los músculos y tejidos”.
En referencia a los síntomas, Maffei describió que “muchas
veces la diabetes no es diagnosticada ya que sus síntomas suelen desestimarse”.
Para la diabetes tipo 1 los síntomas más comunes son aumento
del apetito de manera inusual, sed excesiva y necesidad de orinar constante; en
tanto para la diabetes tipo 2, a los síntomas anteriores, pueden agregarse
infecciones (piel o encías), alteraciones en la visión y entumecimiento de las
extremidades.
“Es importante generar conciencia de que con un buen
tratamiento que permita el control de la glucosa (azúcar) se pueden evitar
todas las complicaciones derivadas de la enfermedad. Es decir, es un mito que
si tengo diabetes si o sí terminaré con problemas de vista graves o en los
miembros inferiores (pie, piernas). En tratamiento se puede tener una calidad
de vida plena”, sostuvo Massani.
En cuanto a los tratamientos, éstos varían según el grado de
complicación de la enfermedad: “En el caso de la diabetes 1, como no hay
producción de insulina, siempre tenemos el tratamiento basado en esta hormona;
para el otro caso va a depender de la respuesta que vaya dando el paciente”,
detalló el especialista del IDIM.
Y continuó: “Lo primero que se hace es recomendar una dieta
ajustada, reducida en azúcares, hidratos y calorías y actividad física. Existe
luego un primer tratamiento vía oral y en el caso de que nada de esto funcione,
existe la insulina inyectable”.
Massani aseguró que “existe también un mito en torno a esto
último que hay que derribar: hoy la insulina es muy bien tolerada, y, además,
las agujas para inyectarla son cada vez más pequeñas por lo que el paciente
prácticamente ni siente el pinchazo”.
Se estima que en el mundo 382 millones de personas padecen
diabetes tipo 2, y que para 2035 este número llegará a 592 millones, aumentando
un 55 por ciento aproximadamente.
En Argentina padecen la enfermedad unas 3 millones de
personas, de las cuales sólo un 56 por ciento siguen el tratamiento.
El Día Mundial de la Diabetes, que se celebra cada 14 de
noviembre desde 1991, fue promovido por la Federación Internacional de
Diabetes y la Organización Mundial de la
Salud.
Este año las acciones se llevan a cabo bajo el lema “Un
desayuno saludable puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2”.
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