La crisis del veintinueve, también conocida como la Gran
Depresión, tuvo efectos devastadores no solo en EE.UU., sino también en varios
países. Algunos economistas advierten que hay muchos indicios de que la
superpotencia norteamericana está al borde de nuevas turbulencias económicas,
incluso peores que en 1929.
El portal ruso Svobodnaya Pressa en primer lugar subraya
que, durante el mandato de Barack Obama la deuda nacional se ha incrementado en
un 70%, superando los 18 billones de dólares. Cuando Obama fue elegido por
primera vez presidente en 2009, la deuda pública era de 10,6 billones. Los
economistas sostenían ya en aquel entonces que "era imposible devolver sin
dificultades tal cantidad de dinero incluso en el plazo de un siglo".
Economistas explican que el principal problema de tal
precaria situación económica no se debe a los enormes gastos en las guerras que
EE.UU. está llevando a cabo en diferentes partes del mundo, sino a los
programas sociales. El país gasta sumas desorbitantes para 'alimentar' a la
población con el fin de evitar el descontento social. El Gobierno toma
préstamos de su banco central (la Reserva Federal), imprimiendo en cambio
bonos, mientras que el banco 'imprime' para ellos dinero. Luego los bonos
llegan parcialmente al mercado de valores, donde los compran los inversores.
Según los pronósticos, en la próxima década los gastos de
EE.UU. sólo para pagar los intereses sobre la deuda crecerán más del triple, o
sea de 230.000 millones de dólares a 800.000 millones de dólares. Este es un
punto muy importante: no se trata del pago de la deuda, sino sólo de intereses.
Mijaíl Jazin, director de la compañía consultora NEOCON,
explica además que para EE.UU. hay propiamente "una brecha salvaje"
entre los ingresos y los gastos de los ciudadanos: la gente gasta mucho más de
lo que gana. "Pero si la gente está gastando constantemente más de lo que
gana, entonces el sistema económico se derrumba", dice.
LEER MÁS: EE.UU., una economía en llamas y al borde del
colapso, seguido por anarquía
Según él, la única salida es que los estadounidenses
empiecen a ganar más y gastar menos. "Pero si los ciudadanos reducen sus
gastos, entonces dejan de gastar en bienes y servicios en Estados Unidos. Esto
es equivalente a una caída en el PIB del país", explica. Jazin destaca
que, según sus cálculos, el punto de equilibrio entre los ingresos y los gastos
se ubica hoy en día por debajo del nivel actual de gasto en unos 7,5 billones
de dólares, lo que corresponde a una caída en el PIB de Estados Unidos en más
del 50%.
Publicado:FM Universo 94.3MHz. Edid Medina Ramon Bohle
Fuente :Sepa Mas
No hay comentarios:
Publicar un comentario