Entrevista al padre del soldado Omar Carrasco, a 20
años de su crimen
Roberto Caballero dialogó con Francisco Carrasco quien
recordó a su hijo que fue asesinado en
1994 mientras cumplía con el servicio militar obligatorio en una unidad militar
ubicada en la localidad de Zapala, provincia de Neuquén.
El padre del jóven soldado reflexionó sobre el asesinato de
su hijo y dijo que “la vida ha sido bastante dura”. “No tengo palabras, la
muerte de un hijo está latente todo los días”, aseguró emocionado.
En la entrevista realizada por Roberto Caballero desde Radio
Nacional Zapala, el padre del conscripto reflexionó sobr la actuación de la
justicia y contó que “lamentablemente los que fueron condenados, hoy en día
están libres. Estuvieron 4 años presos y lamentablemente andan caminando por la
calle como cualquier ciudadano”.
“Esperamos más de la justicia pero lamentablemente no respondió como
tenía que haber sido”, sentenció.
Acerca del debate sobre el retorno del Servicio Militar
Obligatorio opinó: “Sería lo peor que nos podría pasar. Estoy totalmente en
desacuerdo con eso”.
Omar Carrasco ingresó al Servicio Militar Obligatorio el 3
de marzo de 1994 y tan sólo tres días después fue asesinado y reportado como
“desertor” por las autoridades del establecimiento militar.
El joven soldado fue golpeado por el subteniente Ignacio
Canevaro, con la colaboración de los conscriptos Cristian Suárez y Víctor Salazar,
en uno de los clásico “bailes” que se perpetraban como cruel tradición a los
colimbas.
Como consecuencia de las costillas fracturadas, el soldado
falleció, su cuerpo fue escondido y los encargados de la dependencia del
Ejército informaron a sus familiares que se había escapado, por lo cual pasó a
ser considerado un “desertor”.
Tras el homicidio, a pesar de que se realizaron
movilizaciones populares, las autoridades militares encubrieron el hecho y
negaron su responsabilidad, así como también la Justicia Federal
de Zapala aportó su cuota de burocracia: demoró las pesquisas y dejó el caso en
manos militares, que optaron por culpar a los responsables de la compañía de
Carrasco al momento de su desaparición.
Dos años después, en 1996, el Tribunal Oral Federal de
Neuquén condenó como autores del crimen a Canevaro a 15 años de prisión,
mientras que a Suárez y Salazar los castigó con 10 años a cada uno.
Los conscriptos recuperaron la libertad en marzo del 2000 y
el subteniente lo hizo cuatro años más tarde, en febrero del 2004.
Durante el juicio, quedaron al descubierto una serie de falsas
denuncias y pistas que buscaban desorientar a los investigadores, la mayoría de
las cuales provenían desde el Servicio de Inteligencia del Ejército.Con la muerte del soldado Carrasco en abril de 1994, el por
entonces presidente Carlos Menem redactó meses más tarde el decreto 1537 que
ponía fin al Servicio Militar Obligatoria y establecía, en cambio, el Régimen
para el Personal de Soldados Voluntario.
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