
Pero lo que más llama la atención
de esta pequeña nación escondida entre las montañas es su capacidad de mantener
su juventud y salud. Los hunza se bañan en agua helada incluso a 15 grados bajo
cero y juegan a juegos deportivos incluso hasta los 100 años. Las mujeres de 40
años parecen adolescentes y a los 65 años dan a luz. En verano comen frutas y
verduras crudas, y en invierno, albaricoques secos, granos germinados y queso
de oveja.

Según las conclusiones de
McCarrison, la dieta es el factor principal de la longevidad de esta nación.
Por ejemplo, las naciones vecinas, que viven en las mismas condiciones
climáticas pero no comen adecuadamente, padecen una variedad de enfermedades y
tienen una esperanza de vida dos veces más corta.
Por su parte, otro especialista,
R. Bircher, señaló que el vegetarianismo es la clave de su bienestar. Las
frutas y verduras predominan en la dieta, los productos son completamente
naturales y tienen periodos regulares de ayuno.
Sobre el secreto de su
longevidad, los habitantes de Hunza recomiendan mantener una dieta vegetariana,
trabajar y moverse constantemente. Entre otros beneficios de este modo de vida
figuran la alegría –los hunza siempre están de buen humor– y el control de los
nervios, no conocen el estrés
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