Ninguna persona puede ser esclava de otra, pero la
esclavitud sigue existiendo en algunos lugares. Este día nos recuerda que es
necesario poner fin a esta práctica degradante.
La esclavitud existe desde hace miles de años: sociedades
como la del antiguo Egipto o la Roma imperial basaron su poder económico y
político en la existencia de esclavos. Sin embargo siempre ha habido críticas
contra esta práctica que convierte a unas personas en dueñas de otras y la
esclavitud ha experimentado algunas restricciones y limitaciones a lo largo de
los siglos.
Ilustración que representa al capitán y un marinero de un
barco negrero, junto a los esclavos africanos que transportan en su barco
Imagen1: El comercio de esclavos de África a América fue muy
lucrativo para varios países europeos. Varias novelas describen esta trata de
personas, como Un capitán de quince años, de Julio Verne, a la que pertenece
esta ilustración.
El verdadero impulso legislativo contra la esclavitud
comenzó en el siglo XIX. En Bruselas, se firmó en 1890 un acuerdo
antiesclavista firmado por 18 Estados, y después de la I Guerra Mundial,
destaca el Convenio Internacional sobre la Abolición de la Esclavitud y el
Comercio de Esclavos auspiciado por la Sociedad de las Naciones de 25 de
Septiembre de 1926.
Las razones que han llevado al reconocimiento solemne de la
igualdad racial, han sido en buena parte históricas. Dos importantes
acontecimientos, el holocausto nazi y el proceso descolonizador han puesto de
relieve la importancia de ésta cuestión.
Como reconocimiento de estas convicciones, la Asamblea
General proclamó, en el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos, de 1948, que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en
dignidad y derechos y en el artículo 2 proclamó que "toda persona tiene
todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración sin distinción
alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier
otra condición".
Debemos celebrar este día como uno de los más importantes
por el significado simbólico que tiene. La esclavitud ha servido de argumento
durante muchos siglos para que una parte de la humanidad explote y trate como
mercancía al resto. Este trato denigrante hacia una parte del género humano lo
vemos también reflejado en todas las demás formas de discriminación que se
producen por causa de sexo, de idioma, de
religión, etc
Desterrar completamente cualquier atisbo de abuso de un ser
humano hacia otro es la labor principal en la que debemos embarcarnos todas las
personas que creemos que sólo existe una raza: la familia humana.
Publicado FM Universo 04.3 MHz. Edid Medina - Ramon Bohle
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