El 28 de septiembre de 1810 la
Junta de Mayo lo designa a Elías Galván Comandante General de Armas en
Corrientes y Teniente de Gobernador, cargo que mantuvo hasta abril de 1812.
Galván había sido teniente de los Cazadores Correntinos y pertenecía en ese
momento al ejército de la Estrella. Ya desde el 2 de agosto la Junta había
determinado que Fondevila se trasladase a Buenos Aires y fuese en su reemplazo
Galván a hacerse cargo del mando militar en Corrientes, quedando el gobierno
civil, en principio, en manos de los alcaldes del Cabildo. Las instrucciones
traídas por Galván eran: cortar las comunicaciones entre Montevideo y Asunción;
regularizar los fondos; formar milicias y enviar reclutas a Buenos Aires.
El primer acto de Galván fue
retirar al señor Mantilla y Ríos que desempeñaba la gestión fiscal de la
Hacienda. Luego, ante noticias de que Velazco pensaba enviar una expedición de
600 hombres a Misiones, con el propósito de expulsar a Rocamora, solicitó a la
Junta el envío de clases para ponerlas al frente de los indígenas y que se
destacase un jefe en Yapeyú.
Luego de compenetrarse del medio
en que desarrollaría su gestión, Galván escribió a la Junta “Por lo demás sólo
me queda el consuelo que he de hacer ver al mundo entero, que también existen
los correntinos, y que el que los dirige en el día está al cabo de los
intereses de su patria y que le sobran fuegos para sostener hasta derramar la última
gota de su sangre por la sagrada causa que tan digna y justamente defienden los
pueblos.
Gran satisfacción se produjo en
la población cuando el 8 de octubre de 1810 el Cabildo lo puso en posesión del
cargo de Teniente de Gobernador.
Galván auxilió a Manuel Belgrano
en su expedición al Paraguay y defendió la ciudad contra escuadrillas realistas
procedentes de Montevideo. Luchó contra los portugueses que atacaron Misiones
en 1812, por lo cual fue nombrado teniente gobernador de los pueblos
misioneros; después fue nombrado comandante militar de Entre Ríos a propuesta
de Sarratea; pero su alejamiento de Misiones hizo que varios pueblos cayesen en
poder de los portugueses y fuesen destruidos.
En Entre Ríos, sus esfuerzos
contra el bandidaje y las irrupciones realistas, no dio todos los frutos
deseables y se retiró a Buenos Aires, donde el General Carlos María de Alvear
lo llevó como secretario al sitio de Montevideo. Fue tesorero del ejército
cuando Alvear fue designado Director Supremo de las Provincias Unidas del Río
de la Plata, hasta el Motín de Fontezuelas, que produjo la caída del director y
Galván sufrió las consecuencias de haber acompañado a Alvear.
En ese marco fue que creó esta
milicia de los Dragones de San Juan de Vera.
FUERZAS MILITARES
El principal cuerpo militar
veterano de la provincia de Corrientes fue su fuerza de caballería ligera. Ésta
tuvo dos denominaciones durante las décadas de 1820 y 1830: hasta 1826 como
Escuadrón de Dragones, y desde ese año como Regimiento de Granaderos a Caballo.
Entre 1822 y 1824 la fuerza
veterana correntina se apostaba en dos lugares: por un lado, se encontraba la
compañía de dragones “de la Unión”, con asiento en Goya y por otro, el
escuadrón de dragones de la provincia, que constaba de dos compañías, con
asiento en Corrientes, pero en permanente estado de movilización entre
1822-1824 a causa del peligro constante que representaban las agresiones de los
aborígenes chaqueños en la costa del Paraná. Su oficial superior en este bienio
fue el Teniente Coronel Agustín Díaz Colodrero.
También en 1812 fue trasladado el regimiento desde los precarios
establecimientos del «Cuartel de la Ranchería» hasta los
terrenos del «Cuartel de Retiro» —en aquel momento ocupado
por el Regimiento de Dragones de la Patria—, más aptos para
las labores de instrucción militar y entrenamiento.
Esta situación se mantuvo hasta
1824, luego de la primera revolución de los dragones se reestructuró a los
cuerpos veteranos. Fueron organizadas dos compañías, una con asiento en Garzas,
formada sobre la base de los Dragones que se mantuvieron leales al gobierno y
no se plegaron al movimiento del 19-IV-1824 y la otra con asiento en Goya,
formada con los antiguos integrantes de la compañía de dragones “de la Unión”.
El gobierno correntino durante
1825 incrementó el número de su fuerza veterana, alcanzando a organizar tres
compañías de dragones. Éstas fueron movilizadas hacia Curuzú Cuatiá, en
previsión de posibles conflictos en la región meridional de la provincia,
limítrofe con el antiguo territorio de las Misiones Occidentales y próxima al
Imperio del Brasil.
Luego de la segunda sublevación
de los dragones, reprimida rápida y eficazmente por el gobierno, el número de
los integrantes de esta fuerza descendió a los niveles más bajos desde mayo de
1824 (poco menos de 50 hombres). La defensa de la provincia a principios de
1826 quedó a cargo de las milicias activas a sueldo, en tanto que el remanente
de los dragones se asentó en Lomas.
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