Las negociaciones con los principales conglomerados
transnacionales del sector, entre ellas Nestlé y Coca-Cola, siguen "a
pasos agigantados".
Representantes de estas compañías han realizado encuentros
reservados con autoridades del actual gobierno, Michel Temer, en el sentido de
formular procedimientos necesarios para la explotación por las empresas
privadas de manantiales, principalmente en el Acuífero Guaraní, en contratos de
concesión para más de 100 años.
La primera conversación pública acerca de este y otros
sectores que tienden a seguir para la iniciativa privada estaba prevista el día
25, mismo día en que se abrió el proceso de votación del impeachment de la
presidenta Dilma Rousseff. Esta coincidencia fue fatal para el aplazamiento de
la reunión.
El anuncio debe contener una lista de concesiones más
"inmediatas", como las concesiones de los aeropuertos de Porto Alegre
(RS), Florianópolis (SC), Salvador (BA) y Fortaleza (CE) y de las terminales de
pasajeros de los puertos de Fortaleza y Recife (PE). Además, debe haber otra
relación de proyectos a ser concedidos o privatizados a medio plazo, con
subastas que pueden ocurrir en hasta un año, como de las distribuidoras de
energía de Eletrobras y de los manantiales de agua dulce.
Factor estratégico
La relevancia de uno de los mayores manantiales mundial de
agua dulce es tal que, desde hace décadas, ha sido blanco de la especulación en
cuanto a su uso y explotación. El Proyecto de Protección Ambiental y Desarrollo
Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní, conocido por Proyecto Acuífero Guaraní
(SAG), de la ANA, fue creado con el propósito de apoyar a Argentina, Brasil,
Paraguay y Uruguay en la elaboración e implementación de un marco legal y
técnico gestión y preservación del Acuífero Guaraní para las generaciones
presentes y futuras. Después de la victoria de los conservadores en Argentina y
los golpes de Estado por orientación de la ultraderecha, tanto en Paraguay y en
Brasil, restó a Uruguay votar contra la privatización del acuífero.
Este proyecto fue ejecutado con recursos del Global
Environment Facility (GEF), siendo el Banco Mundial la agencia implementadora y
la Organización de Estados Americanos (OEA) la agencia ejecutora internacional.
GEF, sin embargo, mantiene lazos muy cercanos a las grandes corporaciones.
Con una superficie total de 1,2 millones de km², dos tercios
de la reserva están en territorio brasileño, en el subsuelo de los estados de
Goiás, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, São Paulo, Paraná, Santa Catarina y
Rio Grande do Sul. la importancia estratégica del Acuífero para abastecer a las
generaciones futuras despierta atención de grupos de diferentes sectores en
todo el mundo ", afirma documento de la Organización de Derechos Humanos
de la Tierra de Derechos.
"La sociedad civil organizada está atenta a las
posibles estrategias de privatización de grupos económicos transnacionales. Una
vez que en 2003 la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Banco Mundial,
a través del Fondo Mundial de Medio Ambiente (GEF), implementaron el proyecto
de Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible que busca reunir y desarrollar
investigaciones sobre el Acuífero Guaraní , con el objetivo de implem entar un
modelo institucional, legal y técnico común para países del Mercosur ",
añade.
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