El Patagónico | Santa Cruz | CRISIS PETROLERA
La indiscriminada cantidad de
despidos de trabajadores petroleros en yacimientos santacruceños dependientes
de empresas contratistas de YPF sigue aumentando porque la compañía mantiene su
postura de reducir gastos operativos. El sindicato de base ya confirmó más de
200 telegramas y cree que se incrementarán a 800, pero incluso presume que
serán muchos más porque Sinopec comenzó a adoptar la misma tesitura que la
estatal.
En Caleta Olivia una de las
manifestaciones de protesta de los trabajadores petroleros ser instaló en el
tramo de la Ruta 12 que une esta localidad con Cañadón Seco.
En Caleta Olivia una de las
manifestaciones de protesta de los trabajadores petroleros ser instaló en el tramo
de la Ruta 12 que une esta localidad con Cañadón Seco.
Caleta Olivia (agencia)
Por ahora, la única alternativa
de que se supere este crítico panorama -al menos de manera temporaria- es que
el Ministerio de Trabajo de la Nación dicte la conciliación obligatoria y
ordene retrotraer las masivas cesantías ya concretadas.
Ello en razón de que el jueves
fracasara en Buenos Aires la reunión que mantuvieran ejecutivos y abogados de
YPF con dirigentes del Sindicato Petrolero de Santa Cruz, encabezados por
Claudio Vidal, y funcionarios del gobierno de esta misma provincia liderados
por el vicegobernador Pablo González.
El negativo resultado de ese
encuentro motivó que el gremio decidiera pasar de un estado de alerta y
movilización al paro total de actividades a partir de las 0 horas de ayer.
En la práctica, esto quedó
evidenciado en las rutas de accesos a los yacimientos e instalaciones
operativas de YPF situadas en proximidades de las localidades vinculadas
estrechamente a la actividad petrolera; es decir Caleta Olivia, Cañadón Seco,
Pico Truncado, Kolulel Kaike, Las Heras y Río Gallegos.
A la vera de esos caminos de la
estepa patagónica se manifestaron numerosos grupos conformados por decenas de
trabajadores ya despedidos y otros cientos que podrían ser los próximos
desocupados.
CONSECUENCIAS IMPREDECIBLES
Banderas nacionales, de alguna que
otra empresa de servicios y neumáticos encendidos, eran el fiel reflejo del
sombrío panorama que refleja esta crisis social y laboral cuyas consecuencias
aún no se pueden predecir en su total dimensión, en tanto otros sectores
comunitarios y sobre todo la mayoría de la clase política regional parece no
dimensionarla.
Incluso los medios informativos
nacionales todavía no la tienen en su agenda de prioridades, lo que le da al
gobierno de Mauricio Macri cierto halo de impunidad como si nada tuviera que
ver con la política nacional de hidrocarburos, o en todo caso parece priorizar
la “hijaputez empresarial”, como dijo el comisionado de fomento de Cañadón
Seco, Jorge Soloaga, por encima de la dignidad de los trabajadores patagónicos.
La misiva fue entregada en mano
por referentes sindicales y afiliados, tanto en Caleta Olivia como en Cañadón
Seco, Pico Truncado, Las Heras y Río Gallegos.
En uno de los párrafos más
sustanciales se destaca que “la familia petrolera ha sufrido un duro golpe
causado por la decisión de las operadoras de cursar despidos en forma
indiscriminada”, desligándose de trabajadores de servicios de torre,
operaciones especiales, producción y logística, por citar algunos.
Más adelante, tras enumerar las
acciones de defensa que viene realizando el gremio, se insta a los funcionarios
“a tomar parte activa de esta coyuntura”, escuchando el reclamo de los
trabajadores petroleros “a quienes (ustedes) también representan” y por ello
les piden que también “hagan suya esta lucha”.
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