Mauricio Macri renovó su despacho
en la Casa Rosada retirando los retratos de Belgrano, Saavedra, Moreno y
Güemes, y ordenó realizar “limpiezas energéticas"
El flamante presidente conservador
Mauricio Macri deicidio hacerle alguno cambios a su nueva oficina. Quitó los
cuadros de los próceres y puso obras modernas. También hubo “purificación de
energía” en la residencia presidencial de Olivos.
Inesperado dolor de cabeza para Vidal y su marido Tagliaferro en el
pago chico
Mauricio Macri no olvida el
malestar que le impidió disfrutar de los primeros dos días en su nuevo
despacho. No le afectó solamente el gusto con el que estaba decorado por
Cristina Kirchner, que le pareció anticuado y ambientado como un museo. Tenía
un dolor de cabeza insoportable y ningún analgésico le hacía efecto. En esas
primeras horas en el poder, uno de sus funcionarios, con la amistad suficiente
como para tutearlo en momentos en que muchos ya comenzaban a tratarlo de usted,
le dijo:
- Sí, quedate tranquilo: ya hay
gente que se está ocupando de eso– contestó el Presidente.
Nadie pudo confirmar si por allí
pasó su misteriosa guía budista (“la maestra”, como la llama el publicista
Joaquín Mollá), a la que sigue frecuentando para meditar una vez por semana aún
como primer mandatario. Pero es una posibilidad dado el afecto que le tiene. Lo
que sí pudo saber Clarín es que al despacho presidencial se le hicieron tres
“limpiezas energéticas”.
Lo mismo ocurrió en la Residencia
de Olivos, donde se aceleran las reformas para que, junto a Juliana Awada y su
hija Antonia se vayan a vivir entre febrero y marzo. Los procedimientos
comenzaron en los primeros días de la gestión y terminaron durante su ausencia
en Buenos Aires por el viaje a Davos.
Fuente: Diario Clarín
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