POR CONSULADODEBOLIVIA · 1 DICIEMBRE,
2017
El próximo domingo, 03 de diciembre, cerca de 6.5
millones de bolivianos/as acudirán a las urnas para elegir, por voto popular
directo, a 52 magistrados del organismo judicial. Sí, aunque Ud. no lo crea, el
pueblo elegirá por voto popular a sus principales jueces nacionales, por
segunda vez. La primera vez lo hicieron en 2011.
Un total de 597 candidat@s fueron
postulantes para estas elecciones. De ell@s, 96 fueron preseleccionados por la
Asamblea Legislativa Plurinacional (en base a sus méritos académicos y
laborales). De estos, 18 serán electos como magistrados para el Tribunal
Supremo de Justicia (9 titulares, 9 suplentes); 18 para el Tribunal
Constitucional Plurinacional (9 titulares, 9 suplentes); 10 para el Tribunal
Agroambiental (5 titulares, 5 suplentes); y 6 para el Consejo de la
Magistratura (3 titulares, 3 suplentes).
Estos jueces, al igual que el
resto de las autoridades públicas por elección popular, son revocables. El tiempo
de sus funciones es de 6 años, sin posibilidad de reelección.
Para el Tribunal Constitucional
Plurinacional, el Art. 197 de la Constitución Política del Estado Plurinacional
de Bolivia dispone: “… estará integrado por magistrados/as elegidos con
criterio de plurinacionalidad, con representación del sistema ordinario y del
sistema indígena originario campesino”. De esta manera, se garantiza la
representación de pueblos indígenas y campesinos.
A diferencia de otros procesos
electorales, en las elecciones judiciales, los candidatos no deben estar
adscritos a ningún partido político (no hacen campaña electoral por sí mismos).
Es más, sólo el Órgano Electoral
Plurinacional está autorizado para difundir el perfil y las propuestas de todas
las y los candidatos, en igual proporción y tiempo, en los medios de
información. Y lo realiza en los cuatro idiomas más hablados del país.
No existe país en el mundo, mucho
menos los países con democracias “avanzadas”, donde los magistrados o jueces
principales sean electos por voto popular. En 5 de los 50 estados de los EEUU
de Norteamérica también se eligen jueces, pero no es de alcance nacional.
¿Por qué Bolivia optó por la
elección de jueces por voto popular?
El nefasto sistema neoliberal
convirtió a Bolivia en una marca mundial en la corrupción pública, en tiempos
muy recientes. A principio del presente siglo, el país se coronaba como
campeona y/o sub campeona en corrupción pública internacional. Pero, ningún
funcionario público era investigado y/o condenado por esos u otros delitos
públicamente evidenciados.
Diputados y senadores de los
partidos políticos, entre patadas y puñetazos, se distribuían los cupos de los
tribunales de justicia para elegir a sus allegados, quienes a su vez, por este
favor, jamás les investigaban/juzgaban como acto lealtad política a sus
padrinos políticos corruptos.
Fue en ese contexto de corrupción
pública generalizada del sistema judicial nacional, y la impunidad cínica de
los políticos, que se optó por las elecciones de magistrados por voto popular.
Y así se dispuso en la Constitución Política del Estado Plurinacional (2009).
La finalidad fue democratizar el
sistema judicial mediante elección popular de los magistrados, y así atenuar
los males del sistema judicial como: la retardación de la justicia, la
desigualdad en el acceso a la justicia, el cuoteo político del organismo
judicial, entre otros.
¿Por qué la teoría política de la
democracia occidental no permite la elección de jueces por voto popular?
La moderna teoría política del
Estado democrático plantea como uno de sus principales bases la división e
independencia de los clásicos tres órganos de poder de todo Estado (Ejecutivo,
Legislativo y Judicial). Los integrantes del Legislativo y del Ejecutivo deben
ser electos por voto popular.
Los integrantes del sistema
Judicial, según esta teoría política occidental, deben ser nombrados por los
“representantes políticos de turno”, NO pueden ser electos por voto popular.
Esto, para prevenir a los pueblos de la “tiranía judicial de las mayorías
políticas circunstanciales”.
Bajo este argumento arcaico, y
contrastante con la realidad, abogados como Zaffaroni o políticos como Macri
repelieron en la Argentina reciente la democratización del sistema judicial de
dicho país.
Después de más de 200 años de la
vigencia de esta premisa democrática, se constata que los sistemas judiciales
son evidentes botines políticos que sirven para enriquecer/proteger con la
impunidad a los políticos-empresarios-militares corruptos, y en no pocos casos
para criminalizar a defensores de derechos.
Los estados neoliberales llevaron esta perversión a su máxima expresión.
En otros términos: la justicia es
imparcial (buena) en la medida que los jueces sean electos por los ricos, pero
es mala y populista si los juzgadores son electos por voto popular. Y, lo más
aberrante, aún hay humanidad que asume esta falacia como verdad.
¿Qué resultados dejó en Bolivia
la elección de jueces en 2011?
La primera elección, por voto
popular, de magistrados, como proceso, hizo que las y los bolivianos se
interesen y debatan la elección de sus magistrados. Antes, el nombramiento de
magistrados era tan desconocido/misterioso/corrupto como los contratos
“reservados” de privatización en la época neoliberal. Ahora, es la ciudadanía
(rural y urbana) quien decide quiénes serán sus magistrados, aunque luego de un
filtro previo de candidatos en el Legislativo.
El sistema judicial boliviano,
hace una década atrás, había tomado la misma o peor velocidad de caída libre de
sus pares de Honduras o Guatemala. En la actualidad, en estos países, la gente
no sólo desconfía de los jueces impuestos por los ricos, sino que los repudian,
y “dirimen” los conflictos jurídicos con pistola y machete (promedio de 20
asesinatos por día).
Y, del total de estos asesinatos
a mano armada, sólo un promedio del 5% es llevado al sistema judicial. Sin el
cambio judicial impulsado en Bolivia, el país sería una marca mundial en
criminalidad.
Los males capitales del sistema
judicial boliviano (corrupción, retardación, discriminación…)aún persisten. En
el país sólo existe un total de 1,008 jueces para resolver un total de más de
800 mil causas en trámite. De esos mil juzgadores, apenas se elige, por voto
popular, a 52. Pero, nadie puede dudar del inicio de la democratización del
sistema judicial.
Hace falta, no sólo aumentar la
calidad y cantidad de juzgadores, y presupuesto económico correspondiente,
sino, sobre todo, actualizar/modificar las currículas de formación
universitaria para profesionales del derecho. Hace falta que boliviano/as
transiten de víctimas o espectadores (del asunto judicial) a defensores/actores
de derechos en el sistema judicial. Hace falta incursionar en la cultura de la
conciliación, antes que el litigio judicial.
En este contexto, todo proceso de
democratización judicial, por más incipiente que fuese, es siempre benigno para los pueblos.
La pregunta es: ¿quiénes y por qué será que se oponen o convocan a voto nulo en
las elecciones judiciales en Bolivia? ¿No será que temen perder el último
“gancho” del cual pende su impunidad y privilegios legalmente permitidos?
https://www.consuladodebolivia.com.ar/2017/12/01/bolivia-unico-pais-mundo-elige-jueces-voto-popular/
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