Diarios y espacios en internet dan un único relato de la
situación en el país
Unanimidad prácticamente sin fisuras despliegan los medios
convencionales bolivianos para avalar el golpe de Estado contra Evo Morales y
respaldar el desenlace que llevó al poder a la ultraderecha local, con
sostenida preponderancia al apoyo estadounidense a los militares, cuya salida a
las calles es presentada en títulos y crónicas como motivo de algarabía
popular.
Esta presentación manipulada de los hechos convive con un
silenciamiento casi total de los medios estatales, algunos de los cuales
permanecían inactivos hasta el mediodía del 13 de noviembre.
Un recorrido por las versiones en línea de los diarios
bolivianos más difundidos permite encontrar una línea editorial única, que le
da legitimidad a la imposición en la presidencia, por una minoría de la Asamblea
Legislativa -que sesionó sin quórum- de la ultraderechista Jeanine Añez.
“Estados Unidos reconoce a Jeanine Áñez como presidenta
transitoria de Bolivia” tituló Página Siete, en tanto El Deber encabezó así:
“Jeanine Añez asume la presidencia con aval del Tribunal Constitucional. Se
logró la sucesión presidencial”.
Un pequeño matiz marcó el diario La Razón, cuyo título fue:
“El gobierno de Áñez comienza en medio de celebraciones y advertencias de
protestas”. Luego destacó que las primeras reuniones de la dictadora fueron con
jefes militares y policiales, que “fueron clave para que llegara al poder”.
El “aval” del Tribunal Constitucional es destacado en estos
y otros artículos de Página Siete, El Deber, Opinión, El Mundo, Los Tiempos,
Jornada, Cambio y El Alteño.
Otra gran coincidencia unánime evidencia esta estrategia de
respaldo al golpe, que jamás es nombrado como tal, y a la imposición del
régimen ilegal: en todas las portadas la única voz que discute con estas
acciones es la de Evo Morales, ya desde México, quien queda así prácticamente
aislado.
Artículos sobre el fin de las acciones de los denominados
“cívicos”, que con el ultraderechista y fanático religioso Luis “Macho” Camacho
a la cabeza se manifestaron desde las elecciones en las que ganó Evo Morales,
anuncio de normalización del servicio de teleférico de La Paz, de reanudación
de clases y del fin de una huelga de médicos, coronan un despliegue tendiente a
dar cuenta de un país que recupera normalidad.
La felicitación estadounidense a los militares por el golpe
de Estado y el aval al régimen que usurpa el poder es acompañada además por el
respaldo del gobierno del ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro. También
consigue espacios preponderantes el secretario general de la Organización de Estados
Americanos (OEA), Luis Almagro, porque se pronunció contra Morales.
El Deber desplegó este título el miércoles 13 por la mañana:
“Evo Morales calificó la acción como una ‘autoproclamación’. La OEA y la
Iglesia dicen lo contrario. La UE acompaña el proceso. Apoyo internacional pero
no rechazos”.
Ninguno de estos medios publica noticias de los ataquesde
militares y policías a la población civil, en especial contra el campesinado
que se identifica con Evo Morales. Solo Opinión incluyó el título “Cocaleros
anuncian protestas desde el miércoles hasta que Evo retorne”.
Asimismo, solo El Mundo incluyó este anuncio adverso a la
dictadura: “Legisladores de Evo harán una asamblea para rechazar su renuncia y
desconocer la proclamación de Janine Áñez”
Además de censurar las denuncias de represión y hasta de
matanzas de campesinos, Jornada invirtió expresamente los hechos: “Militares
coordinarán con la policía para frenar el vandalismo en el país”.
En cuanto a los medios digitales, radio y televisión, hasta
el mediodía del 13 de noviembre un solo sitio permitía comprender a medias la
gravedad de lo ocurrido, aunque sin expresar nada específico. Es la radio
estatal Red Patria Grande, cuyos titulares quedaron congelados en el último
anuncio de Evo Morales de llamado a nuevas elecciones para buscar una salida
pacífica a la crisis.
Este hecho coincide con las noticias según las cuales tanto
esa radio como la televisora estatal Bolivia TV fueron atacadas e intervenidas,
el día previo al del golpe, es decir el sábado 9. Sin embargo, en el caso de la
web del canal público sí hay renovación de artículos, con una línea editorial
afín a la dictadura. Una nota grotesca es que la noticia principal de la
portada del sitio, el 13 por la mañana, era: “Fechas históricas indígenas de
Bolivia”.
Por otro lado, radio Erbol se encolumna en el relato golpista
y abre su espacio con un anuncio no menor: “Añez reconocerá a embajador de
Venezuela que designe Guaidó”, decisión que la dictadora confirmó pocas horas
después. La alianza continental del golpismo y la imposición de presidentes a
gusto de Estados Unidos y no de las urnas es vista por estos medios de
comunicación con “total normalidad”.
Casi nada se publica en estos espacios de los videos que
circulan por todas las redes sobre detenciones arbitrarias y hasta asesinatos,
y en general la violencia de las fuerzas militares y policiales contra quienes
pretendan defender al gobierno de Evo Morales.
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