Los buitres colocan al
borde de la quiebra a otra ciudad de los Estados Unidos
El litigio de Caesars
Entertainment con los fondos buitre podría tener implicaciones inesperadas. El
plan de Apollo Global Management de dividir la empresa en dos unidades, de las
cuales una estaría a salvo de las presiones de los fondos Elliott Management y
Appaloosa podría tener efectos colaterales sobre una de las ciudades turísticas
más importantes de los Estados Unidos.
Según consignó Tiempo Argentino,
dos de los casinos que podrían ser presa de los buitres son el Bally’s y el
Harra’s (Caesars) de Atlantic City, lo cual lleva a la ciudad a un estado cercano
a la quiebra. La designación de Kevyn Orr, el interventor de Detroit durante la
quiebra, para el Comité de Emergencia de la ciudad, evidencia los graves
problemas financieros que enfrenta. El caso del Caesars no es único. El sector
del juego está sufriendo los coletazos de la crisis en los Estados Unidos.
Tanto en Las Vegas como en Atlantic City, ciudades emblemáticas del rubro, las
empresas están disminuyendo sus ganancias.
En el último año, cuatro casinos
de un total de 12 han caído en bancarrota en este último distrito, y el Trump
Taj, del multimillonario Donald Trump, evitó transformarse en el quinto gracias
a un financiamiento de último minuto de otro magnate, Carl Icahn. Según las
estimaciones oficiales de Nueva Jersey, para el 2017 habrán cerrado dos
establecimientos más de juegos, y las ganancias de los mismos se reducirán de
U$S 2700 millones a U$S 2450 millones para el total del distrito, mientras que
en 2006 llegaban a los U$S 5400 millones. Estas quiebras esperadas podrían
precipitarse de continuar con el litigio buitre en el caso del Caesars, en
especial en el caso de Bally’s. El casino obtuvo en 2014 ganancias por U$S 225
millones, un 8% menos que el año anterior, mientras que el Harra’s logró U$S
331 millones, una cifra 1,7% menor. Sin embargo, la empresa bajo bancarrota,
Caesars Entertainment Corporation, exige a los casinos un mínimo de U$S 635
millones para satisfacer los deseos de cobro de los fondos buitre y otros
acreedores, que juntos suman unos U$S 18 mil millones de deuda. Es posible que
los fondos exijan el cierre o la venta del casino, o incluso la liquidación de
todos los activos para el pago del monto adeudado. Acaso por casualidad o por
precaución, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, convocó el último
jueves a un Comité de Emergencia para tomar decisiones por el alcalde de
Atlantic City. Esta atribución se encuentra dentro de las potestades del
gobernador, y no resulta extraordinario debido a los problemas económicos del
municipio. Sin embargo, uno de los miembros de este comité, dirigido por el
Emergency Manager (especialista en litigios y bancarrotas) Kevin Lavin, es
Kevyn Orr, quien fue el encargado de negociar la reestructuración de deuda y la
bancarrota de la ciudad de Detroit, famosa por la producción de automóviles.
"Es prematuro hablar de
bancarrota en la ciudad de Atlantic City", sostuvo Orr en declaraciones a
la prensa, luego de ser asignado. Pero esta elección presenta más sospechas que
certidumbre. "Hay sola una razón para contratar a Kevyn Orr luego de lo
que sucedió en Detroit: es si estás a punto de ir a la quiebra", opinó
Tamara Lowin, analista municipal de Belle Havens Investments a la agencia de
noticias Reuters. Según Christie, quien intenta presentarse a las elecciones
presidenciales en 2016, han intentado acuerdos bipartidistas pero no han
logrado ningún resultado satisfactorio. "Estamos saliendo de un enorme
agujero", sentenció Christie, "tenemos problemas que arreglar,
ninguno es irresoluble si hay voluntad política". En la legislación de
Nueva Jersey, la ciudad requiere de la aprobación del Comité de Finanzas
Locales, dependiente del Estado, para presentar ante la justicia el pedido de
quiebra según el capítulo 9 de la Ley de Bancarrota de los Estados Unidos. Por
ello, los especialistas legales de Atlantic City interpretaron la designación
de Orr como una señal para la ciudad. También desde el sector financiero las
expectativas de un default son altas. La calificadora de riesgos Moody bajó la
calificación de deuda de Atlantic City y de la unidad encargada de gestionar
las empresas de agua, ante la designación de Orr y la bancarrota de Caesars. La
ciudad debe U$S 344 millones, y el próximo pago será de U$S 40 millones el
próximo 31 de marzo. En concepto de títulos públicos relacionados con la
provisión de agua, existe un endeudamiento de U$S 18,4 millones. En la
práctica, New Jersey realiza una toma parcial del mando de la ciudad, para
tomar acciones directas en la resolución del problema financiero. Lavin y Orr
pueden reestructurar las deudas, incluyendo las jubilaciones y pensiones y
negociar con los sindicatos de trabajadores públicos. Todos los empleados
públicos y las unidades de gobierno deben obedecer el plan que Lavin presentará
en los próximos 60 días. Esta operación es muy similar a la de Orr en Detroit.
Luego de que, entre 2002 y 2008 el alcalde Kwame Kilpatrick cometiera crímenes
como evasión impositiva, fraude, extorsión y abuso de poder, y de endeudara por
U$S 1450 millones realizando operaciones desventajosas con derivados, el Estado
de Michigan tomó control de las finanzas
de la ciudad utilizando a Kevyn
Orr como interventor a partir de febrero de 2013. En mayo de ese año, Orr
decidió que la ciudad carecía de sustentabilidad y debía ir a la quiebra,
utilizando el capítulo 9 de la Ley.
En Estados Unidos, el sector
público tiene beneficios sobre el privado en el caso de la bancarrota,
garantizados por este capítulo de la legislación, sancionado en 1937, ante
los coletazos de la crisis de 1929. La
quiebra permite una medida cautelar automática contra cualquier acción legal
contra el municipio y habilita a incluir a todos los acreedores que estén fuera
de la declaración de la bancarrota a negociar con todos en conjunto. Por
último, la propuesta sólo debe ser avalada por una mayoría de los acreedores,
procedimiento conocido como cramdown, para que el juez pueda aceptarla. El
sistema financiero fue el primero en entrar en crisis en 2008, generando un
efecto dominó sobre la industria, los servicios y finalmente los distintos
estados y ciudades. Es posible que los gobernantes hayan cometido errores y
hasta delitos, como en el caso de Kilpatrick. Pero no es casual que luego de la
bancarrota de las principales automotrices de Estados Unidos, como General
Motors y Chrysler, y una severa reestructuración de Ford, Detroit, la Ciudad de
los Motores, haya caído en la quiebra. Hoy los más golpeados son los casinos, y
las ciudades del juego, como Las Vegas o Atlantic City, se convierten en un
daño colateral de las finanzas buitre.
Los ejes de un panorama crítico
Dos buitres al acecho: Los fondos
Elliott Management y Appaloosa lograron la quiebra de Caesars Entertainment,
poniendo en peligro la continuidad de sus casinos.
Los casinos que disparan los
problemas: Dos establecimientos, el Bally's y el Harra's, se encuentran en
Atlantic City, una de las principales ciudades del juego, que se encuentra
cercana a la quiebra. Sin embargo, la empresa bajo bancarrota, Caesars
Entertainment Corporation exige a los casinos un mínimo de U$S 635 millones
para satisfacer los deseos de cobro de los fondos buitre y otros acreedores,
que juntos suman unos U$S 18 mil millones de deuda. Nadie descarta que los
fondos reclamen el cierre o la venta del casino, o incluso la liquidación de
todos los activos para el pago del monto adeudado.Comité de emergencia: El
gobernador de Nueva Jersey creó un Comité de Emergencia y contrató Kevyn Orr,
quien se encargó de la bancarrota de Detroit. En la legislación de Nueva
Jersey, la ciudad requiere de la aprobación del Comité de Finanzas Locales, dependiente
del Estado, para presentar ante la justicia la solicitud de quiebra según el
capítulo 9 de la Ley de Bancarrota de los Estados Unidos. Por ello, los
especialistas legales de Atlantic City interpretaron la designación de Orr como
una señal para la ciudad.
Ciudad en crisis: Atlantic City
vio cerrar cuatro casinos en el último año, producto de la crisis del sector, y
posee deudas por 344 millones de dólares.
Default en puerta: Las calificadoras de riesgo, como Moody's prevén un
posible default en el pago de un cupón de U$S 40 millones el próximo 31 de
marzo.
Fuente :Infonews
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