Por Redacción Canal Abierto
La Secundaria del Futuro
despertó el rechazo de la comunidad educativa y ya son 30 las escuelas porteñas
tomadas. Susana Colli, de Ademys, advierte sin embargo que los intereses que
esconde van mucho más allá de las pasantías y que la consecuencia será la
"degradación de la educación pública".
“Los chicos de la escuela pública no van a tener 5º año”,
resume Susana Colli, docente de Educación Media y miembro del sindicato Ademys,
en relación a la reforma educativa conocida como Secundaria del Futuro que
impulsa el gobierno porteño y despertó el rechazo de los estudiantes que
mantienen tomadas 30 escuelas.
Para la educadora, la reacción es lógica: “La reforma es
sólo para la escuela pública. Quieren hacer una escuela para ricos y otra para
pobres”. Y hace foco en un punto sobre el que poco se dijo pero que representa
un beneficio extraordinario para algunos sectores del gobierno de la Ciudad
vinculados a la educación. “El proyecto habla de que los chicos van a tener
clases en plataformas virtuales. Las plataformas virtuales se pagan, es uno de
los grandes negocios que hay en el mundo de la educación”.
¿Qué significa cambiar docentes por “facilitadores”? ¿Por
qué este proyecto cuando apenas acaba de implementarse la NES? Los intereses,
la ideología y el gasto millonario que se esconde detrás de una reforma que es
apenas el principio.
(Por Redacción Canal Abierto)
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