Una marea humana inundó la Plaza de la República y decenas
de calles adyacentes en París para repudiar el atentado del miércoles pasado
contra el semanario francés Charlie Hebdo y la serie de ataques de los días
posteriores, encabezada por dirigentes de más de 50 países y los familiares de
las víctimas.A dos horas del comienzo de la marcha de unidad nacional francesa,
entre 1,3 y un millón y medio de personas ya habían salido a las calles de
París, mientras que otras 600.000 se manifestaban en otras ciudades del país en
repudio al atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo, según
organizadores, citados por medios locales.En tanto, el Ministerio del Interior
francés anunció que la marcha en París “no tiene precedentes” y advirtió que
contar el número de personas en las calles “es imposible”, según reprodujo el
diario local Le Monde.A diferencia de los primeros días posteriores al atentado
cuando el clima era sombrío, esta vez la multitud que tomó el centro de la
capital francesa lo hizo cantando la Marsellesa, al grito de “Charlie, Charlie”
y “libertad de expresión” y con breves raptos de aplausos que contagiaban
incluso a los más serios y parcos.
La ciudad se vistió
para la ocasión.
Todos los carteles de publicidad quitaron su contenido
habitual y pusieron la leyenda que ya marcó este momento histórico, “Soy
Charlie”, y listas con los nombres de las 17 víctimas que dejó la ola de
violencia iniciada por dos hombres, sindicados por las autoridades francesas
como islamistas radicalizados, contra el semanario Charlie Hebdo.Desde las
ventanas y los balcones de los edificios de los grandes bulevares que
desembocan en la Plaza de la República, la multitud era vigilada por
francotiradores de la policía y seguida por innumerables cámaras de televisión
de medios de todo el mundo.Muchas ventanas también estaban decoradas con
listones negros y las velas, cuya llama se había extinguido desde temprano por
el duro frío del invierno parisino.
En la calle, la
manifestación tiene varias cabeceras.
Primero caminaron los familiares de las 17 víctimas, entre
ellas los principales caricaturistas y el director del semanario Charlie Hebdo.
Un poco más atrás, iba la columna encabezada por los líderes
políticos de Francia y de gran parte del mundo.En la primera línea, con los
brazos enganchados, avanzaron durante varias cuadras el presidente anfitrión,
Francois Hollande, la canciller de Alemania, Angela Merkel, el primer ministro
de Israel, Benjamin Netanyahu, el presidente de Palestina, Mahmud Abbas, el
presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, y los primeros ministros
británico, David Cameron, e italiano, Matteo Renzi.Los mandatarios comenzaron a
marchar desde la Plaza de Chemin Vert, un punto intermedio entre la Plaza de la
República y la Plaza de la Bastilla.Por otras arterias avanzaban, en tanto, las
organizaciones sociales y de derechos humanos y los sindicatos más importantes
del país.Excepto por estas columnas, fuertemente resguardadas por la policía,
el resto de la multitud que salió a marchar en París hace rato que no puede
avanzar ni retroceder. La cantidad de gente es tal que ya no hay espacio libre
alrededor de la Plaza de la República.Entre los manifestantes hay buen ánimo,
la gente se mira, se sonríe, se hace comentarios sobre los carteles que levanta
y todo el tiempo se arengan los unos a los otros para gritar el nombre del
semanario atacado o reiterar a viva voz su defensa inclaudicable a la libertad
de expresión.Entre la gente se ven muchas banderas de Francia, pero también de
otros países europeos y carteles que recuerdan otros conflictos y masacres,
como la desaparición el año pasado de 43 estudiantes en México o los constantes
ataques y secuestros masivos de la milicia islamista extremista de Nigeria,
Boko Haram.A diferencia de las primeras marchas que tomaron París después del
atentado contra Charlie Hebdo, esta vez la multitud es más multicultural y
multirreligiosa. Los musulmanes se mezclan con los judíos ortodoxos y miembros
de la élite política francesa se cruzan con referentes de la cultura -como el
director de cine grecofrancés, Costa Gavras- y habitantes de los suburbios más
pobres de la capital francesa.Ayer ya habían salido a marchar unas 700.000 personas
en toda Francia. Pero la sensación hoy en las calles francesas es que se está
viviendo un día que quedará en la historia de su país.
Fuente:Radio Nacional
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