Por Agustín Dib
En un rincón del sur de Italia,
se implementan billetes de Hugo Chávez y el Che Guevara, para paliar la crisis
económica. La cuestión de los refugiados y flagelo del racismo que azota a
Europa.
La pequeña localidad calabresa
Gioiosa Ionica, de 7.000 habitantes, es actualmente el hogar de un grupo de
solicitantes de asilo. Es también la cuna de una idea revolucionaria en la
lucha contra el racismo, que se basada en dar ayuda a los refugiados mediante
innovadores billetes. Mediante el apoyo económico con éstos billetes se busca
que los refugiados puedan llevar allí una vida digna y adaptarse a las nuevas
circunstancias que se ven obligados a afrontar.
No son una moneda oficial sino
una cuasimoneda o sistema de vales. Pero ya han ganado la admiración del mundo,
por su originalidad, por lo bello de su mensaje anti-racista, y por el gran
valor revolucionario que tienen en lo simbólico.
Los refugiados pueden gastar el
dinero en lo que quieran, pero sólo dentro de la ciudad, para que las empresas
locales también se beneficien y no todo termine en manos de monopolios que
arruinan a los pequeños comerciantes locales.
Estos billetes de gran valor
contra el racismo, en lugar de mostrar fríos edificios y palacios muestran los
cálidos rostros de líderes internacionalistas entregados a la causa de los
pueblos.
Una buena noticia para los
latinoamericanos es que 2 de los 3 billetes son nacidos en sudamérica.
Ernesto “Che” Guevara en el
billete de €10;
Hugo Rafael Chávez Frías en el de
€20;
Y Karl Marx en el de €50.
La elección de estos personajes
no es casual, ya que los 3 abogaban por los derechos y la emancipación de las
personas oprimidas del mundo, sin reparo en su color de piel, nacionalidad, o
género.
En Gioiosa Ionica ven esta
propuesta como beneficiosa para todos. Los refugiados pueden comprar comida y
disponer de dinero, los comerciantes consiguen nuevos clientes, mientras que
toda Italia y Europa se nutre de esta experiencia solidaria que tanto le hace
falta a esa región donde el racismo está tan enraizado.
Y los beneficios van más allá.
El ayuntamiento recibe €35
(US$39) al día por cada solicitante de asilo de parte del gobierno en Roma.
Esta suma debe cubrirlo todo: desde alojamiento, alimentación y atención
medicada, hasta clases de italiano, ayudas para conseguir trabajo y asistencia
con la burocracia del asilo. También incluye un par de euros como dinero de
bolsillo.
En Gioiosa Ionica, un pueblo más
acostumbrado a la emigración que a la inmigración, estas sumas están marcando
la diferencia. Debido a que casas que antiguamente se hallaban vacías encuentran
ahora nuevos inquilinos entre los refugiados que gastan más dinero en tiendas
locales, y revitalizan la golpeada economía italiana fruto de la decadencia
global del sistema de economía de mercado que concentra todo el capital en
pocas manos.
Estos billetes con los rostros
del Che Guevara, el Comandante eterno Hugo Chávez, y del padre del comunismo
Carlos Marx, aseguran que los solicitantes de asilo puedan comprar alimentos
regularmente, incluso cuando los fondos de Roma se atrasan. De esta manera las
autoridades locales solucionan el problema burocrático de los pagos fuera de
término y la rueda económica sigue girando. Y cuando llega el efectivo, los
servicios de refugiados les pagan a los comerciantes en euros tradicionales.
Nuevos trabajos
El cuidado de los refugiados creó
20 puestos de trabajo muy necesitados.
Todo esto es parte del plan del
alcalde Salvatore Fuda que fue elegido hace tres años, con una agenda política
que incluía traer inmigrantes a la ciudad, uniéndose al sistema gubernamental
Sistema de Protección para Solicitantes de Asilo y Refugiados (SPRAR).
“Un proyecto como el nuestro, con
75 refugiados, nos trae cerca de 1 millón de euros (US$1.1 millón) al año, en
total”, dijo Fuda.
“Este dinero se le da a la
ciudad, no a los migrantes. Si lo comparas al presupuesto anual de nuestra
ciudad, que es de 8 millones de euros (US$8.8 millones), se puede ver que es
una gran ayuda económica”.
Fuda no solo lo ha impulsado el
plan por el dinero, sino para dar un buen ejemplo a la región de que la apertura,
la solidaridad y la hermandad es mejor que el etnocentrismo, el odio y el
racismo, como así también una gran experiencia de multiculturalidad a los niños
de su pueblo.
“Los niños de Gioiosa Ionica no
tendrán ninguna dificultad si conocen a personas de diferentes colores,
culturas o religiones. Habrán aprendido, por ejemplo, que en Afganistán o en
India se juega a cricket, no a fútbol, y habrán visto como se juega”, dijo el
alcalde.
Los migrantes parecen bastante
felices, asegura la BBC en su sitio en español, también pueden obtener
experiencia laboral y compartir casas con otros refugiados, sin la necesidad de
exponerse al hacinamiento y la discriminación que sufren en las grandes urbes.
Sin duda un gran ejemplo de que
la creatividad, la apertura y la responsabilidad en una gestión política son el
camino correcto para solucionar los problemas.
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