Cientos de voluntarias trabajan hace meses para garantizar
que este año se cumpla otro encuentro de mujeres. Una tradición con tres
décadas de historia ya arribó hace 18 años a Resistencia, sólo que esta vez
afronta un desafío mayúsculo.
Desde las primeras reuniones de organización -a fines de
2016- y hasta la última -este fin de semana- cada paso es trabajoso.
La prioridad es garantizar lo indispensable durante tres
días: espacios donde funcionarán talleres y actividades culturales, provisión
de agua, alimento y lugares para dormir.
Para que esos servicios mínimos sean gratuitos gestionan
ayuda en el sector privado y estatal.
Como los encuentros no gozan de buena prensa, porque
solamente trasciende la conflictividad de algún sector con la iglesia, las
organizadoras locales responden con vivencias personales e información.
“Los encuentros son espacios de intercambio de experiencias
de vida y de luchas, donde compartir debates, lograr consensos en la diversidad
y actividades culturales, artísticas y recreativas”, invitan.
A mediados de junio integrantes de otras comisiones
organizadoras vinieron a Resistencia a compartir su experiencia.
El sentido de encontrarse
Los talleres son el componente troncal del encuentro y se
distribuyen en tres momentos: siesta del sábado 14, y mañana y siesta del
domingo 15.
En comisiones de no más de 45 participantes, se exponen y
discuten temas reunidos en 71 conjuntos o ejes. Violencia, aborto y feminismos
son los más conocidos. Entre los menos difundidos y con semejante participación
hay muchos más.
Discapacidad, adultas mayores, adolescencias y juventudes,
estudios de género, ciencia y tecnología, crisis mundial, deuda externa,
migraciones, solidaridad e integración latinoamericana, cultura y arte, tiempo
libre, deportes y actividad física, medios de comunicación, o ambiente, son
algunos ejemplos. De esos debates algunas suman argumentos o se fortalecen
colectivamente para volver a sus comunidades a continuar sosteniendo un
activismo. Por ejemplo están las madres de niños que sufren convulsiones.
Después de años de difundir los beneficios del uso medicinal del cannabis este
año lograron que se apruebe una autorización por ley.
El espacio público
En simultáneo las participantes se agrupan para hablar de
política sindical, partidaria o económica, o de interés estudiantil (hay varios
centros secundarios y universitarios), de los movimientos sociales, sanitarios
y religiosos, entre otros.
Los espacios públicos se conforman corredores de
emprendedoras y divulgadoras de campañas o cruzadas regionales, de mesas de
divulgación, intercambio y discusión.
Tan grande es la coordinación de actividades culturales para
esos tres días que la subcomisión a cargo puso un límite a la presentación de
propuestas. Hasta el jueves 31 de agosto recibirán inscripciones en el correo:
cultura.enm2017@gmail.com
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