Vestidas de negro, esa es la consigna del paro nacional de
mujeres, que se realizará mañana. Convocado a partir del femicidio de Lucía
Pérez, en Mar del Plata, las mujeres reclamarán contra la violencia de género y
la economía que las precariza.
Con una convocatoria que crece momento a momento y a la que
se sumaron las dos CTA y la CGT, mañana se realizará por primera vez en la
historia argentina, un paro nacional de mujeres contra los femicidios y en
demanda de políticas públicas integrales que contemplen la prevención, sanción
y lucha contra la violencia de género, y que garanticen la autonomía económica
de las mujeres, sin la cual, muchas víctimas quedan entrampadas en relaciones
de pareja atravesadas por maltrato y golpes.
“No es testimonial. Como no fueron testimoniales los paros
de la clase obrera por la jornada máxima de trabajo, cuando no la conseguía. No
es un ademán de moda ni se trata de vestirse de un color determinado. No es un
acto de buena conciencia. Es un grito desgarrador y a la vez un acto de lucha,
que encadenamos con muchos otros”, explicó la socióloga e investigadora de la
UBA, María Pía López, integrante del Colectivo #NiUnaMenos, que lanzó el
llamado a la huelga junto a otros espacios y sindicatos, a partir de la
conmoción social que generó el brutal femicidio de Lucía Pérez, de 16 años, en
Mar del Plata, drogada, violada y empalada y por cuyo crimen hay tres
detenidos. El paro tendrá eco en las principales ciudades del país, donde están
previstas movilizaciones y también en otros países latinoamericanos, como
Uruguay, México y Chile, donde se replicará la medida.
El cese de actividades se cumplirá entre las 13 y las 14,
con la consigna de salir a las calles para hacer ruido, con vestimenta negra.
Entre otros gremios, adhirió la Ctera. En los jardines de infantes y escuelas
de educación especial que no pueden parar una hora –porque niños y niñas ya
están en clases– se va a aprovechar esa hora para dar educación sexual integral
y llamarán a las familias a participar. En la ciudad de Buenos Aires, está
prevista una concentración a partir de las 17 en el Obelisco para marchar luego
a la Plaza de Mayo.
“Paramos porque ganamos menos, porque somos más desocupadas
–varones 8,5 por ciento, mujeres 10,5 por ciento–, más precarizadas, más
pobres. Porque no damos más, porque nos matan. Porque no queremos entregar más
víctimas al altar de los verdugos. Porque no queremos el hambre ni la
desesperación”, señaló la periodista Marta Dillon, también parte del Colectivo
#NiUnaMenos. “Es muy potente la idea de pluralizar la imagen del paro: pueden
sumarse desocupadas y empleadas, podemos parar todas. Es para mostrar cómo las
mujeres somos las principales sostenendoras de la economía, las que aguantan
las primeras consecuencias del ajuste. El 76 por ciento de las tareas de
cuidados recae sobre las mujeres, y ganamos menos a igual tarea. Es importante
destacar la velocidad de reacción y la transversalidad, con la viralización de
consignas #NiUnaMenos y #VivasNosQueremos, lo que muestra una capacidad de
organización del movimiento de mujeres impactante”, analizó en diálogo con este
diario la investigadora del Conicet y docente de la Unsam, Verónica Gago.
Dillon y otras miembros de NUM se reunieron ayer con Hugo
Yasky y otros líderes sindicales por la mañana. Y por la tarde, con la
secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género de la CGT unificada, Noemí
Ruiz (modelos), quien se comprometió a apoyar la movida desde la central
obrera, aunque lo harán como “jornada de reflexión y lucha”, –y no como huelga
nacional–, pero apoyarán a las “compañeras” que quieran visibilizar en sus
lugares de trabajo los reclamos de la convocatoria y participar de la marcha.
En cambio, las dos CTA expresaron su adhesión al paro.
Durante el corte en la 9 de Julio, se darán clases públicas
de ESI. “Esto es fundamental porque cruza todas las demandas de Ni Una Menos:
prevención, defensa de nuestros derechos, búsquedas no punitivistas para
enfrentar la violencia machista. También va a haber partido de fútbol, en
contra de los estereotipos de género y a favor del juego en equipo entre
mujeres, es una manera de pensarnos no siempre como víctimas y de saber que hay
un enorme potencial para defendernos de la violencia en los lazos que generamos
con otras”, destacó Dillon, editora del suplemento Las 12.
La idea de la convocatoria salió de las redes sociales para
convertirse el jueves en una asamblea en la Confederación de Trabajadores de la
Economía Social, luego de conocerse el femicidio de Lucía Pérez. Con el correr
de los días, y la sucesión de femicidios (ver aparte), el llamado a una huelga
nacional de mujeres se consolidó con nuevas adhesiones. En algunos espacios de
trabajo, tomará otra modalidad como una radio abierta: así se sumará la Universidad
Nacional de General Sarmiento, porque en el horario de 13 a 14 no hay clases.
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