El país nórdico no se paralizó y ahora el panorama es
preocupante: contabiliza más de 10.500 casos y un total de 988 víctimas
mortales mientras en los vecinos Noruega y Dinamarca la curva comienza a
ralentizar.
lgo falló en Suecia, donde el primer ministro reconoció el
error de haberse mantenido demasiado tranquilos ante el avance del coronavirus.
Ante el notorio aumento de contagios y víctimas, el socialdemócrata Stefan
Lofven asume sus responsabilidades pero sin tomar ninguna decisión sobre el
endurecimiento de las medidas de confinamiento, una receta que podría ser
letal. «Nos parece obvio que no hemos hecho lo suficiente», se lamentó en
televisión.
El panorama es preocupante en el país nórdico de 10 millones
de habitantes, que contabiliza más de 10.500 casos y un total de 988 víctimas
mortales mientras en los vecinos Noruega y Dinamarca la curva comienza a
ralentizar. Para agravar más la preocupación, Suecia es el país con menos
número de camas de terapia intensiva, ante lo cual el Instituto Karolinska de
la Universidad de Estocolmo le pidió a los médicos que tomen decisiones
drásticas y selectivas, según un documento interno publicado recientemente por
el diario Aftonbladet.
Si las unidades de terapia intensiva se viera desbordadas,
los médicos podrán excluir de esos ámbitos a las personas de 80 años o más y
aquellos de 60-70 que tengan otras afecciones. En la práctica, los ancianos que
tienen más de 80 años no se consideran una prioridad, al igual que aquellos de
70 años «que tienen un problema multiorgásmico» y los de 60-70 años de edad que
padecen más de una enfermedad y entonces no se consideran una prioridad. Según
el documento, además, si una persona infectada por Covid-19 ya está gravemente
enferma, la decisión de los médicos deberá basarse no solo en la edad
cronológica, sino también en la edad biológica.
Suecia realizó muy pocos cambios en la legislación en respuesta
al brote de coronavirus. Los grandes cambios incluyen una prohibición de
eventos públicos para más de 50 personas, una prohibición de visitar hogares de
ancianos, cambios sobre el funcionamiento de restaurantes y bares y una
prohibición de ingreso al país para personas de fuera de la Unión Europea. La
Agencia de Salud Pública hizo varias recomendaciones, incluida la solicitud a
todos los que pueden hacerlo de trabajar desde casa, evitar viajes no
esenciales y evitar visitas a personas en grupos de riesgo. Sin embargo, estos
no deben considerarse opcionales; se espera que todos los ciudadanos obedezcan.
La Agencia de Salud Pública también aconsejó a cualquier
persona en Suecia que pueda trabajar desde casa que lo haga, si es posible, un
consejo particularmente importante para aquellos en el área de Estocolmo, que
vio el mayor número de casos confirmados de coronavirus, pero se aplica a todos
en cualquier parte del país. Aquellos que tienen que quedarse en casa debido al
coronavirus, incluso si no puede realizar su trabajo desde casa, debe tener
derecho a licencia por enfermedad o un beneficio especial llamado subsidio de
portadores de enfermedades si se considera que es un riesgo de infección.
Con las secundarias y universidades cerradas desde mediados
de marzo, el gobierno sueco prohibió todos los eventos para más de 500 personas
desde el 12 de marzo, y desde entonces redujo ese límite superior a 50
personas. La prohibición se aplica a eventos como eventos deportivos,
conciertos, protestas, ferias comerciales, parques de atracciones y otros
eventos públicos a gran escala, incluidos aquellos que previamente habían
recibido permiso de la policía. Mientras tanto, las escuelas, gimnasios, bodas
y shoppings no se ven afectados.
Estocolmo registra un promedio 13 casos de covid-19 por cada
10.000 habitantes, mientras que en los barrios desfavorecidos de Spanga-Tensta
y Rinkeby-Kista, al noreste, el índice es de 37 y 47 casos por cada 10.000
habitantes, el triple que la media municipal. “Esto refleja muy claramente la
imagen de la sanidad pública y de la segregación en Estocolmo. Allí donde la
gente ya vive en (situación de) vulnerabilidad y donde la sanidad es peor (que
en otras partes), la pandemia golpea muy fuerte”, explicó Anna Starbrink,
consejera regional encargada de sanidad, citada por el diario Dagens Nyheter.
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