CONFLICTO SOCIO AMBIENTAL EN RIO
NEGRO
Se movilizaron 10 mil personas
pacíficamente en repudio a la aprobación del megaloteo sobre un área protegida
que pone en riesgo la provisión de agua y la forma de vida de El Bolsón
Ayer sábado 7 de enero, a las 18
horas, la mitad de los ciudadanos de El Bolsón volvieron a marchar en la
manifestación más masiva de la historia del pueblo, con más de 10 mil personas,
para repudiar nuevamente los actos de corrupción cometidos por el poder
ejecutivo y legislativo municipal, al aprobar un negocio multimillonario que,
de concretarse, será la mayor villa de montaña de Latinoamérica en una zona
protegida de alto valor ambiental.
Fotos: Carina Llosa |
Hubo carrozas de la Asamblea en
Defensa del Agua y la Tierra, del Acampe Pacífico y Popular en Defensa del Agua
y la Tierra, y de la Diversidad, que cerró su noveno festival uniéndose a esta
marcha. Se hicieron presentes caballos, tractores, pobladores mapuche,
productores, artesanos, y una gran variedad de ciudadanos, con un objetivo en
común: seguir defendiendo las fuentes de agua y el estilo de vida de El Bolsón
de los negociados entre los políticos de turno y los grandes capitales. Se
juntaron miles de firmas para presentar una acción de amparo en base a la Ley
2779 contra la Municipalidad de El Bolsón, y las ordenanzas que aprueban este
negociado (165/16 y 295/16) violando normas constitucionales y de derecho
ambiental internacionales, nacionales , provinciales y municipales.
Este es un ejemplo de lucha que se
repite en innumerables rincones de alto valor ambiental y todavía fuera de la
órbita del capital. En este caso, con la excusa del valor paisajístico, se
pretende llevar a cabo un enclave turístico de elite desconectado de la
realidad del pueblo de El Bolsón. En otros casos, la zona se sacrifica a la
megaminería o a la soja, pero con la misma metodología: tomar el costo
ambiental como una externalidad que, dejándola fuera de la ecuación, convierte
a estos desastres ecológicos en negocios altísimamente redituables para unos
pocos.
Fotos: Carina Llosa |
Sin embargo, este rincón se
caracteriza por su alta conciencia ecológica que ya lleva 12 años logrando
resistir este tipo de negociados. Comienza en el 2005 cuando Joseph Lewis, el
magnate inglés amigo de Macri, le compra tierras a un poblador para construir
su aeropuerto. Los pobladores de los alrededores logran frenar esta locura que
hubiera tenido nefastas consecuencias ambientales y socio-económicas.
Este plan regresa en el 2009,
maquillado con el aval del poder ejecutivo provincial (UCR), a través de un
proyecto de “Refundación de El Bolsón”, nuevamente con el aeropuerto, sumado a
un loteo con centros comerciales, pero es nuevamente rechazado, a través de un
plebiscito donde el 76,5 % de los votantes dijo que NO.
Fotos: Carina Llosa |
La posibilidad de semejante negocio
multimillonario hace que sus pocos beneficiarios sigan insistiendo a través de
los años. En 2010, Maximiliano Massa, presidente de la empresa Laderas, vinculada
con Nicolas van Ditmar, empresario inmobiliario y testaferro de Lewis, compra
tierras en forma irregular para proponer este megaloteo como condición sine qua
non del desarrollo del pequeño centro de esquí de El Bolsón. A pesar de que la
legislación al respecto explicita que el desarrollo debe ser mediante una
concesión en las tierras destinadas a tal fin y no un negocio privado en
tierras privadas.
Gracias a la producción de
hegemonía desde el plano político, con los diferentes políticos de turno
avalando los negociados, desde el plano jurídico, evadiendo las leyes con
facilidad, y desde el plano ideológico, con las viejas falacias del “derrame” y
el “progreso”, se logra poner en marcha un aparato para concretar el negociado.
Aparato que no ha sido lo suficientemente efectivo, ya que en mayo de 2013, un
cuarto de la población se manifiesta en rechazo a este megaloteo, logrando
frenarlo otra vez.
Obviamente el poder económico y
político no se rinden, por lo que en noviembre de 2016 comienzan una carrera a
contra reloj para aprobar una nueva versión de este proyecto. El pueblo tampoco
se rinde: vuelve a manifestarse en contra por todos los medios posibles. En la
audiencia pública del 2 de diciembre, el 90 % de los vecinos participantes
explicaron su rechazo a este negociado que traerá daños irreparables al
ambiente y su sociedad. Ante los oídos sordos del legislativo y ejecutivo, se
realizaron diferentes manifestaciones, incluida la del 16 de diciembre, donde hubo
represión y amedrentamiento de la policía, el COER, punteros y patotas
contratadas por el partido-alianza del Gobernador Weretilneck, Juntos Somos Río
Negro. Lejos de amedrentar, estos actos violentos generaron un acampe y
asamblea permanente de organizaciones sociales, y representantes de partidos
políticos y sindicatos por tiempo indeterminado que además de haber organizado
la marcha de hoy, han radicado demandas legales, y difundido la situación
ayudando a contrarrestar la invizibilación y tergiversación de información
sobre este negociado por parte de la mayoría de los medios de comunicación.
Fotos: Carina Llosa |
Y así como el capital continúa
insistiendo a través del tiempo para meter la cola ante la menor oportunidad y
perpetrar sus negociados antiecológicos, el pueblo continúa en pie de lucha
para impedirlo. El conflicto del megaloteo de Lewis ya lleva 12 años de
corrupción del poder político y económico, pero también de lucha de un pueblo
que continúa protegiendo sus fuentes de agua y su forma de vida, y lo volvió a
demostrar hoy en la marcha más masiva de la historia de El Bolsón. Si el
intendente Pogliano no entiende el mensaje del pueblo movilizado, quizás sea
tiempo de que renuncie.
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