El ex fiscal de Bahía Blanca e integrante de la Comisión
Provincial por la Memoria fundó junto al sacerdote el Movimiento Nacional
Chicos del Pueblo.
Cañón recordó los últimos días de vida de Cajade: “El era
muy consiente de lo que le estaba pasando y por eso era muy triste”.
“Era el hombre justo, que no estaba revestido de ningún tipo
de ornamentación. Un hombre de la calle, franco, transparente, con una
sensación de vida tan plena que es increíble que haya muerto a los 55 años”.
Cañón recordó una anécdota, cuando lo visitó Alicia Kirchner
y él le pidió que le transmite un mensaje al presidente: “Dígale que todos los
días tiramos salvavidas para los pibes pobres pero necesitamos que en realidad
necesitamos parar la inundación”.
Fue Hugo Cañón el que contó cómo llegó a dedicarse
fundamentalmente a los chicos de la calle. Una noche buena en 1984, iba
caminando para festejar con su familia y de repente escuchó un ruido en un
baldío. Eran unos chicos que estaban solos y así iban a pasar las fiestas. No
lo podía creer así que fue al almacén a comprar algunas cosas, y se quedó toda
la noche con ellos charlando.
“Lo que hizo fue una obra enorme y profunda. Para incorporar
a los pibes al trabajo creó la panadería, la imprenta y generó roles
protagónicos para esos espacios”, concluyó.
Carlos
Cajade (1950 - 2005) fue un sacerdote católico argentino, nacido en
la ciudad de Ensenada, reconocido fundamentalmente por su trabajo con los
chicos de la calle en la ciudad de La Plata. Fue fundador del hogar infantil Madre
Tres Veces Admirable, en la zona suburbana de la ciudad de La Plata, así como
de la revista La Pulseada, que dio trabajo a muchos chicos recuperados de la
situación de calle, y en la que colaboraba activamente haciendo artículos.
También fue secretario general del Movimiento Chicos del Pueblo, una
organización destinada a ayudar a los chicos en situación de calle, y estaba
agremiado a la CTA.
Es muy reconocido en el Gran La Plata por su trabajo social,
y su carácter luchador por los derechos de los niños, y su postura política.
Una de sus frases más recordadas es "No hay que perder el sueño de que ser
pibe tiene que ser un privilegio", en una manifestación frente a un
McDonald's, de donde habían echado a varios chicos que pedían sobras.
Carlos Cajade nació en una familia de clase obrera en la
localidad de Ensenada el 2 de mayo de 1950, y creció en Villa Argüello, un
barrio estudiantil en el límite entre La Plata y Berisso. Su padre trabajaba en
el frigorífico Swift, en Berisso y murió en un accidente. Él mismo entraría a
trabajar en la misma empresa a los catorce años. Allí conocería a viejos
militantes de la Resistencia Peronista, y comenzó a militar en la Juventud
Peronista. Él mismo se sentiría parte de la juventud revolucionaria de los años
'70, algo que marcaría su obra posterior.
“Soy de la juventud de los ’70 y vivencié todos los ideales
de un mundo más humano, más justo, más fraterno. Yo creo que todo eso que fui
aprendiendo se canalizó en esa Nochebuena del ’84.”
Antes de ordenarse religioso, cuando aún estaba en la
militancia, tenía una novia en el barrio. Finalmente, debió entrar en el
servicio militar en la década del '70, y luego entró al seminario. Desde allí
le escribió una carta de despedida a su novia. Recordaba aquella carta con
nostalgia porque había hecho una elección muy difícil. Fue ordenado presbítero
para esa Arquidiócesis el 18 de agosto de 1979. Perteneció a la Federación de
sacerdotes diocesanos de Schöenstatt.
Nochebuena del '84
Carlos Cajade, de la iglesia San Francisco de Asís de
Berisso, al terminar Misa de Gallo encontró en la puerta del templo a tres
chicos sentados en la escalinata. Les dijo que era Nochebuena, que tenían que
ir a sus casas a festejar, pero los chicos le respondieron que no festejaban
porque no vivían en sus casas, sino en un terreno baldío. Como no les creyó en
primera instancia, los chicos desafiaron a que fuera con ellos. Cajade fue y se
encontró con que había aun más niños, muchos de ellos muy pequeños.
Conmocionado, compró todos los alimentos y regalos que pudo, y pasó la Nochebuena
con ellos. Allí empezó con la idea de crear el hogar. Muchos de esos chicos
iniciales luego crecerían y serían educadores sociales, trabajando en la obra
de Cajade.
El sacerdote moriría de un sorpresivo cáncer de colon en el
año 2005, pero su obra aún continúa funcionando en la ciudad.
Obra social
Luego de nochebuena del 84, se comprometió mucho con la
causa de los niños de la calle. Fue secretario de derechos humanos en la
Central de los Trabajadores Argentinos en la provincia de Buenos Aires y
cofundador, junto al sociólogo Morlachetti, del Movimiento Nacional Chicos del
Pueblo órgano que nuclea en la Argentina las obras de protección de la niñez.
Integró la Comisión Provincial por la Memoria, destinada a denunciar los
crímenes de la última dictadura militar en la Argentina.
Luego fundaría el "Hogar de la Madre tres veces
Admirable", institución de rescate de chicos de la calle, y de muchas
obras de asistencia y promoción social que nacieron de allí, entre ellas la
Revista La Pulseada. Con el transcurso del tiempo y debido a la seriedad de su
compromiso en favor de los más necesitados, el Padre Cajade se convirtió en uno
de los referentes más importantes del país en materia de acción social y
promoción de la niñez.
Luchó sobre todo en los años '90, que fueron devastadores en
materia de pobreza, desocupación e indigencia en Argentina, y tuvo un
encontronazo con el obispo Monseñor Héctor Aguer, su antítesis política, y
estuvo al borde de quedarse sin los fondos para mantener la obra, pero finalmente
pudo superponerse con diversos emprendimientos y la ayuda de la gente del
barrio.
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