Entre los bosques de pino y abeto que pueblan las montañas
del estado sureño de Michoacán, México, hay un lugar llamado Tlalpujahua,
conocido como "el pueblo de la eterna Navidad", porque ahí se
elaboran esferas de una belleza prodigiosa hechas a mano en talleres
artesanales.
Se trata de verdaderas obras maestras de arte popular,
infaltables en la escenografía de las fiesta de diciembre, sobre todo colgando
sobre el tradicional árbol, pero también en las coronas de Adviento que cuelgan
sobre las puertas.
Los habilidosos artesanos de Tlalpujahua son como los
alquimistas, poseedores de secretos que muy pocos conocen, y desde hace más de
seis décadas se dedican a elaborar esferas con "vidrio soplado".
El nombre de "el pueblo de la eterna Navidad" se
le impuso porque en todas las épocas del año recibe miles de visitantes,
especialmente cuando tiene lugar la Feria de la Esfera, del 30 de septiembre al
17 de diciembre.
Eduardo Salazar, director de Turismo de este municipio, dice
que en Tlalpujahua en cualquier fecha del año se encuentra "artesanía de
vidrio soplado como la esfera".
Sin embargo, ahora los artesanos "ya están
innovando" y de un tiempo a esta parte "no solo se dedican a la
esfera navideña" sino también a "otro tipo de decoración como las
frutas y arreglos" para mesas también de vidrio soplado que se han vuelto
muy populares.
En Tlalpujahua hay alrededor de 360 talleres que emplean a 5
o 6 personas cada uno, que suman cerca de 2 mil artesanos que se dedican al
arte de vidrio soplado y a elaborar las esferas navideñas decoradas con finos
trazos y creativos diseños.
Se estima que el 60% de la población total de la localidad,
unos 25.000 habitantes, viven de manera directa o indirecta de estas
artesanías.
A pesar de la competencia que representan las artesanías
chinas que son de plástico y fabricadas en serie de manera industrial, los
mexicanos siempre prefieren lo artesanal de vidrio y no de plástico
En los talleres se pueden observar personas sentadas frente
a un soplete de alta temperatura modelando el vidrio, para luego colocar el
"plateado", que es la aplicación de nitrato de plata, también de
manera manual. Luego comienza la decoración con algunas técnicas de pinceles y
diamantinas.
Las esferas de esta localidad michoacana se exportan a
Canadá, Estados Unidos, y hasta adornaron espacios del Vaticano y la Casa
Blanca.
Otro pueblo en México que también se dedica a elaborar
esferas navideñas es Chignahuapan, estado de Puebla, a unos 150 kilómetros al
este de la capital, y compite con Tlalpujahua por el liderazgo.
Marcos Romero/ANSA}
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