La dulzura del idioma guaraní y el sabor inconfundible de la
chipá de almidón de mandioca, se unieron para recibir a los más de 400
trabajadores y profesionales de la comunicación, provenientes en su mayoría de
organizaciones vinculadas a la Iglesia Católica, y que llegaron para participar
del V Congreso Latinoamericano y Caribeño de Comunicación.
Radialistas, diseñadores gráficos, comunicadores indígenas,
publicistas, redactores, se dieron cita los días 6 al 9 de octubre, en la
capital paraguaya, para reflexionar sobre nuestro rol en las sociedades de
América Latina y el Caribe, profundamente fragmentadas por cuestiones
vinculadas casi siempre a las preferencias partidarias y modelos de país.
Comunicación, Ciudadanía y Democracia para una Vida Plena y
Solidaria, fueron los ejes temáticos propuestos por los organizadores. Ejes que
se desarrollaron en las ponencias de la mañana, y los talleres de la tarde, en
distintas universidades del país guaraní.
Varios de los expositores se hicieron eco de las palabras
del Papa Francisco, cuando expresó que “hoy los medios de comunicación masivos
nos llevan a la desesperación o al adormecimiento de las conciencias. Los
comunicadores cristianos tenemos la responsabilidad de encontrar alternativas,
que representen una esperanza para tantas familias del continente. Tenemos la
enorme misión de construir ‘puentes’ entre personas y grupos enfrentados”.
A su turno, los expositores hicieron oír sus voces y
conceptos, ante un auditorio ávido de escuchar cada propuesta: “Debemos
trabajar para la reconciliación, atentos al modo de expresarse del que piensa
distinto que yo, sin pretender imponerle mi manera de ver las cosas, sino
proponernos la construcción de un pensamiento superador, que nos incluya a
todos”.
Por su parte, un obispo uruguayo enfatizó que “para ello,
debemos primero acercarnos y luego encontrarnos y por fin trabajar juntos, con
el que piensa diferente. Si no, no hay verdadera comunicación”. Y añadió:
“Siempre hay que tener en cuenta que es mejor el testimonio, el ejemplo, que el
discurso y las enseñanzas teóricas”.
En otra de las exposiciones se decía: “Mucha gente está
adormecida, porque lo único que hace es mirarse el ‘ombligo’ y su televisor. Es
decir mirar sólo SUS necesidades y si están satisfechas, lo demás no importa.
Además cuando mira su televisor se le dice que ‘todo está bien” y no vale la
pena hacerse problema por los problemas”.
HAGAN LIO, dijo el Papa Francisco
Una de las experiencias que despertó el asombro de todos fue
la de Leticia, una joven ingeniera agrónoma, egresada de la Universidad
Nacional de Asunción –UNA- cuando testimonió sobre la denuncia y movilización
del alumnado, durante el año pasado, para separar al rector de esa Universidad,
por estar involucrado en hechos de corrupción. Objetivo que fue alcanzado, con
el apoyo del diario Última Hora. “El Papa Francisco nos dijo a los jóvenes:
“Hagan lío” y tratamos de seguir sus recomendaciones”, resaltó Leticia.
ALER e INCUPO presentes
En nombre de la Asociación Latinoamericana de Comunicación y
Educación Popular –ALER- y del Instituto de Cultura Popular –INCUPO- participó
nuestro compañero Luis Nocenti, con una ponencia sobre la democratización de
las comunicaciones en Argentina y Latinoamérica, tomando como eje -para la
reflexión- la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
“Una ley que se construyó durante 20 años, desde los movimientos
populares, encabezados por la Coalición de los 21 puntos, se discutió durante
un año entero en 24 foros locales, pero que, el actual gobierno, la vació de
contenido, y dejó sin efecto organismos creados por ley, como la Autoridad
Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual – AFSCA”, puntualizó Nocenti.
Más adelante agregó: “Una ley que fue aprobada por el
Congreso de la Nación en 2009 y revalidada como constitucional por la Corte
Suprema de Justicia en 2013, no logró resistir el poder de la corporación
mediática más grande del país. Quien, junto a diputados de varios partidos
políticos, se las arreglaron para evitar la instrumentación de una herramienta
jurídica, que –claramente- podía igualar las oportunidades de todos/as, a la
hora de ejercitar el derecho a la comunicación, de manera democrática”.
“Frente a esta situación política de pérdida de la Ley
26.522 de SCAV y la fragmentación social de los argentinos, los comunicadores
tenemos el más grande desafío, de reconstruir un pensamiento superador, que
incluya a todos y todas, y un marco jurídico que recupere los postulados de la
ley 26.522 para democratizar las comunicaciones y por fin la vida en sociedad”,
concluyó.
Esto es para la Argentina, pero también para varios países
de América Latina y El Caribe, adonde la situación es muy similar, según se
pudo apreciar en el V COMLAC, organizado por la Asociación Católica
Latinoamericana y Caribeña de Comunicación, SIGNIS ALC, conjuntamente con la
ACCP (Asociación de Comunicadores Católicos del Paraguay).
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