Prefirió sacrificar su carrera y su vocación antes que
"participar de la interrupción del gobierno constitucional". A 40
años de esa crucial decisión, da su testimonio para Infobae
Gregorio "Goyo" Pomar, nieto de un prestigioso
edecán del presidente Hipólito Yrigoyen, era un promisorio teniente primero de
27 años cuando dos días antes del golpe de Estado pidió la baja porque "no
quería participar de la interrupción del gobierno constitucional; tenía la
convicción de que sería perjudicial para el país".
En una entrevista con Infobae TV desde Corrientes, donde
reside, Pomar explicó que esa decisión crucial "me significó una
frustración porque, obviamente, mi vocación era ser militar, y todavía 40 años
después, cuando me preguntan por mi profesión, me cuesta no decir
militar".
"Pero, para mí significó una enorme tranquilidad de
conciencia", agregó el ex militar, que estaba destinado en Córdoba.
Pomar, que era considerado por sus camaradas como uno que
seguramente llegaría a general, es el único oficial del Ejército que pidió la
baja a causa del golpe encabezado por el general Jorge Rafael Videla.
"SON ACTITUDES QUE UNO TOMA A CONCIENCIA, PERO NO ES
ALGO HEROICO, AUNQUE AHORA SE DICE HEROICO A MUCHAS COSAS QUE NO LO SON"
"Fui el único que encontró motivos para irme del
Ejército. Había un enorme consenso en que se produjese el golpe militar. Todo
el mundo lo pedía, las Fuerzas Armadas estaban esperando el momento para
hacerlo desde hace tiempo, las organizaciones armadas también lo querían; la
ciudadanía lo quería, seguramente no habrá pensado lo que después pasó",
recordó.
Pomar agregó que "era radical, soy radical, pero en ese
momento no tenía ninguna militancia. Votaba, cuando se podía, al radicalismo;
perdíamos lejos, casi como ahora. Tenía conciencia por mi familia de lo
desacertado que fue salirse de las instituciones democráticas a partir del
golpe de 1930, contra Yrigoyen".
Dado que no tenía la edad ni el rango suficiente, no tuvo
ninguna pensión y debió salir a trabajar para mantener a su esposa y sus tres
hijas: "En ese momento, se conseguía trabajo. Me fui a Buenos Aires un
tiempo y luego a Corrientes; trabajé en muchas cosas, no tenía más que las
ganas de hacer las cosas porque no tenía ninguna otra formación que la
militar".
Pomar no se considera un héroe por esa decisión: "Son
actitudes que uno toma a conciencia, pero no es algo heroico, aunque ahora se
dice heroico a muchas cosas que no lo son, como convertir un gol sobre la
hora".
En su opinión, si los militares no hubieran dado el golpe de
Estado, la guerrilla "no habría tenido mucho tiempo de vida aunque
hubiesen existido episodios individuales porque ya no tenía mucho aparato
militar. Sinceramente, no creo que mucha gente supiese lo que iba a pasar
durante el gobierno militar, ni aun todos los que protagonizaron las
cosas".
Fuente:Infobae
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