Néstor García Iturbe
En estos momentos en que la gran prensa estadounidense
dedica grandes espacios a las manifestaciones de cualquier tipo que se realizan
en contra del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, considero
importante hacer un breve recuento de un número de manifestaciones que se han
realizado en dicho país, algunas mencionadas en la prensa de forma muy escueta
y otras apareciendo en ella solamente uno o dos días.
¿Es que alguna de esas manifestaciones era menos importante
que las que ahora se efectúan contra Trump?
No lo creo. La importancia radica en que la guerra del
establishment contra Trump no ha terminado y precisamente la gran prensa forma
parte y es el vocero de dicho establishment.
La guerra comenzó durante la campaña electoral. Hillary era
la preferida del establishment, recordarán que siempre ganaba en todas la
encuestas, que su política, de haber alcanzado la presidencia, era la
continuidad de lo que el establishment le había ordenado a Obama y este había
cumplido.
Se difundían estadísticas manipuladas en cuanto al desempleo
y la situación económica del país, como si todo estuviera muy bien y se hubiera
alcanzado un avance notable, mientras 94 millones de estadounidenses estaban
sin empleo, 42 millones de estos seguían viviendo bajo la línea de la pobreza,
más o menos la misma cifra que cuando Obama llegó a la Casa Blanca. La Deuda
Externa seguía incrementándose y los acuerdos firmados por Obama, denominados
TPP, eran una bendición para las grande empresas que cerraban fábricas en Estados
Unidos y las abrían en países que ofrecían mano de obra barata, donde obtenían
exenciones de impuesto y de donde podían fácilmente enviar sus utilidades a los
paraísos fiscales.
Los esfuerzos por eliminar al Estado Islámico se veían
frustrados, porque el verdadero interés de Estados Unidos era el derrocar al
gobierno de Siria y los acuerdos que la administración Obama tomaban con Rusia
se incumplían totalmente, por lo que las fuerzas del EI recibían armas y otro
tipo de ayuda de los que, aparentemente, los estaban combatiendo.
Todo eso piensa cambiarlo Trump, pero los intereses que se
afectarán son muchos y los errores que este y su equipo de gobierno puedan
cometer, son magnificados y se incluyen en la propaganda en su contra, como
parte de la guerra que se inició con la campaña electoral y que continúa
llevándose a cabo.
En Estados Unidos, durante años, se han realizado
manifestaciones populares, que la gran prensa ha publicado cuando no le ha
quedado más remedio, entre otras cosas para poder seguir dando la impresión de
que existe la tantas veces mencionada “libertad de prensa”. Sin llegar a
citarla todas, destacaré las siguientes:
Las manifestaciones en contra de la discriminación racial
que se llevaron a cabo distintos estados del sur, solamente se reflejaban en
pequeños medios locales, la que finalmente apareció en los medios de prensa
nacionales, fue la Marcha hacia Washington, organizada por Martin Luther King
que llevó a la capital más de un millón de personas. Con posterioridad a esa
marcha, asesinaron a Luther King y a varios dirigentes del movimiento negro,
las manifestaciones que esto provocó prácticamente no fueron difundidas por la
gran prensa., ni se exigió responsabilidad a las autoridades por dichas
muertes.
La guerra de Vietnam originó múltiples manifestaciones en
distintos estados de la nación, por lo regular esas manifestaciones y la
represión policial contra las mismas, no se difundían ampliamente, más bien se
referenciaban en algunos medios de prensa de forma breve y tergiversada, la
mayoría de las veces resaltando el nacionalismo y la heroicidad de los que
habían muerto por defender la “Seguridad Nacional de Estados Unidos”. Ninguno
de los medios de la gran prensa criticaba los verdaderos intereses económicos
que estaban detrás de dicha guerra, ni a los presidentes que la mantenían.
Para acercarnos un poco a nuestros días, pudiéramos citar
las manifestaciones en la mayoría de las ciudades de la nación por la
distribución arbitraria de la riqueza, cuya parte principal estaba en manos del
1 por ciento de la población, mientras el 99 por ciento confrontaba
dificultades económicas de distintos tipos. El famoso Occupy Wall Street.
¿Cuándo fue que estas manifestaciones se reflejaron en la
gran prensa? Cuando no le quedaba más remedio que hacerlo, cuando el movimiento
había tomado una fuera importante y la represión `policial contra el mismo se
encontraba en pleno apogeo. ¿Qué tiempo hace que la gran prensa no nos habla de
los millones de familias que perdieron sus casas debido a los intereses de las
hipotecas? ¿Por qué no se habla de los cientos de miles de estudiantes que no
han podido pagar los préstamos bancarios para realizar sus estudios? ¿Es que ya
nadie protesta por esto?
Nadie puede negar que Trump forma parte del establishment,
pero no es el preferido de este, pues sus ideas difieren de la mayoría de los
intereses de este.
Dentro del establishment, las empresas de seguro, que
ingresaron cientos de miles de millones de dólares debido a los seguros de
salud, obligatorios por el Obamacare, ahora consideran que los cambios que
Trump ha indicado puedan afectar seriamente sus intereses. La decisión inicial
de eliminar la multa de 500 dólares a todo aquel que no suscriba una póliza de
seguro de salud, ya los está afectando. Si como planea Trump, quiere
estructurar un sistema de salud mejor y asequible para la mayoría de la
población, la afectación sería mayor.
El problema del visado a nacionales de distintos países
árabes, reflejado en la Orden Ejecutiva de Trump tiene su historia. En febrero
del 2016, durante la administración Obama, el Departamento de Seguridad de la
Patria anunció que continuaría la implementación de la Ley de Prevención del
Programa de Exención de Visas y Terrorismo del 2015. En esta ocasión se
incluían en el listado de dicha Ley a Libia, Somalia y Yemen países que se
agregaban a Irán, Irak, Sudán y Siria que ya se encontraban en la misma.
¿Recuerdan ustedes las manifestaciones que esto causó? ¿La cobertura de prensa
de las personas que protestaban contra esta medida de Obama?
¿Es que la gran prensa no se percató de lo que estaba
pasando?
El famoso muro de Trump en la frontera con México. Hace más
de veintiún años que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército comenzó la
edificación del muro. El muro existe en una buena parte de la frontera y en la
parte restante existe una cerca de tres metros, coronada con alambre de púas,
que sería en todo caso la que sería sustituida por la nueva sección del muro.
El muro no es un objeto individual y aislado, sobre el miso
y la cerca perimetral, existen un buen número de cámaras de televisión,
sensores electrónicos, lo patrullan helicópteros, drones, aviones, vehículos
terrestres, perros, más de treinta mil oficiales de inmigración con su
correspondiente armamento. También en los distintos pasos fronterizos las
medidas de seguridad y electrónicas están establecidas.
En el año 2005 se promulgó la Ley 109 367 denominada Secure
Fence Act, que establece todas las medias que deben tomare en el muro y la
cerca fronteriza, para garantizar la no entrada de inmigrantes ilegales
procedente de México. Esto incluye la deportación de los que ingresen sin la
visa correspondiente. Obama deportó a México más de dos millones y medio de
ilegales. ¿Recuerdan ustedes las manifestaciones que esto causó? ¿Leyeron en la
gran prensa artículos protestando por este asunto?
El fortalecimiento de las medidas de control en la frontera
con México no solamente va dirigido a tratar de eliminar la entra de
inmigrantes ilegales a Estados Unidos. Por esa frontera entra a Estados Unidos
aproximadamente el 60 por ciento de la droga. Si el control resulta efectivo,
los traficantes de droga sufrirán un
duro golpe en sus economías. Estos traficantes no van a
protestar personalmente, pero tienen dinero suficiente para pagar que otros
protesten por ellos, incluyendo funcionarios dentro del gobierno mexicano.
La cancelación del TPP es un fuerte golpe para las grandes
empresas estadounidenses, de eso ya hablamos en este propio artículo. Algunas
de estas empresas que tenían planificado incrementar sus inversiones en otros
países han declarado que dichas inversiones las realizarán en Estados Unidos,
entre ellas la Ford Motor Company, la General Motors, la Chrysler y otras. Esto
no quiere decir que dichas empresas se han sumado al movimiento de Trump, todo
lo contrario, han hecho esto porque no les queda más remedio, pero siguen
siendo enemigos potenciales de su administración y harán todo lo posible porque
este no tenga éxito.
Las relaciones con Rusia es otro aspecto que ha promovido
declaraciones, hasta ahora, no se han efectuado protestas de gran magnitud. Si
como dijo Trump, el desea trabajar de conjunto con Rusia, para que este sea un
socio de negocios y no un enemigo, si considera que ambos países pueden
coordinar acciones contra el terrorismo, e inclusive que la mejoría de
relaciones pudiera implicar ciertas reducciones en los arsenales atómicos y en
los presupuestos de Defensa, un cambio en la política exterior de Estados
Unidos y en especial su vinculación con la OTAN, entonces considero que Trump
debe prepararse para las manifestaciones que esto provocará.
La conversión del enemigo en un socio de negocios y la
reducción de los presupuestos de Defensa, más el cambio de la vinculación con
la OTAN pudieran provocar protestas de los ejecutivos de las empresas del
Complejo Militar Industrial y de los que trabajan en las fábricas de bombas,
cohetes “hellfire”, bombarderos, ojivas nucleares, misiles de todo tipo,
fusiles, ametralladoras, piezas de artillería, submarinos y otros medios de
guerra. ¿Se imaginan la cobertura de la gran prensa tratando de justificar la
producción de estos medios?
Podemos decir que los primeros días de Trump en la Casa
Blanca han estado dedicados a cumplir con las promesas realizadas durante la
campaña electoral, que en definitiva fueron las que le dieron el triunfo.
El estilo de gobierno, tratando de resolver la mayoría de
los problemas lo antes posible, provoca errores y dificultades. Es cierto que
son muchos asuntos a resolver, pero la priorización de estos le hubiera
permitido tener unos días iníciales más calmados y dosificar los cambios de
forma tal que se fueran asimilando paulatinamente y mejor fundamentados, de
forma tal que se entendieran por parte de los que van a ser beneficiados por
los mismos.
Quizás Trump se ha dejado llevar por las provocaciones de
sus enemigos, que conocen tiene un temperamento impulsivo, acostumbrado, como
hombre de negocio, a buscar rápidamente soluciones y en muchos casos
fundamentadas en su propio criterio, no en el criterio colectivo.
En ocasiones actúa como si hubiera sido elegido presidente
por tres meses, no por cuatro años y quiere aprovechar los tres meses para
solucionarlo todo. Este estilo de trabajo beneficia a sus oponentes, que además
con la gran prensa en sus manos, puede manipular las situaciones y resaltar los
errores que cometa.
Su principal meta es incrementar los empleos, para mejorar
la situación económica de una gran parte de la población estadounidense y por
mucho que se esfuerce, esta bonanza no comenzará a materializarse de inmediato,
eso llevará unos cuantos meses, en caso de tener éxito. Si esto se produce, el
escenario cambiará por completo a su favor y los otros cambios que proponga
tendrán un mayor apoyo.
Quizás ninguno de sus asesores le dijo la famosa frase, o se
lo dijeron y no le dio importancia…
Take it easy, my man
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