17 Noviembre 2017 - Actualizado 12 Noviembre 2018, 18:36
mohorte MOHORTE @mohorte
Vas al supermercado, te das un paseo, haces la compra
semanal y miras al carro. ¿Qué ves? Posiblemente, un montón de productos
dispares que pertenecen, a priori, a diversas marcas. Ahora bien, ¿qué hay, en
realidad, a quién estás entregando tu dinero? La realidad es que la variedad
empresarial que aparenta tu cesta de la compra es mucho menor de lo que parece.
Todo queda en casa.
O más concretamente, en una decena de compañías
internacionales, megacorporaciones de proporciones gigantescas y casi inabarcables,
que controlan la práctica totalidad del negocio alimenticio universal. Sus
nombres a veces son conocidos (Danone, Kelloggs, Nestlé, Coca-Cola) y a veces
no (Mondelez, Associated British Foods), pero bajo su amplio abanico se
despliega un telar de marcas que, en esencia, resume lo que comes y compras
cada semana. Y este gráfico lo demuestra.
¿Tus patatas favoritas, Lays? De Pepsico. ¿Tu cacao soluble
preferido, Nesquik? De Nestlé. ¿Los helados que tanto te flipan, Ben &
Jerrys? De Unilever. ¿Los cereales que tanto consumías cuando eras un crío,
Cheereos? De General Mills. Y así con un montón de productos (no frecos), la
mayoría orientados a los snacks, las chocolatinas, las bebidas refrescantes de
toda clase y condición y, en términos generales, el vicio, productos que son un
éxito de mercado porque están buenos y gustan a todo el mundo.
Naturalmente, el gráfico tiene sus limitaciones (en mercados
locales, hay otros productos de marca blanca o producidos a nivel nacional que
tienen gran preponderancia en los supermercados), pero sirve a un propósito
concreto: explicar de forma muy gráfica y rápida cómo te afecta la
"corporate consolidation", o dicho de otro modo, la fusión y compra
de empresas más pequeñas por parte de grandísimos conglomerados empresariales.
Una práctica oligopólica que concentra el mercado y limita la oferta.
Como se ilustra brevemente en este artículo de Gizmodo,
sucede en todos los mercados que puedas imaginar. ¿Estudios televisivos o
cinematográricos? Todo queda en manos de seis compañías. ¿Las aerolíneas? Cada
día están más concentradas (y valga como ejemplo la fusión de British Airways e
Iberia). ¿La automoción? Exceptuando casos aislados, Toyota, GM, BMW Volkswagen
y Ford lo controlan prácticamente todo. ¿Cervezas? A gran escala, sucede
parecido (aunque hay un rico circuito artesanal).
Por no mencionar la cruda realidad de Internet, donde los
oligopolios se han convertido directamente en grandes monopolios consolidados
por la fuerza de los hechos (un saludo a Google o a Facebook). La cuestión es
que todo lo que consumimos y compramos, todas las cosas que hacen de nuestra
vida algo más sencillo, accesible y repleto de comodidades, depende cada día
más de un puñado más reducido de oferentes. En todos los mercados.
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