La Asamblea General aprobó en Nueva York establecer un marco regulatorio mundial para las reestructuraciones de deuda soberanas
Tras un duro trabajo sobre las
delegaciones, la propuesta impulsada por el gobierno y canalizada a través del
G77 + China fue aprobada por 124 países. A partir de enero comenzará la ronda
de negociaciones para acordar el marco legal.
Felipe Yapur
La pantalla gigante de la Asamblea General
de la ONU mostró
cómo votó cada país. Segundos después, sobre un fondo negro y en letras
amarillas se despejó cualquier duda. La propuesta que presentó la Argentina , canalizada a
través del G77 + China, que prevé el establecimiento de un marco jurídico
multilateral para los procesos de reestructuración de la deuda soberana se
impuso por la nada despreciable cifra de 124 votos a favor, 11 en contra y 41
abstenciones. La delegación argentina festejó el resultado. "El mundo se
expresó y dejó en claro que quiere que la deuda externa, que es un problema económico
pero también político y social, debe tener un marco jurídico que lo
regule", aseguró con efusividad el canciller Héctor Timerman.
Era la última sesión del 68º
período. No había más tiempo y la oportunidad no debía dejarse pasar ya que la Argentina pretendía que
el marco regulatorio se pueda debatir y aprobar durante el 2015. Eso es lo que
llevó a que la misión argentina ante la
ONU , que conduce la embajadora María Cristina Pérceval,
trabajara a destajo durante las últimas semanas. Cientos de reuniones para
acordar el texto y, sobre todo, contener a los países que se veían frágiles
ante la presión de los países centrales y lobistas privados para que rechazaran
la iniciativa. El otro objetivo, que también se consiguió, fue reducir el
número de naciones que iban a votar en contra. Eran 46, y durante estos últimos
tres meses ese número se redujo a once. La abstención tiene un significado
positivo porque, como confiaron en la misión diplomática argentina, implica que
dejaron una puerta abierta para participar en la redacción del futuro marco
legal multilateral. Entre los que se abstuvieron estuvo Italia que en un
principio fue el país que más militó para el voto contrario de la Unión Europea.
Entre octubre y hasta noviembre
se tiene que preparar la agenda de trabajo que también debe aprobar la Asamblea General.
A partir del próximo enero comenzará la ronda de negociaciones para acordar el
texto del marco legal que se busca aprobar. Timerman reconoció que esas
reuniones deben realizarse con todos los países, sobre todo con los que votaron
en contra.
El desarrollo de la sesión fue
tranquilo pero no exento de tensiones entre las bancas. El presidente de la
asamblea, John Ashe (Antigua y Barbuda) abrió el debate y le dio la palabra al
boliviano Sacha Llorenti, presidente del G77 + China. El embajador fue tajante
al sostener que "es prioridad crear un marco jurídico, con miras a
aumentar la eficiencia, la estabilidad y previsibilidad del sistema financiero
internacional, y el logro de un crecimiento equitativo e inclusivo". Luego
pidieron la palabra la representante de Islandia y el de Rusia. La primera
reconoció la necesidad de evitar que las reestructuraciones de deuda sean
obstaculizadas pero adelantó su abstención por considerar que era mejor llegar
a un acuerdo a través del consenso. Rusia, por el contrario, consideró como
oportuna y necesaria la propuesta del G77. Luego Ashe llamó a votar.
Allí no finalizó la sesión, el
presidente de la asamblea anunció que se podían anotar para justificar el voto.
El primero en hacerlo fue Estados Unidos a través de Samantha Powers. La
representante justificó su voto negativo criticando el procedimiento por el
cual se llegó a esta votación. Incluso puso en duda la capacidad económica de la ONU para sostener esta tarea y
dijo que "el mecanismo propuesto presenta resultados inciertos"
porque "lo que se les pide a los organismos es que firmen un cheque en
blanco".
Japón, que también votó en
contra, fue el primero en advertir que este tipo de temas deben ser tratados en
el FMI o en el Club de París porque "tienen los técnicos y el conocimiento
profundo de la problemática de la deuda". Claro, lo que no dijo Japón u
olvidó convenientemente, es que en esos organismos internacionales hace más de
diez años que el tema no avanza más allá de una que otra declaración. Pero
además tanto en el FMI como en el Club de París no existe la posibilidad de
votar como en la ONU
donde cada país, sin importar el tamaño o su capacidad económica o bélica como
dijo Llorenti, vale un voto y eso se notó con el resultado de la votación.
Si para la Argentina esto fue una
victoria con la que prueba una vez más que no está aislada del mundo, como
contrapartida resultó también una dura derrota para los que votaron en contra.
EE UU y Japón, que sólo fueron acompañados por Alemania, Inglaterra, Canadá,
Israel, Australia, Finlandia, Hungría, Irlanda y República Checa, terminaron
quedando aislados de lo que exige o desea buena parte del planeta. Un dato
anecdótico, la representación inglesa no habló.
Cuando le llegó el turno a la Argentina , tomó el
micrófono el canciller, quien recordó que se estaban cumpliendo 50 años del
discurso del entonces canciller José María Ruda, quien "realizó un
histórico alegato en el que expuso la posición de la Argentina contra todas
las formas de colonialismo", y que posibilitó la primera resolución de
Naciones Unidas por el tema Malvinas.
"Los pueblos del mundo hemos
hablado y decidimos que es hora de comenzar a trazar conjuntamente un camino
ético, político y jurídico capaz de ponerle freno a la especulación
desenfrenada, eligiendo el camino del derecho justo que es el que se construye
a través de un debate plural y democrático, como este, en donde todos,
exactamente todos, tenemos voz y voto", expresó Timerman. No olvidó dar
cuenta de cómo la deuda y la ausencia de una regulación de las
reestructuraciones terminan siendo las proveedoras de maldiciones sociales como
la pobreza, las enfermedades, el analfabetismo y la inseguridad.
El canciller consideró, ante un
recinto colmado por los representantes de los países que integran la ONU , que los impulsores de la
iniciativa decidieron "cambiar el futuro, y prevenir que más pueblos sigan
pagando eternamente con hambre y miseria, los desorbitantes privilegios de los
dueños de los fondos buitre, esos siniestros
señores de la opulencia."
China no dejó pasar la
oportunidad y también habló. Liu Jieyi dijo que su país "respalda y
comparte las preocupaciones expresadas por la Argentina y considera
que el sistema financiero necesita una reforma ulterior". China fue un
actor más que importante en las conversaciones con aquellos países que estaban
en duda. Y es que su peso económico también puede servir para las causas
justas.
El discurso del representante de
Cuba, Rodolfo Reyes Rodríguez, tuvo la particularidad de comparar la lucha de la Argentina por conseguir
este marco regulatorio con la continua y permanente lucha de las Madres y
Abuelas de Plaza de Mayo. "Ellas enfrentaron el silencio sobre la
desaparición de sus familiares, aun cuando convencidas de que no volverían,
dijeron que nunca más volvería a ocurrir. Ahora decimos acá que nunca más
vuelva a producirse este ataque contra la Argentina o cualquier otro pueblo de este
planeta." La frase provocó el único aplauso cerrado y emotivo de la
sesión.
Pérceval fue quizá la que más
trabajo y empeño puso para llegar a esta histórica jornada. Tal vez por ello y
luego de la votación se le escaparon unas lágrimas cuando afirmó que
"fueron 165 países (los que votaron por el sí y los que se abstuvieron)
que éticamente proclamaron la soberanía de los países y la dignidad de los
pueblos". Es más, destacó que "no es un país el que se impuso, sino
la voluntad de América Latina la que se expresó" para reivindicar la tarea
realizada por los países de la región y el gobierno de la presidenta Cristina
Fernández. Pérceval estuvo en el recinto acompañando a Timerman junto a la
embajadora argentina Cecilia Nahon. «
CLAVES
Capacidad real de pago
La resolución de Naciones Unidas
establece que el "elemento central" de las reestructuraciones de la
deuda deben ser en base a
"la capacidad real de pago" de los deudores. Y obliga a los
acreedores a "actuar con buena fe y con espíritu de cooperación".
solución eficaz a la deuda
El documento aprobado ayer
destaca la "especial importancia" de hallar una "solución
rápida, eficaz, completa y duradera al problema de la deuda" de los países
en desarrollo. Es con el objeto de "promover su crecimiento económico
inclusivo y su desarrollo".
prevención de crisis
Solicita que se "intensifiquen
los esfuerzos por prevenir las crisis de la deuda". Propone avanzar en la
"mejora de los mecanismos financieros internacionales de prevención y
solución de crisis", en cooperación con los privados, para hallar
soluciones aceptables para todos.
apelación al fmi y el bm
Exhorta a los países que integran
la ONU y a las
instituciones financieras internacionales, como el FMI, el Banco Mundial y el
BID y a los bancos, a cumplir los acuerdos globales en materia del problema de
la sostenibilidad de la deuda externa de los países en desarrollo.
marco antes de fin de año
Decide "elaborar y
aprobar" hasta antes de fin de año un "marco jurídico multilateral
para los procesos de reestructuración de la deuda soberana". Dará
"previsibilidad" al sistema financiero y tenderá a un crecimiento
económico sostenido, inclusivo y equitativo.
Fuente :Tiempo Argentino
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