Multa por un muro trucho
La Cámara Federal de Córdoba
ordenó a Facebook el pago de una indemnización a un abogado de Río Cuarto por
una cuenta trucha con el nombre del demandante. La red social tiene la
obligación de informar a cada uno de los amigos de la cuenta trucha.
La historia de Quique Novo no
tiene nombre, aunque tiene (o tenía) dos nombres y son el suyo propio. Todo
empezó un día de abril de 2013, cuando recibió unos mails de amigos que le
deseaban “¡Feliz cumple, Quique!”, “¡Enrique, que lo cumplas feliz!”, “Avisá si
hacés algo”. La sorpresa –para él– era que el saludo no se correspondía con su
fecha. Novo, funcionario municipal de Río Cuarto, Córdoba, descubrió que
alguien había abierto una cuenta trucha con sus datos y presentó una demanda en
la Justicia. Ese año, un juez federal le dio la razón, ordenó cerrar la cuenta
trucha y avisar a los amigos que se trataba de un falso Novo. Facebook no
cumplió y ahora la Cámara Federal de Córdoba ordenó que el gigante de las redes
sociales pague 270 mil pesos de indemnización por incumplir la orden judicial
(la cuenta ya había sido cerrada) y que avise a cada uno de los amigos del muro
trucho.
Novo es docente de la Universidad
Nacional de Río Cuarto, fue concejal entre 2008 y 2010, y se postuló como
candidato a intendente por el partido UPC (Unión por Córdoba) con la propuesta
de “independizar” a Río Cuarto. Tuvo más éxito con la demanda contra Facebook.
Novo tenía un perfil en la red
social como “Quique Novo”, pero en abril de 2013 recibió dos mensajes de
cumpleaños erróneos. “Lo vi en tu Facebook”, le explicaron los amigos (no tan
amigos, mas bien, allegados, o conocidos, claro) cuando los consultó por mail.
Novo le pidió a un familiar que se daba maña en cuestiones de redes sociales, y
éste le dijo al rato que alguien había creado un perfil con el nombre de
“Enrique Novo” y era de Río Cuarto. El Novo verdadero entonces empezó a
curiosear en el muro del homónimo y descubrió que tenía como amistades a otros
docentes universitarios, alumnas y alumnos de la facultad, y también jueces. En
el perfil trucho no había fotos del Novo verdadero, pero daba un dato trucho
que podía interpretarse como verdadero, que era abogado egresado de la UNRC. Y
empezó a preocuparse (el Novo verdadero) por la posibilidad de que el Novo
trucho empezara a recibir mensajes privados en los que los remitentes
supusieran que se trataba de él aunque no fuera él.
Entonces, presentó la denuncia a
la propia Facebook y obtuvo como respuesta que no se infringían las normas
comunitarias, con lo que Facebook daba por hecho que en Río Cuarto podían
existir dos Enriques Novos. Novo –siempre hablando del verdadero–, mandó
entonces una carta documento a Facebook Argentina reclamando el cierre de la
cuenta del Novo trucho. Pero no sólo no obtuvo respuesta, sino que descubrió
que el Novo trucho seguía subiendo comentarios en el muro a su nombre que no
era suyo.
Entonces inició una demanda ante
la Justicia federal de Río Cuarto, en la que pedía que se cerrara la cuenta del
simultáneo trucho, y que se avisara a cada uno de los amigos de esa cuenta que
no se trataba de él.
Después de iniciar la demanda
judicial, Facebook Argentina le respondió aquella carta documento, y le
informaba a Enrique Novo que la cuenta del Enrique Novo que no había enviado la
carta documento había sido cerrada por la propia red. Pero no cumplió con la
segunda parte de la demanda que consistía en avisar a los amigos, con la excusa
de que la Justicia debía notificar sobre la medida a la sede de Irlanda.
Mientras, el Novo verdadero se
conseguía de la Universidad un certificado por la negativa, es decir, un
certificado en el que la UNRC afirmaba que no existía hasta la fecha, en la
historia de la institución, ningún abogado recibido en esa casa de estudios que
pudiera ser identificado como Enrique Novo. Y lograba además el certificado de
que él, el Enrique Novo verdadero y demandante, era el único abogado en Río
Cuarto. Con esa identidad, claro.
En septiembre de 2013, el juez
federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, ordenó a Facebook que notificara a cada uno
de los contactos de la cuenta trucha que el Enrique Novo que ellos creían que
era Enrique Novo, en realidad no lo era. Hasta esa fecha, el reclamo del Novo
verdadero no incluía resarcimientos económicos.
Pero como Facebook Argentina
salió con el argumento de la matriz en Irlanda, el juzgado federal le impuso
una sanción pecuniaria por no acatar el fallo que llegó a 270 mil pesos.
Después de tres años, los abogados de Facebook Argentina consiguieron que se
suspendiera la multa. Pero Novo, ya propietario del único muro a ese nombre,
apeló la decisión. Ahora, la Cámara Federal de Córdoba le dio la razón y lo
volvió a habilitar para que pueda cobrar la indemnización.
Además, ordenó que Facebook
informara a cada uno de los amigos del ex Novo trucho que la cuenta era falsa y
que no la había cerrado el dueño porque se le daba la gana sino porque era
trucha.
En un gesto que enaltece su
nombre verdadero, el Novo que quedó anticipó que la mitad del dinero será
cobrado directamente por el municipio de Río Cuarto para la compra de uno o dos
zoótropos (carros que reemplazan a los tirados por cabalos) que serán
destinados a los recolectores urbanos.
Fuente:Pagína 12
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