El empresario pagó aéreos y estadía de sus casi 600
invitados para celebrar en Marrakech sus 60 años. Incluyó actividades, paseos,
dos cenas temáticas y un show de Ricky Martin.
La Mamounia, uno de los hoteles que tomó Roemmers. La Mamounia, uno de los hoteles que tomó Roemmers. Foto:afp |
Ernesto Ise
Faltan diez meses para que termine 2018, pero este fin de
semana Alejandro Roemmers se aseguró de convertir su cumpleaños número 60 en
“la fiesta del año”. No solo por los 6 millones de dólares que se estima habría
desembolsado para todo lo que implicó esa celebración, sino por las actividades
que organizó para sus invitados. Unas que hicieron del cumpleaños un agasajo
para sus más de 600 convocados y que revalidaron su condición de gran
anfitrión.
Esta cualidad es algo que ya conocen a la perfección quienes
suelen participar de los “tours” que arma
a lo largo del año –en general entre julio y agosto–, cuando reparte
invitaciones con casi todos los gastos pagos a grupos de amistades variopintas
para recorrer la costa mediterránea o algún destino europeo, alojándolos por
tandas de 20 a 25 personas en el yate
que alquila para esa travesía.
Logística. Esta vez no fue Europa, tampoco Miami ni una isla del Caribe el territorio elegido para el gran festejo. Fue
Marrakech.
Desde mitad de 2017, los invitados recibieron por correo
electrónico la invitación al cumpleaños. Según el caso, se incluía un video del
alojamiento designado por el anfitrión además de informarse que la invitación
incluía dos noches de alojamiento pagas con opción a extender la estadía a cuenta del invitado; algo que algunos hicieron. Y,
por supuesto, los aéreos también pagos, en general vía Madrid con opción a
modificar las fechas de partida y de regreso, situación que también aprovecharon muchos para viajar a
Europa de manera anticipada o quedarse más tiempo aprovechando el pasaje
gratis.
Roemmers repartió a sus invitados en varios hoteles: el
Royal Mansour –donde se alojaron todos los Roemmers, el Beldi Country Club, La
Mamounia, el Palais Namaskar y el Ez
Saadi. El viernes, algunos invitados ya estaban en Marrakech y para ellos
Roemmers les propuso las siguientes actividades: visita al famoso jardin
Majorelle, o al Museo Yves Saint Laurent –espacio que fuera la casa que allí
tenía el famoso diseñador–, una
recorrida por el centro y los zoccos (mercados) y también una travesía por el
desierto con paseo a lomo de camello, y en cuatriciclo y refrigerio en una
megacarpa montada allí mismo. Y por la noche, los reunió en el restaurante
Bô-Zin.
Cuando una fiesta no basta... Ayer, al cierre de esta
edición, en el Palais Namaskar fue la primera de las dos fiestas. Tuvo como
dress code, vestir de blanco y negro. Y hoy domingo será el cumpleaños
propiamente dicho. Al mediodía habrá una misa y almuerzo. Luego la fiesta que
también tendrá su código de vestimenta: estilo Far West y latino con
reminiscencias de Las mil y una noches. Y será en el desierto. El atractivo
central será el show de Ricky Martin.
Aunque Alejandro Roemmers prefiere presentarse como un
escritor más que como un empresario, su apellido está ligado a uno de los
laboratorios más importantes de Argentina. Y en 2017 su padre fue incluido
entre los únicos siete argentinos que integran el listado de multimillonarios
de Forbes con una fortuna US$ 1,76 mil millones. De ese selecto grupo formaron
parte también Alejandro Bulgheroni –uno de los invitados a la fiesta de
Roemmers–, Eduardo Eurnekian, Gregorio Perez Companc, Jorge Brito, Eduardo
Costantini y Marcos Galperín.
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