Los planes de pensiones en EE.UU.
carecen de financiamiento, lo que genera varios desafíos económicos. De este
modo, algunos expertos consideran que la crisis que sufre actualmente Grecia,
algún día podría afectar de manera similar al país norteamericano.
Recesión en EE.UU.Inversionista vaticina un gran colapso financiero en el
2016
Detroit, Nueva Jersey, Puerto Rico... ¿Se convertirá EE.UU. en la nueva
Grecia?
"La deuda nacional de EE.UU. se está saliendo de control"
Actualmente en EE.UU. alrededor de
150 planes de pensiones estatales y locales carecen de financiamiento, de modo
que por cada dólar que los fondos deben a los pensionistas, los mismos pueden
ofrecer tan solo unos 74 céntimos. Según el portal MarketWatch, seis planes de
pensiones de Chicago se financian un 40%, los de Nueva Jersey un 51,5%, mientras
que Puerto Rico, que se enfrenta a una grave crisis fiscal, tan solo un 3%.
Muchas ciudades que están al borde
de la bancarrota, optaron por los bonos de obligaciones de pensiones (POBs, por
sus siglas en inglés) que permiten a una ciudad o estado pedir préstamos para
pagar las pensiones y emitir los POBs, que serán reembolsados con los futuros
ingresos. Sin embargo, son riesgosos, ya que no hay ningún activo real o un
ingreso que garantice su reembolso.
De este modo, cuando Detroit y tres
ciudades del estado de California (Vallejo, Stockton y San Bernardino)
declararon una bancarrota debido a los abrumadores pagos de pensiones, las
autoridades tuvieron que responder a dos 'frentes': por un lado los inversores
tratando de salvar el dinero que invirtieron en los bonos y por otro, los
ciudadanos tratando de asegurarse las cada vez más escasas pensiones que les
prometieron.
Uno de los mayores problemas para
Washington actualmente es el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, con una
deuda de más de 72.000 millones de dólares que el gobierno reconoció no poder
pagar. En el caso de que las autoridades puertorriqueñas dejen de pagar sus
facturas, se verán afectadas las empresas de la isla que no sean capaces de
pagar a las compañías en el estado de Florida, el mayor proveedor de bienes y
servicios a Puerto Rico.
A pesar de que Washington declaró
que no prevé rescatar a la isla, la opción sería cambiar la legislación para
que Puerto Rico pueda declararse en bancarrota como otros estados
norteamericanos y reestructurar su deuda. Sin embargo, esto no resolvería los
problemas esenciales de la economía estadounidense que empiezan a ser sentidos
cada vez más por los estados y las ciudades.
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