Durante toda la jornada de ayer, Itatí recibió a miles de
feligreses que, caminando o a través de diferentes medios, arribaban para ser
parte de los festejos centrales que se desarrollarán hoy por el 118º
aniversario de la Coronación Pontificia de la Virgen. Si bien los domingos son
días en los cuales usualmente el Santuario recibe la visita de devotos de las
más diversas provincias e incluso países vecinos, ayer el número fue mayor
debido a las actividades religiosas que se celebran en esta época del año.
La fiesta de la Virgen es uno de los festejos que más
devoción despierta cada año en las familias, debido a que la atención pastoral
del santuario correntino fue encargado hace más de 83 años al mismo San Luis
Orione.
Según la tradición, la imagen fue encontrada en el río
Paraná por un grupo de pobladores guaraníes, quienes vieron a la Virgen
Inmaculada sobre una piedra rodeada de una luz muy brillante.
Fray Gámez ordenó el inmediato traslado de la figura a la
Reducción, pero la imagen volvió a desaparecer en dos ocasiones, retornando a
su lugar cerca del río.
Los religiosos comprendieron cuál era la voluntad de la
Santa Madre y se dispuso el traslado del asentamiento a esos parajes, que luego
se comenzaron a denominar Itatí (“Punta de piedra”, en esa lengua originaria).
Desde entonces, miles de peregrinos visitan cada 16 de julio a María en su
enorme basílica, a pocos metros del río Paraná.
El culto a la Virgen de Itatí fue introducido en 1615 por el
sacerdote franciscano Fray Luis Bolaños. La imagen de la Virgen de Itatí está
tallada en madera de timbó (el cuerpo) y en nogal (el rostro).
HIMNO A LA VIRGEN DE ITATI
Los himnos mas dulces que el pecho atesora Queremos, Señora,
cantarlos a ti,
Que tierna escogiste, con ojos clementes,Por reino
Corrientes, por trono Itatí.
En vírgenes selvas que adornan la orilla Do manso se humilla
el gran Paraná
En santo Misterio alzaste la tienda,Que al pobre le expenda
de gracia el maná.
De pueblo fastuoso odiaste el murmullo,Por dar al orgullo un
claro mentís
Fue el indio su cuna, la Cruz su bandera,La cruz que
blandiera un hijo de Asís.
Mas pobre, pequeño, tu pueblo María,fe mar de alegría cual
nuevo Belén
que allí de piedades abriste la fuente.Que allí complaciente
fulgura tu sien.
Enfermos, mendigos, el alma afligida,Que pasan la vida en
hondo quejar
El grande, el guerrero, el niño, el anciano No ruegan en
vano al pie de tu altar.
Tus gracias gozaron muy grandes naciones;Lo sabe Misiones,
el bello Uruguay;
Brasil su voz une al pueblo del PlataTus glorias relata
también Paraguay.
Por eso a tu frente ceñimos coronas De Reina y Patrona con
grato fervor,
Pidiéndote, en cambio, nos des en el cielo Divino consuelo,
corona de amor.
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