Se debe emplear “productos fitosanitarios” o “agroquímicos”
en vez de “agrotóxicos”
Era previsible, pero no por eso
menos preocupante. Una comunicación interna del INTA -Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria- organismo que supo ser un bastión para la defensa de
una producción agro ganadera, con contenido y ciencia nacionales, da cuentas de
la intervención en su manejo de las multinacionales que han instalado el modelo
productivo de agricultura industrial en base al uso de tóxicos y venenos.
Dice la orden interna firmada por
el ingeniero agrónomo Hernán J. Trebino, difundida en estos días: “Estimados
Directores: En las comunicaciones de los profesionales, así como en los
materiales impresos, virtuales, o en cualquier otro tipo de comunicación
institucional correspondiente al INTA o a alguna de sus unidades, Programas,
Proyectos, o instrumentos de intervención, cualquiera sea su categoría, deberá
practicarse una abstención irrestricta del empleo del término “agrotóxico”. Se
debe emplear “productos fitosanitarios” o “agroquímicos” en vez de
“agrotóxicos” o cualquier otra referencia que implique un posicionamiento sobre
estos productos que no se corresponde con decisión institucional alguna”.
Son expertos en marketing. En
forma permanente diseñan estrategias para comprar voluntades vía el engaño o
directamente el soborno. Inventaron la palabra “fitosanitarios”, y ahora,
habiendo copado el mayor instituto de investigación y extensión de nuestro
país, el INTA, prohíben el uso de la palabra “agrotóxicos”.
La forma de llamarlos implica un
posicionamiento ético frente al tema.
Los que promueven su empleo los
llaman fitosanitarios; los que tratan de tener una postura hipotéticamente
neutra, agroquímicos y los que luchamos contra su uso, agrotóxicos.
Aparecieron como armas en la
primera guerra mundial, pero sus efectos sobre los seres humanos son tan
devastadores e inhumanos que decretaron que no podían usarse ni siquiera en
éste, el más insensato de los escenarios sociales.
Por supuesto que la prohibición
nunca fue cumplida. Los nazis los usaron en sus exterminios, los Estados Unidos
para eliminar la vida vegetal en Vietnam (y de paso la humana y la animal) y en
la actualidad están secretamente presentes en todos los arsenales militares.
Sin embargo las compañías
químicas que los diseñaron les encontraron otra aplicación en un nuevo modelo
de agricultura industrial, el mayor proyecto jamás imaginado para controlar el
planeta a través del apoderamiento y administración del total de alimentos
necesarios para la vida humana. Aunque Usted se resista a pensarlo.
La idea es simple y verificable:
en vez de usar barbechos y rotaciones de cultivos para controlar la naturaleza
que compite con los cultivos comerciales, se usan estos venenos, lo que en el
cortísimo plazo permite volver a cultivar en los mismos lotes, acelerando de
este modo su degradación y pérdida de fertilidad al no reponerse los nutrientes
de las plantas, sino sólo extraerlos.
Con la ingeniería genética desarrollaron
plantas que son momentáneamente resistentes a los venenos utilizados logrando
de este modo dos objetivos maquiavélicos: en primer lugar cultivar los
productos que nos alimentan, utilizando estos temibles venenos y entonces
apropiarse de las especies vegetales que se usan para producir alimentos vía
patentes de exclusividad, lo que nos obliga a pagarles dinero por cada bocado
que comemos.
Las ganancias obtenidas por este
sistema de producción y tráfico alimentario las hacen, junto con las petroleras,
las empresas que más ganan y más se apropian de los recursos planetarios. Más
poderosas incluso que muchos países, con su propio ejército, como es el caso de
Monsanto, que es la dueña de Blackwoter, el mayor ejército privado del planeta.
Ahora han tomado el control de
nuestro INTA, augurando un más que sombrío panorama para nuestra salud y la de
nuestra naturaleza.
Fabián Ríos firmó acuerdos para la creación de proyectos, que dará
trabajo genuino a 1.500 familias
Jue, 18/05/2017 - 12:45
El intendente Fabián Ríos firmó
este jueves 18 de mayo en su despacho, un acta acuerdo con los miembros de la
CTA local que conforman sindicatos y organizaciones sociales. Las instituciones
llevan a cabo tareas de desarrollo Democrático de una comunidad Organizada por
Trabajadores, garantizada por la Co-gestión permanente entre Estado-Sociedad,
en este caso la Municipalidad de Corrientes.
El jefe Comunal capitalino estuvo
acompañado por la secretaria de Coordinación General, Irma Pacayut, mientras
que por los sindicatos y organizaciones suscribieron el convenio Juan González,
Secretario General de la CTA Corrientes; el Secretario General de SU.TE.CO,
Fernando Ramírez; Feliciano Romero de ATE; María Susana Liwsky, Secretaria
General CO.DI.UNNE; Alejandro Niz, Vicepresidente de APAY-FETIA; Clara
Argüello, representante de la región NEA-FONAF (Federación de Organizaciones
Nacionales de Agricultura Familiar) y Horacio Maidana, Coordinador Instituto de
Asamblea Ciudadana Corrientes;
La acción radica en la
construcción política social ciudadana basada en el derecho colectivo de los
trabajadores en la identidad Cultural comunitaria de los pueblos, donde el
trabajo, la producción y el consumo son el objetivo de producir vida sana para
vivir en mejores condiciones.
Juan González explicó que “para
nosotros esto es un hecho histórico, es el objetivo desde la fundación de la
CTA, no solamente en Corrientes sino a nivel nacional. Así como tenemos
convenios colectivos de trabajo para defender los derechos de los trabajadores
en relación de dependencia, esto es un proyecto comunitario, es el ejercicio de
un esquema de soberanía comunitaria integral para crear diversas instituciones
educativas, de salud y culturales para beneficio de nuestro pueblo”, agregó.
“Acordamos con la Municipalidad
de Corrientes la formación de una comisión paritaria de diez miembros, cinco
puestos por el Municipio y cinco que surgirán de una Asamblea Ciudadana de los
Trabajadores que se realizará el 10 de junio, que abarca al conjunto de los
trabajadores sindicales pero también sociales, territoriales, comunitarias y
campesinas”, explicó el sindicalista.
Juan González precisó que “es un
proyecto comunitario que se gestará en Santa Catalina, no es solo un proyecto
de construcción de viviendas, sino que abarcan los mercados populares, la
creación de una universidad, de escuelas, de centros de salud y de centros
culturales”.
“Esa infraestructura se va a
realizar en la medida que esta comunidad funcione en una relación
Estado-Trabajadores, concretada a partir del convenio colectivo que
suscribimos”, indicó el secretario de la CTA Corrientes.
Luego aseveró: “La construcción
del proyecto involucra a los que habitarán las viviendas, y los trabajadores
que ejercerán los proyectos, dando trabajo genuino a 1.500 familias. Una de las
acciones que vamos a desarrollar va a ser una Universidad Democrática de los
Pueblos Libres, basado en los derechos de los pueblos, de la comunidad y no en
el individualismo”, culminó Gonzalez.
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