Por RICARDO
RAGENDORFER 6 de Septiembre de 2017
Fabián Méndez lideraba el escuadrón de Gendarmería de El
Bolsón al momento de la desaparición de Santiago Maldonado. Fue separado de
puesto con la excusa de “protegerlo” de atentados, pero terminó vigilado por la
propia fuerza y alejado de su familia. Méndez está resentido porque lo dejaron
“solo” luego de la represión y atraviesa una crisis nerviosa. Algunos creen que
podría romper el pacto de encubrimientos.
Fabián Méndez |
Tres días después de la desaparición de Santiago Maldonado durante
el ataque de Gendarmería al territorio
mapuche de Cushamen, el jefe del Escuadrón 36 de Esquel, Pablo Badié, habló por
teléfono con el autor de esta nota. Su tono sonaba amable pero cauto. Primero
aclaró que sus hombres “sólo prestaron un servicio de apoyo al procedimiento”.
Luego, amparado en la prohibición de abrir la boca, escatimó otros detalles. Y
ya a punto de cortar la comunicación, de pronto, soltó: “Vea, ¿por qué no llama
al Escuadrón de El Bolsón? Allí tal vez le informen mejor”. Un modo elegante de
mandar al frente a su par en esa ciudad, el comandante Fabián Méndez.
Por esas mismas horas, en un encuentro con el secretario de
Seguridad de Río Negro, Gastón Pérez Estevan, aquel oficial exponía su versión
de los hechos. “El operativo estuvo a cargo de Chubut. Ellos son muy celosos;
sólo ellos pueden decir lo que pasó”, fueron sus exactas palabras.
Tal definición –debidamente filtrada por una fuente próxima
al gobierno rionegrino– fue publicada el 20 de agosto en el diario Tiempo
Argentino con los siguientes efectos: un pedido de informes del legislador
Marcelo Mango (FpV) en el parlamento provincial y una indignada respuesta del
propio Pérez Estevan, quien –sin desmentir la existencia de aquel cónclave–
simplemente adujo: “La bajeza política de algunos no tiene límites”.
Lo cierto es que los dichos de Méndez ya durante la primera
semana de ese mes habían provocado una honda preocupación tanto en los altos
mandos de Gendarmería como en los pasillos del Poder Ejecutivo nacional. Y
dieron pie a una trama de imprevisibles consecuencias.
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