REDCOMJuly
13, 2018
El despliegue de tropas de EEUU en Argentina provoca
PRO-fundo malestar en el Ejército y polémica institucional por no haberse
informado al Congreso de la Nación.
El jueves llegaron a la Argentina, y a petición del Gobierno
de Mauricio Macri, al menos 8 efectivos de las fuerzas especiales del Ejército
yanky para instruir a gendarmes y policías que garantizarán la seguridad de la
cumbre del Grupo de los 20 (G20) del 30 de noviembre y el 1 de diciembre en la
Capital Federal.
Los militares del imperio del Norte pertenecen al Comando de
Operaciones Especiales Sur (Coesur), una unidad subordinada al Comando Sur, la
división del Pentágono que proporciona planificación de "contingencias,
operaciones y cooperación" en países de Latinoamérica y el Caribe.
La noticia cayó muy mal en el Ejército Argentino, que ha
encontrado un nuevo motivo para protestar frente al trato diferencial que
reciben las fuerzas federales, en medio de la polémica por su magra
reactualización salarial, que aleja los haberes del Ejército de Tierra, la
Armada y la Fuerza Aérea de los que perciben en Gendarmería, Prefectura y la
Policía Federal.
Además, también ha levantado suspicacias en las Fuerzas Armadas
argentinas el arribo de militares extranjeros a territorio argentino sin la
autorización del Senado. Según la ley, el despliegue de los soldados
estadounidenses de esta manera no es técnicamente legal. El Poder Ejecutivo no
puede permitir que ingresen al territorio fuerzas extranjeras sin la
autorización del Congreso, excepto en circunstancias especiales que en este
caso no se dan.
Según lo previsto, los militares permanecerán hasta el 3 de
agosto en la provincia de Buenos Aires para capacitar a unos 40 miembros del
Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) de la Policía Federal, en una
iniciativa de cooperación que debería costar 1 500 000 dólares.
Activistas pro derechos humanos aseguran que los intereses
militares del Gobierno de Macri están alineados con los de Estados Unidos, que
ha incrementado su presencia militar en América Latina y el Caribe.
Chantaje de Macri a las FFAA
En un esfuerzo por calmar las aguas, reencauzar un deterioro
absoluto en las relaciones y sabeedor de la llegada inminente de las tropas
yankys al País, el Presidente rápidamente dispuso una subida de 20% a los
salarios de las Fuerzas Armadas, en un intento de chantaje y calmar las
reacciones que no tardaron en llegar. Además de acallar voces contrarias al
interior de las Fuerzas, el aumento salarial es una decisión política a
contramano de las medidas de austeridad fiscal que el Gobierno prometió al FMI
para merecer un rescate financiero de 50.000 millones de dólares, pero
necesaria para calmar lo que continúa amenazando en convertirse en una grave
tormenta Institucional. Hace dos semanas, la Casa Rosada dispuso una subida
salarial de sólo 8% para los cargos militares más bajos y sumas fijas para los
más altos, en un contexto inflacionario que podría llegar al 30% en 2018. El
repudio entre los uniformados fue tal que debió suspenderse el desfile militar
del día de la Independencia, el 9 de julio.
La cuestión de fondo supera ampliamente lo salarial.
Las
Fuerzas Armadas no tienen hoy un rol claro en Argentina, un lastre que cargan
desde el regreso a la democracia, en 1983. Los primeros años fueron de ajuste a
la nueva realidad política. Le tocó a Raúl Alfonsín juzgar a los jerarcas del
régimen, y por ello debió enfrentar una sucesión de levantamientos militares.
Zanjó la cuestión con las llamadas leyes de Punto Final y Obediencia Debida,
que dejaron impunes miles de delitos de lesa humanidad cometidos por los
cuadros bajos y medios. Carlos Menem dio un paso más allá y en 1990 indultó a
todos los militares golpistas y a los jerarcas condenados por genocidio. A
cambio, redujo el presupuesto en Defensa como nunca antes y envió al Ejército a
misiones de paz fuera del país.
Cuando Néstor Kirchner llegó al poder derogó los decretos de
Menem y los juicios por delitos de lesa humanidad se reactivaron. En el frente
político, un decreto presidencial prohibió al Ejército, a la Fuerza Aérea y a
la Armada a participar de cualquier evento que no involucrara el ataque de un
Estado extranjero.
Luego de casi tres años de Gobierno, se ha instalado en la
Argentina, el #MacriMiente. Fiel a esta realidad, Mauricio Macri prometió en
campaña que pondría las cosas en su lugar y consiguió el apoyo electoral sin
fisuras de los militares. Pero las urgencias de la crisis provocada por su
Régimen demoraron los cambios prometidos. La incesante llegada de Fuerzas
militares yankys ha terminado por ponerse de sombrero el apoyo de las FFAA
hacia Macri. Fue la gota que colmó el vaso.
Los yankys buscan tener acceso a Recursos Naturales
estratégicos
Elsa Bruzzone denuncia la realización de maniobras conjuntas
entre tropas argentinas y estadounidenses sin el permiso del Congreso
argentino. El Centro de Militantes para la Democracia Argentina ha alertado de
la entrada en territorio argentino de agentes armados de EEUU en el mes de
mayo.
Fuentes: El País/HispanTV/Fuerzas Armadas/CEMIDA/
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