Todas las voces y músicas de la Patria Grande

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domingo, 21 de mayo de 2017

El INTA Prohíbe la Palabra Agro tóxicos


Se debe emplear “productos fitosanitarios” o “agroquímicos” en vez de “agrotóxicos”
Era previsible, pero no por eso menos preocupante. Una comunicación interna del INTA -Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria- organismo que supo ser un bastión para la defensa de una producción agro ganadera, con contenido y ciencia nacionales, da cuentas de la intervención en su manejo de las multinacionales que han instalado el modelo productivo de agricultura industrial en base al uso de tóxicos y venenos.
Dice la orden interna firmada por el ingeniero agrónomo Hernán J. Trebino, difundida en estos días: “Estimados Directores: En las comunicaciones de los profesionales, así como en los materiales impresos, virtuales, o en cualquier otro tipo de comunicación institucional correspondiente al INTA o a alguna de sus unidades, Programas, Proyectos, o instrumentos de intervención, cualquiera sea su categoría, deberá practicarse una abstención irrestricta del empleo del término “agrotóxico”. Se debe emplear “productos fitosanitarios” o “agroquímicos” en vez de “agrotóxicos” o cualquier otra referencia que implique un posicionamiento sobre estos productos que no se corresponde con decisión institucional alguna”.
Son expertos en marketing. En forma permanente diseñan estrategias para comprar voluntades vía el engaño o directamente el soborno. Inventaron la palabra “fitosanitarios”, y ahora, habiendo copado el mayor instituto de investigación y extensión de nuestro país, el INTA, prohíben el uso de la palabra “agrotóxicos”.
La forma de llamarlos implica un posicionamiento ético frente al tema.
Los que promueven su empleo los llaman fitosanitarios; los que tratan de tener una postura hipotéticamente neutra, agroquímicos y los que luchamos contra su uso, agrotóxicos.
Aparecieron como armas en la primera guerra mundial, pero sus efectos sobre los seres humanos son tan devastadores e inhumanos que decretaron que no podían usarse ni siquiera en éste, el más insensato de los escenarios sociales.
Por supuesto que la prohibición nunca fue cumplida. Los nazis los usaron en sus exterminios, los Estados Unidos para eliminar la vida vegetal en Vietnam (y de paso la humana y la animal) y en la actualidad están secretamente presentes en todos los arsenales militares.
Sin embargo las compañías químicas que los diseñaron les encontraron otra aplicación en un nuevo modelo de agricultura industrial, el mayor proyecto jamás imaginado para controlar el planeta a través del apoderamiento y administración del total de alimentos necesarios para la vida humana. Aunque Usted se resista a pensarlo.
La idea es simple y verificable: en vez de usar barbechos y rotaciones de cultivos para controlar la naturaleza que compite con los cultivos comerciales, se usan estos venenos, lo que en el cortísimo plazo permite volver a cultivar en los mismos lotes, acelerando de este modo su degradación y pérdida de fertilidad al no reponerse los nutrientes de las plantas, sino sólo extraerlos.
Con la ingeniería genética desarrollaron plantas que son momentáneamente resistentes a los venenos utilizados logrando de este modo dos objetivos maquiavélicos: en primer lugar cultivar los productos que nos alimentan, utilizando estos temibles venenos y entonces apropiarse de las especies vegetales que se usan para producir alimentos vía patentes de exclusividad, lo que nos obliga a pagarles dinero por cada bocado que comemos.
Las ganancias obtenidas por este sistema de producción y tráfico alimentario las hacen, junto con las petroleras, las empresas que más ganan y más se apropian de los recursos planetarios. Más poderosas incluso que muchos países, con su propio ejército, como es el caso de Monsanto, que es la dueña de Blackwoter, el mayor ejército privado del planeta.
Ahora han tomado el control de nuestro INTA, augurando un más que sombrío panorama para nuestra salud y la de nuestra naturaleza.

Fabián Ríos firmó acuerdos para la creación de proyectos, que dará trabajo genuino a 1.500 familias
Jue, 18/05/2017 - 12:45
El intendente Fabián Ríos firmó este jueves 18 de mayo en su despacho, un acta acuerdo con los miembros de la CTA local que conforman sindicatos y organizaciones sociales. Las instituciones llevan a cabo tareas de desarrollo Democrático de una comunidad Organizada por Trabajadores, garantizada por la Co-gestión permanente entre Estado-Sociedad, en este caso la Municipalidad de Corrientes.
El jefe Comunal capitalino estuvo acompañado por la secretaria de Coordinación General, Irma Pacayut, mientras que por los sindicatos y organizaciones suscribieron el convenio Juan González, Secretario General de la CTA Corrientes; el Secretario General de SU.TE.CO, Fernando Ramírez; Feliciano Romero de ATE; María Susana Liwsky, Secretaria General CO.DI.UNNE; Alejandro Niz, Vicepresidente de APAY-FETIA; Clara Argüello, representante de la región NEA-FONAF (Federación de Organizaciones Nacionales de Agricultura Familiar) y Horacio Maidana, Coordinador Instituto de Asamblea Ciudadana Corrientes;
La acción radica en la construcción política social ciudadana basada en el derecho colectivo de los trabajadores en la identidad Cultural comunitaria de los pueblos, donde el trabajo, la producción y el consumo son el objetivo de producir vida sana para vivir en mejores condiciones.
Juan González explicó que “para nosotros esto es un hecho histórico, es el objetivo desde la fundación de la CTA, no solamente en Corrientes sino a nivel nacional. Así como tenemos convenios colectivos de trabajo para defender los derechos de los trabajadores en relación de dependencia, esto es un proyecto comunitario, es el ejercicio de un esquema de soberanía comunitaria integral para crear diversas instituciones educativas, de salud y culturales para beneficio de nuestro pueblo”, agregó.
“Acordamos con la Municipalidad de Corrientes la formación de una comisión paritaria de diez miembros, cinco puestos por el Municipio y cinco que surgirán de una Asamblea Ciudadana de los Trabajadores que se realizará el 10 de junio, que abarca al conjunto de los trabajadores sindicales pero también sociales, territoriales, comunitarias y campesinas”, explicó el sindicalista.
Juan González precisó que “es un proyecto comunitario que se gestará en Santa Catalina, no es solo un proyecto de construcción de viviendas, sino que abarcan los mercados populares, la creación de una universidad, de escuelas, de centros de salud y de centros culturales”.
“Esa infraestructura se va a realizar en la medida que esta comunidad funcione en una relación Estado-Trabajadores, concretada a partir del convenio colectivo que suscribimos”, indicó el secretario de la CTA Corrientes.

Luego aseveró: “La construcción del proyecto involucra a los que habitarán las viviendas, y los trabajadores que ejercerán los proyectos, dando trabajo genuino a 1.500 familias. Una de las acciones que vamos a desarrollar va a ser una Universidad Democrática de los Pueblos Libres, basado en los derechos de los pueblos, de la comunidad y no en el individualismo”, culminó Gonzalez.

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