Túpac Katari
(Julián Apasa; Ayo Ayo, La Paz , 1750 - Peñas, 1781) Líder del levantamiento
indígena que tuvo lugar en Bolivia en 1781 y que puso en jaque a las
autoridades coloniales españolas.
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Túpac Katari y su esposa, Bartolina Sisa |
Huérfano desde muy pequeño, sirvió durante años en la
parroquia de su localidad natal, y si bien no tuvo acceso a la educación por la
humildad de su condición, se nutrió de la tradición oral aymara. Todos los
testimonios sobre su vida indican que desde muy temprano compartió el
sufrimiento de sus hermanos indígenas y manifestó públicamente su rechazo a la
opresión a que los sometían los españoles.
Tras las muertes de Túpac Amaru, con quien había mantenido
contactos, y de Tomás Katari, el líder de la insurrección de Chayanta, tomó el
nombre de Túpac Katari, con el que encabezó el más importante levantamiento
indígena de la región aymara, a principios de 1781. Su movimiento buscaba la
liberación de los indígenas frente al yugo impuesto por las fuerzas coloniales
españolas. Durante la insurrección, Túpac Katari lideró un ejército de más de
40.000 indígenas, que llegó a controlar Carangas, Chucuito, Sicasica, Pacajes y
Yungas, y que mantuvo sitiada la ciudad de La Paz durante tres meses.
Hace 232 años, la profecía de Tupac Katari: volveré y seré
millones… Bolivia Semilla de rebelión y libertad “Yo moriré pero volveré y seré
millones!” retumbaba el grito de rebelión y a la vez profecía de Julián Apaza –
más conocido por su nombre de guerra Túpac Katari – quien mantuviera en jaque a
las autoridades del yugo español durante meses de una heroica lucha. Durante la
insurrección, Túpac Katari lideró un ejército de más de 40.000 indígenas, que
llegó a controlar Carangas, Chucuito, Sicasica, Pacajes y Yungas, y que mantuvo
sitiada la ciudad de La Paz
durante tres meses. Este levantamiento indígena de la región aymara formó parte
de la estrategia de liberación articulada junto a los hermanos Katari del Norte
de Potosí y Túpac Amaru del Perú, aunando a los pueblos del Tawantinsuyo. El 15
de noviembre de 1781 en Peñas, la barbarie española puso fin a la vida de
nuestro héroe Túpac Katari, pero pese al descuartizamiento, no pudo enterrar la
memoria histórica que mantuvo vivo el espíritu de nuestros ancestros. Una y
otra vez las luchas indígenas se enfrentaron a los opresores en las diferentes
épocas de nuestra historia, ya que aún con la naciente República, los abusos y
matanzas no cesaron. Un siglo más tarde (1883), tras un intenso remate de
tierras comunales (con Melgarejo y la ley de desvinculación, fueron
“privatizados” 350 ayllus grandes, lo que derivó en grandes sublevaciones
seguidas de brutales masacres), Pablo Zarate Willca organiza la resistencia
contra la usurpación de los territorios. Pero su alianza con los liberales le
cuesta la vida, pese a que el ejército aymara permite la victoria de Pando en
contra los conservadores, Zarate Willka es asesinado a traición y el Partido
Liberal continúa con la misma política de usurpación de los territorios
indígenas. La República
de Bolivia, gobernada por élites feudales y mineras, demuestra su saña también
con los indígenas del Oriente boliviano. Hacia finales del siglo XIX (1892) se
da la masacre de Kuruyuki - antecedida por la masacre de Morokuyati (1877)
donde fueron despojados de sus tierras, hechos esclavos y exterminados miles de
guaraníes por autoridades y empresarios agrícolas. Tumpa Chapiaguasu – también
llamado Apiaoeki Tumpa – es el símbolo de esta resistencia y que desenmascara
un Estado republicano racista, colonial y exterminador. Una generación más
tarde, durante la Guerra
del Chaco (1932-1935), nuevamente se revela este carácter de estado feudal,
cuando los indígenas son reclutados a la fuerza como carne de cañón, buenos
para morir por la Patria
pero concluida la guerra, destinados otra vez al pongueaje y los abusos hasta
que la resistencia desemboca en la Revolución de 1952. Como homenaje y recuerdo vivo
de la memoria histórica, desde los años 70, va surgiendo el Movimiento
Katarista que finalmente en 1979 da lugar a la fundación de la Confederación Sindical
Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia – Túpac Katari, seguido en 1980 por
la Federación Nacional
de Mujeres Campesinas de Bolivia – Bartolina Sisa. Conversando Con Tupac
Katari, 232 después … Con el espíritu de Túpac Katari más presente que nunca,
procedo a una entrevista imaginaria, encontrándonos frente al Palacio Quemado.
Contempla la estatua de Pedro Domingo Murillo, y por momentos se le nubla la
vista: No ha olvidado que de joven, Don Pedro participó del lado de las fuerzas
reales combatiendo a los indígenas sublevados. Pero luego se apacigua, porque
ve flameando al lado de la bandera tricolor la gigante Wiphala y del Palacio de
Gobierno como también de las Asamblea Legislativa Plurinacional, con emoción ve
que entran y salen las autoridades electas: representantes que visten
indistintamente traje y corbata, pollera, ponchos y ojotas, sombreros y
guardatojos. Pero su júbilo llega hasta las lágrimas, cuando ve ingresar a
Palacio a Evo Morales, primer Presidente Indígena que lleva su sangre y
herencia. ¿Qué avances ves en esta nueva etapa de la Bolivia plurinacional? Por
fin se ha superado la sociedad de castas, antes a los indígenas se nos prohibía
hasta entrar a la plaza principal. La democratización de la sociedad es un
logro precioso, y la nueva forma de política de servicio a los demás. En lo
económico, hay una redistribución de la riqueza que con las elites coloniales,
feudales y neoliberales era imposible pensar, porque se ha cambiado la lógica:
antes era el saqueo y explotación, ahora se busca el Vivir Bien. Que importante
la nacionalización de nuestros recursos naturales! Pero no menos importante la
revalorización de nuestras culturas, el haber recuperado la dignidad y
soberanía como pueblos. ¿Qué peligros te parecen importantes no perder de
vista? Nunca debemos olvidarnos de la amarga lección de la historia: la
traición por parte de algunas personas de nuestra propia gente, que se dejan
tentar por el dinero o las promesas de los enemigos de siempre. Pero también
debemos pensarlo muy bien antes de hacer alianzas, no puede ser si ponemos en
peligro nuestros principios y valores La fragmentación de la lucha y la
búsqueda del interés sectorial por encima del nacional ponen en riesgo la
unidad y solo nos debilitan Las demandas irracionales que pierden de vista el
bien común ¿Qué nos aconsejas para honrar tu lucha? Nunca perder de vista esta
oportunidad histórica de haber llegado al Palacio de Gobierno, de transformar
al Estado colonial en un Estado plurinacional. Por sobre todo la UNIDAD de los sectores
sociales en defensa de este proceso de cambio, como única forma de frenar los
intentos de resurrección de la derecha rancia que espera atacar para volver al
pasado de la barbarie neoliberal y racista. Avanzar en la consolidación de esta
revolución democrática y cultural, que pasa por el nuevo modelo de economía
plural pero también por la construcción del nuevo hombre (mujer) con el
paradigma del Vivir bien. Debemos continuar con formación de cuadros y
transformación del sistema educativo. Dolores Arce - Directora Ejecutiva CEPRA.
Periódico Visión Z, noviembre 2013. América Latina en Movimiento.
Publicado: Ramon A. Bohle-Edid A. Medina
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