El Estado incumple en proteger el interés superior de la
infancia y sacrifica la salud de los niños y niñas a una de las peores
epidemias de sobrepeso y obesidad en el mundo.
Los criterios nutricionales son laxos, los programas que más
ven los niños no están regulados, la publicidad sigue en otros medios y
continúa el uso de herramientas para engañar y manipular a esa población vulnerable.
En el marco del primer año de la entrada en
vigor sobre la regulación en materia de publicidad de alimentos calóricos, la
Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) señaló como una
preocupación que las regulaciones implementadas por el gobierno para enfrentar
el sobrepeso, la obesidad y la diabetes carecen de rigor y han sido influidas
por la gran industria de alimentos y bebidas, de ello que a la fecha se siga
observando publicidad de comida chatarra en los espacios en que niñas y niños
están viendo la programación televisiva, además de otros medios alternativos
como espectaculares e internet.
Al respecto, niñas y niños que participan en el Observatorio
Infantil de Publicidad explicaron cómo la publicidad les engaña al tratar de
venderles productos “especiales”, a través de regalos o del uso de sus
personajes favoritos.
Comentaron cómo llega a ellos la publicidad a través de
espectaculares o en internet.
Derivado del trabajo del Observatorio los niños y niñas
presentes en la conferencia presentaron un video colaborativo realizado por
ellos mismos en conjunto con educadores y personas dedicadas a la producción.
Adelantaron que recabarán firmas de apoyo a una carta
dirigida a las instituciones responsables de regular la publicidad para que
dejen de utilizar este tipo de herramientas para engañarlos.
Por su parte, El Poder del Consumidor realizó un análisis
del tipo de productos que se publicitan, su perfil nutrimental, horarios y
programas en los que hay más anuncios, así como las herramientas que están
usando para `conquistar’ a niñas y niños.
El estudio, se basó en un monitoreo de los Canales 2, 5, 7,
13 y Cartoon Network durante horarios infantiles y barra no infantil, y se tomó
en días aleatorios entre enero y mayo, cubriendo más de 134 horas.
El reporte de El Poder del Consumidor tomó en cuenta el
informe del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) “Estudios sobre
Oferta y Consumo de Programación para Público Infantil en Radio, Televisión,
Radiodifundida y Restringida” y el “Estudio exploratorio sobre la promoción y
publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigida a niños en América
Latina y el Caribe” realizado por Unicef para señalar la necesidad de
fortalecer la regulación en materia de publicidad dirigida a niñas y niños, con
el fin de proteger su salud y reducir su exposición a la publicidad de comida
chatarra.
En documento anexo El Poder del Consumidor presenta el
análisis cualitativo de la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas
dirigida a la infancia en televisión.
Este reporte comprueba que la regulación para la publicidad
es extremadamente débil por las siguientes razones:
La regulación es muy limitada ya que sólo se aplica a
publicidad en televisión y cine, y permite se siga realizando esta publicidad
en internet, espacios abiertos, puntos de venta, etc. Unicef ha realizado un
reporte en el que muestra como el internet se ha convertido en un medio de
impacto de este tipo de publicidad a la infancia.
Se siguen publicitando alimentos y bebidas no saludables en
los programas regulados del “horario infantil” y en el cine porque los
criterios nutricionales para establecer cuáles son los productos que no se
pueden son muy laxos (ver anexo).
Los programas más populares entre los niños y las niñas durante
el “horario infantil”, de acuerdo al estudio del IFT son las telenovelas. Estos
programas no están regulados y en ellos se concentra gran parte de la
publicidad de comida chatarra, mucha de ella dirigida de manera especial a los
niños (ver anexo).
Los horarios más populares para niños y niñas en la
televisión, de acuerdo al reporte del IFT, 8 pm a 10 pm, no están regulados y
siguen publicitando anuncios de comida chatarra (ver anexo).
Los resultados preliminares del monitoreo de televisión
realizado por El Poder del Consumidor, junto con los resultados del informe de
IFT dan fuerte evidencia de la necesidad de fortalecer la regulación de
publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia.
Ante ello la REDIM y El Poder del Consumidor hicieron un llamado
al gobierno para que proteja la salud de niños y niñas para reducir su
exposición a la comida chatarra, utilizando los criterios recomendados en el
Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en la Niñez y la Adolescencia
de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para que productos altos en
azúcar, sodio y grasas saturadas no puedan ser publicitados a nuestros niños.
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