La presidenta Cristina Fernández
denunció “maltrato personal y público” del mandatario electo, Mauricio Macri,
durante una comunicación telefónica mantenida el sábado en relación a la
ceremonia de traspaso de mando y además le recordó al mandatario electo que el
10 de diciembre “no es su fiesta de cumpleaños sino el día que asume como Presidente
de todos los argentinos”.
cfk-salon-1-9-14Señaló en ese
sentido que la discusión en agenda pública en relación a la ceremonia se trató
de una “operación mediática en donde la sociedad debía leer ‘Macri le ordenó a
Cristina que tenía que entregarle la banda y el bastón en la Casa Rosada'”.
Cuestionó además que luego de la
reunión que mantuvieron en Olivos donde la Presidenta lo recibió para
felicitarlo por su triunfo, Macri calificó el encuentro como “cordial” y
posteriormente informó a los medios que fue “improductivo”.
A través de un extenso texto que
publicó en su página web y replicó en su cuenta de Twitter, Cristina informó
que el presidente electo Mauricio Macri le envió un mensaje de texto a un
colaborador diciéndole que quería hablar con ella, y que luego la mandataria
saliente lo llamó por teléfono.
“El Presidente Electo comenzó con
un elevado tono de voz a exigirme que debía entregarle Bastón y Banda
presidenciales en la Casa Rosada, porque era ‘su ceremonia’, y que si no lo
hacía como él decía, ¡la Corte Suprema de Justicia de La Nación! le iba a entregar
los atributos, porque ya habían consultado”, destacó.
“Debo confesar que me sorprendió
la exaltada -eufemismo de gritos- verborragia del Presidente Electo”, sostuvo
la Presidenta y consideró que Macri “parecía otra persona totalmente distinta a
la que aparece en los medios e inclusive con la que he tenido algunas charlas”.
“A tal punto que en un momento
tuve que que recordarle que más allá de nuestras investiduras, él era un hombre
y yo una mujer, y que no me merecía que me tratara de esa forma”, mencionó.
“Cuando pude hablar intenté
explicarle lo dispuesto por la Constitución Nacional en sus arts. 91 y 93. Pero
que más allá de lo dispuesto por la CN, el acto de trasmisión de mando, por
simple comprensión de texto, exige la presencia de dos personas: la que entrega
el mando y la que lo recibe”, dijo.
“Que no se trata de una ceremonia
de nadie en particular, sino de un acto institucional de un Estado democrático
y republicano en general”, afirmó Cristina, y recordó que según el artículo 93
de la Constitución Nacional, Macri no es presidente hasta que preste juramento
ante la Asamblea Legislativa “se deben entregar en forma inmediata los
atributos del poder Ejecutivo”.
“Y quien lo tiene que hacer es la
que ha dejado de ser Presidenta en ese mismo instante, o sea la que suscribe”,
recordó y afirmó que además quiere “hacerlo cuanto antes para poder viajar a
Santa Cruz, porque el vuelo regular de Aerolíneas a Río Gallegos sale a las 15
hs. y no me va a esperar: quiero estar en la jura de Alicia Kirchner como Gobernadora,
ya que postergó su asunción hasta las 20 hs. para que pudiera asistir”.
Cristina explicó que luego de
comentarle a Macri dichas disposiciones constitucionales, el presidente electo
le siguió “gritando”: “me dice que no es así, que lo tengo que esperar en la
Casa Rosada después de que él jure y hable en el Congreso y allí entregarle
Bastón y Banda. Trato de explicarle que después que él jure como Presidente yo
ya no soy más Presidenta y que por eso tengo que entregarle Banda y Bastón ni
bien él termine de jurar, en forma simultánea”.
“Y es ahí cuando me dice, muy
enojado, que yo lo tengo que acompañar -y me vuelve a repetir- porque es ‘su
ceremonia'”, dijo: “Bueno, ahí pensé: hasta acá llegó mi amor, y le recuerdo
tres cosas”, en primer lugar, “que no soy su acompañante”.
Además, “que el 10/12 no es su
fiesta de cumpleaños sino el día que asume como Presidente de todos los
argentinos en un sistema democrático al que hay que respetar y que su símbolo
mayor es la Asamblea Legislativa donde jura como Presidente y donde quien
termina su periodo le entrega el mando”.
Y en tercer lugar, “que no pienso
seguir tolerando en silencio, como hasta ahora, el maltrato personal y público
que me viene dispensando desde el mismo día en que lo invité a Olivos luego de
felicitarlo por su triunfo, ni tampoco las mentiras que se siguen propalando
merced a una impunidad mediática nunca antes vista”, afirmó.
La Presidenta recordó también que
ella lo recibió en Olivos “con todo respeto” y fue ella quien sugirió que el
presidente provisional del Senado debía ser “alguien de su partido”; e incluso
le sugirió que sea Federico Pinedo, “un hombre de diálogo y un caballero”, que
“iba a ayudar a la vicepresidenta electa a superar la dificultad objetiva de su
salud para estar al frente de sesiones maratónicas como las que se suelen
llevar a cabo con mucha frecuencia en el parlamento”.
Cristina brindó otros detalles de
la reunión en Olivos y aseguró que le dijo que iban “a votar como presidente de
Diputados a un miembro de su partido, por ser tercero en la línea sucesoria,
también por la gobernabilidad”, cosas que sucedieron, tal como destacó.
“¿Por qué entonces el Presidente
Electo dijo luego de la reunión que mantuvimos que había sido una ‘reunión
improductiva’?”, se preguntó la mandataria saliente y afirmó que “en la misma
puerta de Villate en Olivos al salir -Macri- dijo que había sido una reunión
cordial y que iba a haber una linda ceremonia de trasmisión de mando, para
horas más tarde calificarla de ‘improductiva'”.
En esa línea se preguntó también
“por qué se intenta desconocer las innumerables reuniones que han mantenido los
funcionarios de nuestro gobierno con las personas que el Presidente Electo
designó”, y por qué la “maltrata” y “dice que no colaboramos”; y recordó que el
ministro de Ciencia y Tecnología Lino Barañao aceptó continuar en la gestión
luego de que ella le haya dicho “inmediatamente que sí”.
Al preguntarse “por qué el empeño
de querer mostrar algo que no existe”, y mencionar los titulares del diario
Clarín, consideró que esa llamada telefónica “no fue para hablar sobre ninguna
ceremonia, fue simplemente una operación mediática en donde la sociedad debía
leer ‘Macri le ordenó a Cristina que tenía que entregarle la banda y el bastón
en la Casa Rosada”.
Cristina cuestionó, en esa línea,
los dichos de Pinedo sobre que el traspaso de Mando debía ser en la Casa Rosada
por una cuestión de generar “una cuestión de autoridad en el Presidente
Electo”, ya que “lo acaban de elegir presidente con el 51% de los votos”; y
recordó que “Néstor Kichner asumió con el 22% de los votos”: “la autoridad no
se logra en una ceremonia de transmisión de mando y mucho menos gritándole a
una mujer por teléfono”, afirmó.
“Una mujer que además de estar
sola quiere entregar el mando a quien ha tenido el honor de ser elegido
Presidente de todos los argentinos, y hacerlo en el marco constitucional que
significa la Asamblea Legislativa, que sintetiza la soberanía popular y la
representación federal de un estado democrático”, planteó la presidenta.
Además recordó que “como un gesto
más de cordialidad”, los “canteros del parque” frente al chalet presidencial
ubicado en Olivos “están sembrados de flores de un solo color: amarillo, el
color preferido del Presidente Electo”.
“En cuanto a la autoridad de un gobierno
o de un Presidente: No se construye ni con colores, ni con imágenes, y mucho
menos gritándole a una mujer. Es algo más simple pero al mismo tiempo difícil.
Gestión cotidiana y confianza de la sociedad de que no se va a gobernar en
contra de ella”, finalizó.
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