Por segundo año consecutivo y al cumplirse uno más del
gobierno de Cambiemos, el cura párroco de la Isla Maciel le envió una carta a
la vicepresidenta de la nación Gabriela Michetti. A un año de la llegada de
Cambiemos al gobierno, le decía entonces que en los barrios “había subido todo,
menos la alegría”. Paco resaltó que el gobierno baja la Asignación Universal
por Hijo para el sector más pobre de la población mientras a las grandes
empresas les reducen los impuestos. Olivera es integrante del Grupo de Curas en
Opción por los Pobres
Esta es la carta completa:
Sra Vice-Presidenta
Gabriela Michetti:
Al cumplirse un año de gestión “Cambiemos” le escribí una carta abierta en la que le
decía que en los barrios “había subido todo, menos la alegría”, en vistas de
los resultados de este segundo año pensaba no volver a perder el tiempo ya que
si lo que a ustedes se les ocurre para llegar a la tan mentada “pobreza cero”
no es otra cosa que bajarle al sector más pobre de nuestra población lo que
debían recibir por la Asignación Universal por Hijo -mientras a las grandes
empresas les reducen los aportes patronales y el impuesto a las ganancias- no
tenemos mucho para hablar. Directamente ustedes se burlan de los pobres.
Esas madres que difícilmente pueden darle ya de comer a sus
hijos, no tendrán más remedio que mandarlos a nuestros ya abarrotados
comedores. Y eso duele…
Es la famosa teoría del derrame neoliberal que, como bien
dice el Papa Francisco, “nunca se ha confirmado en los hechos e implica una
burda confianza en la “bondad” de quienes detentan el poder económico. Mientras
tanto los excluidos siguen esperando” (Evangelii Gaudium 54).
Pero acá estoy escribiéndole ya no de la pobreza que mata a
pasos lentos, a guisos de arroz o fideos
sin carne, sino sobre sus desafortunadas y peligrosas afirmaciones sobre
los “enfrentamientos” en el Sur de nuestra Patria. Usted se dice cristiana y el
pasado 8 de diciembre, día de la Virgen
Inmaculada, nos compartió incluso una foto acaramelada de ella. Qué pena que se
olvidó de sus dichos: “Dios derriba del trono a los poderosos y eleva a los
humildes, a los pobres llena de bienes y
a los ricos despide con las manos vacías” (Lucas1,52-53);
Esa María tuvo un hijo llamado Jesús que los cristianos
creemos renace cada Navidad y sabe, no le veo buen futuro, me parece que podría
repetirse la historia y si bien ya no morir en una cruz que es un invento antiguo pasado de moda,
quizás si de un tiro que entre por una nalga y le salga un poquito más arriba
del pecho. Eso si llega a grande, porque siempre hay Herodes que buscan
matarlos de chiquitos, cómo ahora que aumentó la mortalidad infantil.
Es que El Hijo de la María, que nace ahora como siempre en
villas y asentamientos nunca en tierras de Benettones y Lewis, de grandecito se
enfrentó a la Ley –aunque a usted no le guste-. A él le enseñaron que la Ley
del “mismito dios” prohibía curar en sábado porque era su día Santo y Jesús
dijo ¿qué Dios es ése?, el mío no es y
curó en Sábado. También le enseñaron que la ley prohibía tocar a los leprosos o
te volvías también impuro como ellos. Donde lee usted leproso puede traducir
por mapuches, villeros, madres de AUH y
¿sabe que hizo Jesús? se saltó la Ley, los abrazó y se dio el milagro que el
leproso se curó (algo así como que el hermano mapuche recuperó sus tierras).
Como dijo Gandhi, ese sí gran discípulo de Jesús sin creer
en él: “Nadie está obligado a cooperar en su propia pérdida, ni en su propia
esclavitud. La desobediencia civil es un derecho imprescriptible de todo
ciudadano”.
Ustedes nos llenaron la cabeza en tiempos electorales con la
palabra diálogo, “escuchando al otro para ver con que nos podemos enriquecer”
decía el presidente. Calculo que el diálogo ha de darse con el que piensa
distinto y también con el que reclama. Como decíamos los curas en la opción por
los pobres: “El estado tiene todos los medios y herramientas para ser artesano
de la Paz. No lo está siendo. Y ya demasiada sangre ha corrido por los suelos
de esta Patria” (7/12/2017 Comunicado a la opinión pública)
Ojalá no haga falta una tercera carta porque hayan cambiado
el rumbo, ojalá sobre todo no se nos acabe el tiempo para escribirla de ser
necesaria, porque tenga claro que frente
al avasallamiento de los derechos de nuestro Pueblo y a pesar de que quieran
criminalizar la protesta habrá que seguir
saliendo a las calles, a los
montes, a los ríos, y en esa lucha a muchos nos alentará en el corazón las
palabras de un tal Jesús, ese judío marginal
nacido en Belén de Judea para alegría del Pueblo –nunca de los poderosos
-, que nos sigue diciendo: “felices los
que son perseguidos por practicar la justicia porque a ellos les pertenece el
Reino”. (Mt. 5,10)
El que dijo eso, se lo acabo de recordar, terminó en una
cruz: el castigo que el imperio del momento daba a los opositores para que a
nadie se le ocurriera subvertir el orden, la famosa Pax Romana. Paz de la que
Tácito el historiador romano decía: “A la rapiña, el asesinato y el robo los
llaman por mal nombre gobernar y dónde crean un desierto, lo llaman paz”. El
mismo que dijo: “Los peores enemigos son los que aprueban siempre todo” y que
“el poder conseguido por medios culpables (llamémosle globitos de colores,
mentiras y promesas incumplidas) nunca se ejercitó en buenos propósitos”.
Lamentablemente no puedo decirle Feliz Navidad, tan sólo
preguntarme cómo lo hacían los curas del tercer mundo: ¿Navidad para quién?
Francisco Olveira
Sacerdote del grupo de curas en la opción por los pobres.
Isla Maciel
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