Ola de despidos en el Norte
12 de febrero de 2018
Al cierre del Ingenio San Isidro,
que dejó a 730 personas sin trabajo, se suman las cesantías impulsadas por las
empresas El Tabacal, Ledesma y La Esperanza. La Federación Azucarera hará una
caravana de 300 kilómetros para reclamar que se reincorpore a los afectados.
Por Laura Vales
Los
trabajadores del Ingenio San Martín, de El Tabacal,
realizaron un corte de ruta
y fueron reprimidos.
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Los pueblos azucareros de Salta y
Jujuy atraviesan días de incertidumbre tras el cierre del Ingenio San Isidro
–que dejó a 730 trabajadores en la calle– y una ola de despidos impulsadas por
las empresas El Tabacal, Ledesma y La Esperanza. Si bien esta semana hay
reuniones previstas en algunas de las compañías, los gremios se están
encontrando con una negativa cerrada a sus reclamos de reincorporar a los
despedidos. La Federación Azucarera Regional prepara para el lunes 19 una
caravana de 300 kilómetros que recorrerá los cuatro ingenios.
La situación en el Ingenio San
Isidro es la más grave. Ubicado en la localidad de Campo Santo, a 45 kilómetros
de la capital salteña, el ingenio emplea de manera directa a 730 personas, pero
otras 1900 dependen de la actividad de manera indirecta. La multinacional que
lo controla, el grupo peruano Gloria, presentó un procedimiento preventivo de
crisis en el Ministerio de Trabajo y justificó el anuncio de cierre en “las
pérdidas constantes y sostenidas” que vendrían sufriendo en los últimos cuatro
años. A los obreros se les niega el ingreso desde el 19 de enero.
Las consecuencias sociales del
cierre serían gravísimas no sólo para el departamento donde se asienta, General
Güemes, sino para toda la región. El titular de la Unión de Cañeros
Independientes de Salta y Jujuy, José María Jure, explicó en este sentido que
los productores jujeños entregan en cada zafra “350 mil toneladas de caña de
azúcar para la molienda del ingenio San Isidro”.
“El problema que hoy están
teniendo las 730 familias del ingenio se multiplicaría por tres o cuatro si
tenemos en cuenta el personal dependiente de los productores independientes. Es
un problema muy grande para Salta y Jujuy”, declaró el consultado al diario El
Tribuno.
En el Ingenio San Martín, de El
Tabacal (localidad de Hipólito Yrigoyen, en el norte salteño), a los 181
cesantías siguió la represión de los afectados, que mantenían un corte de la
ruta 50. El vienes pasado, el violento desalojo terminó con siete obreros
detenidos. El delegado Adrián Zabala fue uno de ellos.
“La represión les terminó jugando
en contra, porque la gente de Orán salió y volvió a cortar la ruta, hasta que
nos liberaron”, contó ayer Zabala a este diario. “En este momento la ruta está
liberada, estamos apostados a un costado, con una olla popular. Vamos a esperar
los resultados de una reunión de la empresa con el gremio, este miércoles. Pero
aparte estamos pidiendo que el gobernador (Juan Manuel) Urtubey intervenga,
porque lo que la empresa dice es que perdió rentabilidad por la suba de
impuestos y la pérdida de subsidios. Aducen una crisis, pero una crisis a
futuro. El argumento que están usando es que si no despiden, a futuro van a tener
pérdidas”.
Para Zavala, con los despidos los
ingenios buscan debilitar la organización de los trabajadores y flexibilizar
las condiciones laborales. “Quieren cambiar, por ejemplo, el régimen de
descanso. Y en el caso de la planta de San Isidro, alegan que los aumentos
salariales que consiguió el sindicato fueron demasiado altos. En esta región
los gremios más fuertes son los azucareros, vienen haciendo historia y los
quieren descabezar. Está claro que ese es el método del Gobierno: las empresas
se agarran de ahí”.
En el caso del Ingenio La
Esperanza, en San Pedro de Jujuy, con la llegada de la multinacional colombiana
que compró esa empresa se produjo el despido de casi 300 trabajadores, que
también fueron reprimidos cuando se desataron los previsibles reclamos. En
Ledesma los echados fueron 30; la mayoría eran obreros que habían participado
en un paro.
La caravana convocada por la
Federación Azucarera Regional saldrá de la localidad salteña de Hipólito
Yrigoyen, pasará por Ledesma (Ingenio Ledesma), seguirá por San Pedro de Jujuy
(Ingenio La Esperanza) y, después de concentrarse en Campo Santo (Ingenio San
Isidro), terminará con un acto en la ciudad de General Güemes (Salta).
Con la consigna “Ni un despido
más, ni un trabajador menos”, la caravana pedirá la reapertura del Ingenio San
Isidro, el cese de los despidos en todos los ingenios de la región y la
reincorporación de los despedidos, el respeto a los derechos laborales
adquiridos y al convenio colectivo de trabajo, así como el cese de las amenazas
a los dirigentes sindicales y trabajadores de la industria azucarera.
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