Aún cuando siempre reclamó
independencia y transparencia en la designación de los jueces, el presidente
Mauricio Macri decidió ignorar el mecanismo vigente para completar los puestos
vacantes en el máximo tribunal y mediante un decreto designó a Carlos
Rosenkrantz, constitucionalista y rector de la Universidad de San Andrés, y a
Carlos Rosatti, también constitucionalista y ministro de Justicia en los
comienzos de la presidencia de Néstor Kirchner. Estarán “en comisión” por un
año, hasta que la Cámara alta defina sus pliegos. Así, los nuevos jueces deben
“agradecer” semejante salto y generosidad del nuevo presidente para elegirlos a
ellos para ocupar los cargos vacantes en la Suprema Corte de Justicia.
En declaraciones a la agencia
Télam, el ex juez León Arslanian afirmó que “no existe ningún antecedente en la
historia del país de la designación en comisión de jueces de la Corte Suprema
de Justicia”, por lo que consideró a la decisión del Ejecutivo como “algo
realmente novedoso e impropio”.
El Jefe de Estado decidió no llamar
a sesiones extraordinarias para aprobar los pliegos y de acuerdo a un
comunicado de Presidencia se amparó en lo determinado en el Artículo 99, Inciso
19, de la Constitución Nacional, que lo faculta a “llenar vacantes de los
empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso,
por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima
legislatura”.
El mecanismo utilizado por Macri
ignora el procedimiento de designación impulsado por Néstor Kirchner cuando
puso fin a la Corte menemista, que establece que los propuestos para cubrir
vacantes en el máximo tribunal deben enfrentar primero un proceso de
impugnaciones y audiencia pública y luego obtener el respaldo de dos tercios de
la Cámara de Senadores.
(Radio GBA / Página 12)
No hay comentarios:
Publicar un comentario